Fue construida como regalo para María de Teck y ahora la reina Camila está al frente de la remodelación de su biblioteca
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Si para el 1900 Edwin Lutyens ya era considerado uno de los urbanistas más importantes de la época, responsable de obras icónicas como la Puerta de la India o el Rashtrapati Bhavan (residencia real), dentro de lo que fue su planificación de la ciudad de Nueva Delhi durante el período del Raj británico –cuando India todavía era colonia británica–, quizá llame la atención saber que, además, fue el encargado de construir una casa de muñecas. Sí, así como leen. Claro que no cualquier casa de muñecas... Considerada “la más grande, más bella y más famosa del mundo”, fue un regalo que recibió en 1922 la reina María de Inglaterra, esposa de Jorge V.
Se trataba de un palacio en miniatura que medía 152 cm y era bastante más que una “simple casita”, ya que contaba con electricidad, grifos de baño plateados, lavatorios con cisterna y hasta una suntuosa vajilla de porcelana.
El proyecto cayó en manos de Lutyens porque era amigo de María Luisa, prima del rey, bajo el pedido de que la réplica en miniatura fuera lo más rigurosa posible, es decir, que reflejara con la mayor calidad y fidelidad posible lo que hubiera sido una casa real. Por eso la creación incluye hasta un ascensor, además de habitaciones reales, salón y comedor principal, sala de juegos para los niños, cocinas, jardines, bodega, cocheras y habitaciones del servicio doméstico en el ático. María Luisa se puso en contacto con Lutyens, que ya gozaba del título de celebridad por aquel entonces, y le propuso que se abocara a planificar el edificio, mientras ella –gran conocedora del ambiente artístico inglés– se haría cargo de los interiores y la decoración.
Pero la historia no termina acá. Porque “la petite maison” también posee 774 réplicas de obras de arte, una bodega con vino y licores auténticos, miniaturas de algunas de las joyas de la corona con piedras preciosas y perlas reales, un gramófono en el que suena el himno nacional y un garage con un pequeño Rolls-Royce.
En su confección participaron más de 1500 artistas y artesanos (250 artesanos y fabricantes, 60 artistas-decoradores, 700 artistas, 600 escritores para ser más específicos) y 500 donantes. Pero tal vez lo más insólito sea su extensa y magnífica biblioteca, que cuenta con al menos 600 libros escritos por las propias manos de sus autores y una colección de más de 700 acuarelas de artistas vivos.
La propia princesa María Luisa y su amigo el autor E.V. Lucas actuaron como bibliotecarios y se encargaron de catalogar y organizar los libros que formarían parte de la colección. Incluso varios de estos volúmenes incluyen relatos escritos especialmente para la reina María y algunos se han reeditado recientemente para su venta al público. La mayor excentricidad es que la biblioteca de la pequeña casa real posee libros encargados a autores vivos reconocidos, como J.M. Barrie, John Buchan, G.K. Chesterton, Joseph Conrad, sir Arthur Conan Doyle, Thomas Hardy o Aldous Huxley. Según informó la propia Casa Real británica, la mayoría estuvo encantada de contribuir, pero algunos, entre ellos Virginia Woolf y George Bernard Shaw, se negaron.
Tras meses de trabajo, la casa de muñecas se terminó y fue exhibida en la Exposición del Imperio Británico en Londres en 1924. Luego de eso se expuso una vez más y finalmente viajó al Castillo de Windsor donde se aloja desde ese momento.
En el presente
De cara del aniversario número 100 de la Queen’s Mary Doll House, la actual reina Camila decidió ponerse al frente de las nuevas reformas, aunque no de la casa sino de su flamante biblioteca: la decisión fue añadir 20 nuevas obras, escritas y decoradas a mano por destacados escritores e ilustradores con el objetivo de reflejar la literatura contemporánea del Reino Unido.
Las nuevas obras son cuentos, poemas, artículos y hasta recetas de cocina, muchos de ellos inspirados en la casa de muñecas o escritos especialmente con motivo de este centenario, de autores modernos como Joseph Coelho, Imtiaz Dharker, Julia Donaldson, Axel Scheffler, Philippa Gregory, Robert Hardman, Sarah Waters y A.N. Wilson, entre otros.
Actualmente, la “casita de muñecas” más célebre de Inglaterra se puede visitar en grupo o contratar una visita privada. También se venden entradas online para lecturas de su biblioteca y los souvenirs –por supuesto, en miniatura– están disponibles en la página web de la Familia Real británica.