Dejó la arquitectura para innovar en en sector en el que parecía que ya estaba todo hecho; su local en Palermo tiene una estética muy particular donde los superhéroes cobran vida y las mascotas son bienvenidas
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Hace rato que los gustos de helado cruzaron la frontera segura del chocolate, el dulce de leche, la frutilla y la crema. Pero una heladería de Palermo decidió correr aun más esos límites y ofrece para su fiel clientela sabores tan curiosos como osados: Palito de la Selva, chicle Bazooka, Pico Dulce o Rhodesia. Sí, las golosinas más icónicas de la infancia de generaciones enteras ahora pueden degustarse en forma de helado, y son el gran diferencial de la heladería Arkyn que tiene, además, una estética muy particular. Al cruzar la puerta, los súper héroes cobran vida en las pintorescas paletas y en la ambientación que, por momentos, transmite la sensación de estar dentro de un cómic.
Alex Tavano es la persona detrás de la disruptiva heladería. Hasta 2014 este arquitecto se dedicaba a levantar hoteles por todo el mundo, hasta que un pico de estrés lo depositó en la cama de una clínica y decidió parar la pelota. Pero lo hizo parcialmente, porque durante ese año sabático empezó a desarrollar la idea de lo que sería su nuevo proyecto. Así, en 2015, Alex viajó a Italia a capacitarse: allí logró empaparse del negocio y hasta hizo cursos de maestro heladero para saber en qué se estaba metiendo. Unos meses después, volvió al país dispuesto a llevar a cabo su proyecto, que finalmente se materializó en 2017.
“La idea era que fuese bien diferente, queríamos algo disruptivo en cuanto a sabores y estética para diferenciarnos de las demás propuestas porque todas las heladerías son bastante parecidas. Y ahí surgió lo de los gustos de edición limitada como el chicle Bazooka, el Pico Dulce, el Palito de la Selva y también la Rhodesia, el Ferrero Rocher y el Sniker o la Bananita Dolca”, cuenta Tavano, que comparte el negocio con su hermano.
El emprendedor también dice que cada uno de esos gustos exóticos demanda entre cuatro y seis meses de desarrollo, pero eso sí, asegura, saben igual a la golosina original. “No es crema con un poquito de colorante y listo. Alcanzamos altos estándares de textura, sabor y color –sostiene–. Realmente llevamos el gusto de la golosina al helado, por eso tardamos tanto tiempo en desarrollar estos sabores. El de Rhodesia y Pico Dulce fueron los que más nos costaron”.
Contrariamente a lo que suele creerse, los gustos de golosinas los consumen sobre todo los adultos. “Con las paletas pasa lo mismo. Se suele creer que las piden más los chicos y en realidad son los adultos quienes más las eligen”, asegura Alex.
Superhéroes y perros
Hace unos años la heladería también desarrolló el helado de yerba mate (hay cuatro variedades) que le demandó casi un año de ensayo porque a pasar de una bebida que se toma a más de 80 grados a un producto que se consume a menos de 20 fue un desafío enorme. Pero aún entre los sabores tradicionales Tavano explica que siempre buscan innovar y desarrollar sus propias recetas. ¿Algunos ejemplos? Hay un chocolate picante con chili, y también, en breve, saldrá uno con sal marina y aceite de oliva para los que están aburridos del chocolate clásico.
Más allá de que la heladería es conocida por sus gustos fuera de lo común, las paletas con la cara del villano de Star Wars Darth Vader (que aparece en forma de bombón también en el gusto chocolate amargo) o Yoda son un sello del lugar, así como las que llevan el logo de Superman, Spiderman, Batman y la Mujer Maravilla. “Tenemos la licencia oficial de DC Comics Y Warner en helados para toda la Argentina. Y en breve para Brasil y Chile. El próximo paso será hacer la paleta en forma de cabeza, como si fuera una impresión 3D. Serán 120 gramos de puro helado con la cabeza del superhéroe favorito. La idea es lanzarla este año”, detalla Tavano.
Por si fuera poco, en este 2022 también llegará el turno de ocuparse de los perros. Siendo una heladería pet friendly, se ofrecerán sabores de helados para ellos. “Tengo dos y sé que todo perro ama el helado. Desde el principio del proyecto pensamos en esto. Lo que pasa es que estamos esperando los permisos y con la pandemia se fue dilatando todo. Confío que entre agosto y septiembre ya estén listos”, anticipa Tavano, dispuesto a correr una vez más los límites. Los gustos ya están definidos: serán carne, pollo y tira de asado. Aunque todavía no salieron a la venta, sus perros ya les dieron el visto bueno.
Clientes osados
Aunque el argentino suele ser clásico respecto de los gustos de helado, Alex asegura que su público le va marcando el camino. Las redes sociales de Arkyn cuentan con miles de fanáticos: en su Instagram tiene más de 27 mil seguidores que deliran cada vez que sacan un gusto “raro”. De hecho, antes de la pandemia Tavano solía organizar focus group con algunos clientes y ellos mismos le sugerían sabores, algunos incluso más arriesgados que los que él propone. Otros los tomó y los materializó en un gusto concreto, como el de Bananita Dolca. “Cuando rompés una barrera, marcás la diferencia. Todo lo que sea innovación me gusta. Lo apliqué en la arquitectura y ahora lo aplico acá”, concluye Tavano.ß Laura Reina