Los Chacayes, en el Valle de Uco, a 120 kilómetros al sur de la Ciudad de Mendoza crece con propuestas de lujo
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MENDOZA.– Frente al importante crecimiento que experimenta el sector turístico en los últimos años, sobresalen propuestas innovadoras, más alejadas de la capital provincial, que combinan la calidad de la alta gama con destacados servicios, a precios alcanzables, en alojamiento y gastronomía.
Así, se busca darles respuesta a visitantes exigentes, que quieren vivir experiencias únicas, cerca de los viñedos y la montaña, pero a un costo que no se vaya por las nubes.
El turismo de lujo ya es una realidad en la provincia del oeste, con una gama de opciones de altísimo nivel, con iniciativas superadoras e integrales donde vino, comida y relax van de la mano. Se puede, vía reserva previa, ir por el día a deleitarse con grandes platos y buenos caldos, o directamente quedarse a dormir.
El Valle de Uco pica en punta, con una variada gama de ofrecimientos para huéspedes y comensales: alojamientos boutique con óptimos restaurantes ubicados estratégicamente entre los mejores viñedos y bodegas de la región. El Valle de Uco en Mendoza es el terruño vitivinícola argentino más preciado en los últimos años, según coinciden los especialistas de la bebida de los dioses.
Por eso, buena parte de las novedosas propuestas se asientan en un sitio clave de esa región mendocina, donde nacen los vinos que sorprenden al mundo. Se trata de Los Chacayes, un terruño de la comuna de Tunuyán, a más de 100 kilómetros de la Ciudad de Mendoza, que ya obtuvo la Indicación Geográfica (IG), otorgada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura en 2017.
Los Chacayes, un terruño de la comuna de Tunuyán, a más de 100 kilómetros de la Ciudad de Mendoza, que ya obtuvo la Indicación Geográfica (IG), otorgada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura en 2017.
En este lugar sobresalen los emprendimientos gastronómicos y hoteleros de renombrados productores, como Alpasión, Casa de Uco, La Morada Life, con Hornero restaurante, en el corazón de la Finca Los Arbolitos, La Coste de los Andes, con Atipana restaurante, SuperUco, de los hermanos Michelini, y The Vines of Mendoza, entre otros.
Los valores en alojamientos, para dos personas, dependiendo el lugar, van de los 150 a los 700 dólares por día, mientras que a la hora de sentarse a una mesa, con buenos maridajes, los precios oscilan entre los 10.000 y los 30.000 pesos por persona.
“Los Chacayes está ubicado estratégicamente en el centro del Valle de Uco, y se observa un enorme desarrollo que están experimentando tanto la gastronomía como la hotelería y el turismo en la zona”, comenta Cristian Moor, presidente de la Asociación Civil IG Los Chacayes, y gerente de enología de la bodega Corazón del Sol. Hace veinte años, Los Chacayes contaba con algo más de 200 hectáreas de viñedos, y en la actualidad ya son casi 2000.
Uno de los espacios que más llama la atención y que permite ir con un “presupuesto equilibrado” es La Morada, un pequeño boutique lodge, con la vista imponente de los Andes, situado en medio de un viñedo propio de 270 hectáreas, donde también se abrió Hornero. “La Morada es un oasis de paz en el cual descubrir los encantos del Valle de Uco, para vivir una experiencia única en alojamiento y gastronomía”, comenta Andrés Rosberg, reconocido sommelier internacional y propietario del emprendimiento, donde también se ofrecen platos para compartir, con productos frescos y sabores locales, bajo una propuesta que gira en torno a dos hornos de leña. El menú es variado: desde fiambres y embutidos nacionales e importados, feteados en vivo en una antigua Berkel de los ‘60, pasando por empanadas de chivito braseado con queso de cabra y tomate asado, langostinos de Madryn a la chapa, pesca del día asada o un roll de ojo de bife envuelto en panceta hasta helados caseros de postres.
Otro lugar que sorprende es Alpasión, con un íntimo restaurante ubicado al lado del lodge, abierto desde 2015, con almuerzos y cenas para los clientes que se hospedan así como para visitantes, con una capacidad para 25 personas. Actualmente, sirven un menú de cuatro platos de cocina tradicional argentina con un toque gourmet. Las técnicas de cocina utilizadas también se centran en el fuego y todo se combina con los vinos de la bodega y de la región. El menú tiene un valor promedio de 13.000 pesos e incluye, por ejemplo, una crema de espárragos y zucchini, un vitello tonato mendocino, con finas láminas de ternera, con mayonesa de atún y anchoas, solomillo de cerdo, manzana y zapallos y de postre: flan casero de naranja.
Es creciente la presencia de turistas internacionales, principalmente brasileños y estadounidenses, por la recuperación de la conectividad aérea, pero los visitantes nacionales también pisan con fuerza.
“Nos sorprende cada vez más la llegada de visitantes extranjeros, que le hacen muy bien a la provincia, por el impacto económico. Esto también tiene que ver con la recuperación de la conectividad. El turismo de alta gama no para de crecer en sitios clave y lo celebramos, al mismo tiempo que apostamos a optimizar el servicio”, comenta Arturo González, presidente de la Cámara de Turismo de Mendoza.
Atipana, creado por Miriam Chávez, es otro restaurante para visitar en Los Chacayes, en el interior de la bodega francesa Château La Coste, donde se elabora el conocido vino La Coste de Los Andes, incluso la gama Andillian. Los platos son de lo más variados: se ofrece hasta guisos tradicionales, con ingredientes traídos de la montaña. En el menú de pasos se pueden probar delicias de tomates asado, queso azul, hongos de pino y finas hiervas, bombón de chivo, bife de lomo con bouquet de verdes y cebolla asada, tagliateles estampados con salsa roja y langostinos, y una panacota en espejo de frutos rojos.
Una de las visitas de mayor lujo está en The Vines Resort & Spa, una tranquila villa en la base de la imponente montaña. Son 21 unidades, rústicas pero elegantes y confortables, inmersas en luz natural y construidas con madera y piedra, cuyos colores han sido inspirados en la naturaleza de la zona. El principal punto de encuentro es el lodge, con espaciosas áreas de relax en el interior y al aire libre, hogueras, servicio de spa, bar y cava.
Asimismo, una de las principales atracciones es el restaurante Siete Fuegos, del aclamado chef Francis Mallmann, especialista internacional en cocción de carnes a fuego abierto, acompañados con ingredientes naturales y vinos boutique de la región. Allí, se pueden disfrutar desde un ojo de bife cocido a la parrilla por nueve horas a fuego lento, salmón al infiernillo en costra de sal hasta frutas de estación a la parrilla.
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