Saltearse un tramo en un itinerario con varias etapas, dejar un pasaje sin fecha asignada y olvidarse de comprar el despacho de valijas, entre algunos de los problemas que enfrentan los viajeros
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Los pasajes aéreos son como una especie de contrato que se firma entre la aerolínea y el pasajero, pero que habitualmente no se lee o se pasa por alto. Llegado el caso, las aerolíneas aplican esas cláusulas de la letra chica, que pueden llegar a arruinar un viaje o hacer perder miles de pesos. A continuación, los errores más comunes que suelen cometer los viajeros y que deberían evitarse.
No tomar un vuelo
La cláusula denominada técnicamente “no show” sigue siendo de las más conflictivas. Hacer no show es no presentarse voluntariamente a un vuelo, lo que provoca que se caiga toda la reserva. Los ejemplos sobran y es de lo más habitual entre los viajeros que hacen cambios de planes sobre la marcha y se saltean un vuelo, sin saber las consecuencias que acarrea. Si no se toma el vuelo de ida, se pierde la vuelta. Si no se toma un tramo dentro de un viaje con muchos vuelos se pierden todos los pasajes restantes. Esta política aplica en todas las aerolíneas y con casi todos los pasajes.
Por ejemplo, para ser más claros: si un pasajero tiene los vuelos Córdoba- Buenos Aires, Buenos Aires-Madrid, (y el regreso) todo en la misma reserva, pero decide viajar a Buenos Aires unos días antes, en auto, para acompañar a un amigo, cuando llegue a Ezeiza a tomar el vuelo a España, ya no existirá. Ni ese vuelo ni los pasajes de vuelta y tendría que comprar nuevos. Lo mismo sucedería en una reserva que incluye Buenos Aires-Miami; una semana después Miami -Nueva York y unos días más tarde el regreso de la Gran Manzana a Buenos Aires, con la escala en Miami. Si se decide no ir a Nueva York y retornar directamente desde Miami, se perdería el regreso: al llegar al aeropuerto no existiría más la reserva.
“Es una cláusula que se sigue manteniendo en el contrato de transporte y que además está también respaldada por la Res. 1532/98 que habla justamente de las condiciones del contrato de transporte aéreo. Sostengo que tanto el contrato como la resolución son abusivos en ese punto. La resolución puntualmente va en contra del derecho de los usuarios, derecho que está amparado por el art. 42 de la Constitución, y por tanto en mi opinión es inconstitucional”, explica Karina Barreiro, abogada especialista en derecho aeronáutico. La abogada, directora de Aeroreclamos, comenta que en la Argentina aún no hay jurisprudencia en ese sentido, pero en Europa sí. “Tengo dos casos en trámite aún sin resolución. La gente se entera cuando va a tomar el vuelo de regreso y se encuentran con el enorme problema de tener que comprar en el momento nuevos pasajes, a veces en primera si es lo único disponible”, agrega.
Lo recomendable es evitar no tomar un vuelo (si es posible) o contactarse con la aerolínea con anticipación para intentar una solución, aunque podría tener una penalidad.
Dejar un pasaje abierto
Aunque podría pensarse como una opción beneficiosa cuando se pospone un vuelo, dejar un ticket abierto, sin fecha de viaje, termina siendo un dolor de cabeza. Si bien no se pierde el importe abonado y se mantiene el pasaje, lo cierto es que seguramente haya que pagar diferencia tarifaria, incluso tan cara como comprar un nuevo pasaje. A la hora de poner fecha a ese boleto es necesario pagar la diferencia de tarifa (diferencia entre el precio abonado y el precio al momento de fijar la nueva fecha) la cual puede existir incluso por la diferencia cambiaria, porque los pasajes se pagan en pesos, pero se cotizan en dólares. Les sucedió a muchos pasajeros por las cancelaciones durante la pandemia, que de alguna manera quedan como rehenes de las aerolíneas a la hora de elegir la fecha: casi siempre se abonará la tarifa más cara porque no se tiene la libertad de elegir la tarifa más económica sino la que la aerolínea ofrece como disponible. En estos casos no se puede elegir las tarifas disponibles en los sitios web, como en cualquier compra, sino que se canalizan por medio de los call centers.
“Siempre es más favorable a los pasajeros que sufrieron cancelaciones por pandemia y no obtuvieron de la aerolínea nuevos tickets para viajar en otras fechas, solicitar la devolución del dinero más intereses, que aceptar bonos, vouchers o pasajes abiertos abonando diferencia tarifaria. Los bonos o vouchers le congelaron el dinero a la gente y la dejaron presa del sistema de diferencias de tarifas”, detalla Barreiro.
Pasajes sin cambio
Durante la pandemia, las aerolíneas se vieron obligadas a flexibilizar su política de cambio de fechas y tuvieron que modificar vuelos sin costo, incluso de pasajes comprados con tarifas promocionales. En los meses más duros de la cuarentena, como medida para incentivar las ventas y darles tranquilidad a los viajeros, la mayoría de las aéreas puso a la venta pasajes que permitían cambios de fechas sin cargo, acción que se encargaron de destacar. Pero poco a poco esta tendencia está terminando y volvieron a la grilla de precios las tarifas promo, que no admiten cambios ni devoluciones. Al momento de comprar habrá que estar atentos y no caer en la tentación del ticket más barato, porque la pandemia todavía no terminó y podría perderse el pasaje en caso de no poder viajar.
Asistencias al viajero
Hasta no hace mucho, era habitual usar la asistencia al viajero que ofrecía la tarjeta de crédito para los viajes internacionales, pero ese beneficio sufrió modificaciones en los últimos meses en varios bancos y en muchos casos se eliminó según el nivel de la tarjeta. Por la pandemia muchos destinos exigen a los viajeros tener una asistencia durante el viaje, por lo que habrá que estar atentos al servicio del banco donde se tienen las tarjetas y contemplar también ese gasto extra.
En algunos casos, los bancos conservan el beneficio para los clientes que financien los pasajes con las tarjetas y en otros casos no. Depende de cada entidad bancaria. Los que ya anunciaron cambios son el BBVA, Santander y Galicia.
Equipaje
Aunque hace ya bastante tiempo que las aerolíneas low cost cobran extra por el equipaje con el que se viaje, los viajeros todavía no se acostumbran a esta situación. Es de lo más habitual ver en el check in que se sorprenden por el costo extra por despachar el equipaje. Hay que recordar que el costo por despachar la valija en el aeropuerto es mucho más alto que hacerlo en el momento de la reserva en la web. Y también que tanto Flybondi como Jetsmart, las dos aerolíneas de bajo costo que operan en el país, cobran por el equipaje que se sube a la cabina. Solo una mochila común o un bolso pequeño de hasta 6 kilos son sin costo, pero si se embarca con una carry on o un bolso grande, se debe pagar por él e incluso es más costoso que el equipaje que se despacha a bodega.
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