Cada vez son más diversos los circuitos que invitan a recorrer la cara oculta o no conocida de una ciudad que alberga infinidad de anécdotas, obras de arte y lugares de interés cultural
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El santuario de Maradona, el colegio donde se conocieron Charly García y Nito Mestre, el potrero donde el papa Francisco jugaba a la pelota. La casa de la serie Grande Pa, el Cementerio Británico de noche y la esquina de Sarmiento y Esmeralda que inspiró el tema de Los Twist. ¿Qué tienen en común estas locaciones porteñas? Son lugares que mantienen vivo el recuerdo de hitos sociales y culturales, atesorando capas y capas de historia. Hoy la ciudad cuenta con una oferta de circuitos para recorrerla y redescubrirla con otros ojos.
El menú de caminatas temáticas es amplio y diverso. Desde el castillo donde Sandro instaló su oficina y la procesión que encabezan los fanáticos de Esperando la Carroza por Versalles, hasta un tour por el lado B de los barrios. La trama urbana abrió la temporada de exploraciones y cada vez son más los que se suman a compartir una tarde diferente, impulsados por la necesidad de sacarse el barbijo y respirar a bocanadas la otra cara de la ciudad.
Los que siguen son algunos de los más destacados tours que nos llevan a (re) conocer Buenos Aires a través las huellas de sus personajes o sitios más emblemáticos:
■ La Buenos Aires de Borges. El punto de encuentro, la bóveda de la familia Borges en el Cementerio de la Recoleta, también es el punto de partida del Borges Tour. Al frente del viaje literario que cruza aspectos personales con poemas y fragmentos de la obra de Jorge Luis Borges está Daniel Mecca. El periodista y poeta guía a los inscriptos por las casas donde vivió Borges, las emblemáticas cinco esquinas del poema Barrio Norte (publicado en Cuaderno San Martín, 1929), donde confluyen Libertad, Juncal y Av. Quintana. Frente a la puerta de la histórica casa de la calle Maipú 994 Mecca hace una pausa, recita otros poemas, sortea remeras y reparte fanzines. “Mucha data copada del Borges terrenal, otra manera de entrarle a su literatura, de la mano de un apasionado”, señala Mariana R. sobre el recorrido. Más información: $2900 para argentinos, incluye entrada de $700 al cementerio de Recoleta. https://www.instagram.com/danielmecca/
■ Por amor a Diego. Tres generaciones de fanáticos y admiradores de Diego Maradona se abrazan y acarician el césped del estadio Argentinos Juniors en Paternal. Miran el cielo. Se sacan fotos con la tribuna que lleva el nombre del Diez. Hugo Restivo, su yerno Gustavo García y sus nietos Ciro, de 7 años y Juana, de 4, participan del Pelusa Stadium Tours, un viaje inmersivo sobre las primeras gambetas de Maradona. Estadísticas, fechas, formaciones, marcaciones y goles. Con datos precisos, Tomás Taqui, guía trilingüe, señala camisetas y botines en el museo de AAAJ, repasa las hazañas de Los Cebollitas y describe con detalles concisos el “mejor gol de su carrera”, una gambeta contra Huracán, en 1977. “Nací y me crié en Paternal. Paso todos los días por el estadio pero desconocía la historia. Está buenísima la propuesta de capitalizar la impronta maradoniana y articularla con el barrio”, comenta Damián Cerqueiro, otro integrante del tour que arranca por los murales que rodean al estadio Diego Armando Maradona, entre las calles Gavilán, San Blas, Av. Boyacá y Juan A. García. El recorrido baja un cambio en el santuario repleto de mensajes, rosarios, camisetas, estampitas, barbijos y recuerdos. Información: @pelusastadiumtour Costo: $2500.
■ Cuando Jorge soñó a Francisco. La casa familiar, el potrero y el primer confesionario de la Basílica de San José de Flores, donde también ofreció su última misa patronal, antes de volar al Vaticano. El recorrido que repasa la niñez y la juventud de Jorge Mario Bergoglio tiene a Flores como epicentro. “Un 21 de setiembre de 1953, como todos los chicos de su edad –17 años–, Bergoglio estaba en camino hacia los festejos del Día de la Primavera. Pero hizo una parada en la Basílica para confesarse. Fue clave para su camino sacerdotal”, explica Daniel Vega, el guía, frente al confesionario. Los pasos del papa Francisco se detienen en Varela al 200, su casa natal, la escuela primaria y la casa familiar, en Membrillar 53. El circuito bordea el Instituto Nuestra Señora de la Misericordia, donde Bergoglio tomó la primera comunión, y el potrero donde jugaba a la pelota. Información: @danielvega600 Costo: $600
■ Lunes otra vez. “Mi compañero de colegio y de aventuras”, dice Nito Mestre sobre Charly García. La semilla de Sui Generis, el dúo inoxidable del rock nacional, empezó a germinar en el Colegio Dámaso Centeno, el instituto militar donde los músicos cursaron el secundario, en un histórico edificio de Av. Rivadavia al 5500. A dos cuadras, la confitería El Greco fue escenario de tostados compartidos y charlas interminables. El itinerario, guiado por Javier Cortese, se detiene en la plazoleta Crisólogo Larralde, en Rojas y Yerbal, donde se inauguró un mural por los 50 años de la banda. “Si bien el rock nacional nació en La Perla de Once o en La Cueva, Caballito marcó una parte importante de la historia”, señala Cortese. Desde Buenos Aires Secreta también organiza una caminata por los orígenes del rock nacional, donde los bares del centro cobran otra dimensión. A las mesas de La Academia se sentaron Litto Nebbia, Moris y Tanguito. “Durante un mes vendieron rosas en La Paz”, reza el tema de Fito Páez 11 y 6, del disco Giros. “Todas las noches en Corrientes en La Paz o en la Giralda chamuyando de cosas abstractas”, dice Sopa de Letras, de Memphis La Blusera. Y más, la esquina de Sarmiento y Esmeralda que inspiró “Pensé que se trataba de cieguitos”, el tema de Los Twist que describe los años de plomo de la dictadura. Información: Tour Sui Generis Miércoles 25 de mayo. Tour Rock Nacional: jueves 12 de mayo, 18 hs. Costo: $ 600 @buenos_aires_secreta
■ Dame el fuego. Un castillo escenográfico altera el eje urbano de Boedo. Su torre, un mirador en Pavón al 3900, fue el sueño cumplido de Sandro. Roberto Sánchez compró un PH, bocetó la obra y lo transformó en su fortaleza, con la intención de convertirla en estudio de grabación. Después de años de deterioro, hoy es el centro cultural Cava que ofrece recorridos guiados por su oficina y las salas de reuniones de la ex productora. También, shows, catas de vino y visita al museo, donde las batas de seda, instrumentos y objetos se exhiben entre arcos góticos, arañas y vitrales. Una leyenda urbana para descubrir. Información: Hoy, 14.30 hs. Costo: $1000 con merienda incluida
■ Noche en el cementerio. Llevar cargado el celular es clave para la visita nocturna al cementerio Británico que propone Eduardo Lazzari. Entre árboles añosos y senderos parquizados, el historiador señala la singularidad del lugar, “que responde a otra estética y otros cultos funerarios”. El trayecto –que coincide con la luna llena-– pone el foco en las lápidas de Cecilia Grierson, Juan Bautista Thorne y Thomas Bridges. Información: www.eduardolazzari.com.ar. Costo: $1200
■ Luz, cámara, acción. A Buenos Aires también se la puede abordar como una ciudad audiovisual, con recorridos que mapean locaciones de series de TV o películas. Las escenas claves de Esperando la Carroza se filmaron en Versalles, el barrio que ostenta la fachada más famosa del cine nacional. Se trata de la casa de Mamá Cora, en Echenagucía al 1200, donde los fanáticos de la película repasan los monólogos de memoria. Para celebrar los 37 años del estreno de la película, los “carroceros” ya tienen planes. El 8 de mayo recorrerán la plaza Ciudad de Banff, la emblemática esquina donde Andrea Tenuta, Betiana Blum y China Zorrilla toman un helado y la calle Piedra Buena, donde se rodó la frase: “Tres empanadas, ¡qué miseria che!”. El festejo incluirá la proyección de la película y del documental Carroceros que indaga sobre el fenómeno de los fanáticos y la vigencia del fenómeno cultural.
Experiencias urbanas
El mapa de las joyas arquitectónicas no sólo destaca edificios y monumentos históricos. También cuenta historias de transformaciones sociales, políticas y culturales. Este es el eje que subrayan los guías de Eternautas en los recorridos que articulan pasado y presente. Un borde de Balvanera es uno de ellos, donde Diego Braude guía al grupo al ritmo de los cambios más significativos del eje de la avenida Callao. Los ventanales de Callao 312 aún recuerdan al Bazar Dos Mundos, una de las primeras tiendas de la ciudad (sobre la cual se había instalado un burdel). La explosión cultural de los ‘90, representada en el Centro Cultural Rojas y en el desaparecido Ave Porco también forma parte de los reciclajes urbanos que abordan estos circuitos.
En tanto, los murales esculturales de ciertos edificios, sus porteros eléctricos y sus fachadas vintage integran el repertorio de Vanessa Bell, que incluye artefactos urbanos de diseño para mostrar el lado B de la ciudad. “Lo cotidiano, pero con otra lente, con la mirada afilada y la curiosidad de un voyeur”, destaca la investigadora, que customiza los recorridos según necesidades concretas desde Creme de la Creme. Experiencias foodies, showrooms de diseño de autor y un pantallazo por las yuxtaposiciones del modernismo, el movimiento brutalista y el art déco.
Periplos para descubrir a pie otras facetas de la ciudad a partir de un menú de itinerarios para todos los gustos.
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