En plenos ensayos de Julio César, dirigida por José María Muscari, vuelve a apostar al amor con el político Fernando Galmarini, su pareja desde hace un año
- 10 minutos de lectura'
Es imposible predecir a Moria, incluso contarla de una sola manera. Porque tiene que ver con cómo ella explica la vida: “Es como una gran puerta giratoria en la que vas dando vueltas y vueltas, pero de vez en cuando tenés una salida. Obviamente podés quedarte girando como una calesita o ser inteligente, decidir cuándo salir”. Y esto también aplica al final abrupto de “Moria es Moria”, programa que hacía a diario por Canal 9.
Amante del psicoanálisis sin ser analizada, ella cree que el secreto absoluto consiste en desdramatizar, para luego terminar fortalecida. Y lo hace siempre.
Esta charla, por ejemplo, transcurrió un viernes cualquiera a media tarde. Ella se preparaba para un ensayo porque será Julio César bajo la dirección de José María Muscari. Mientras, hablaba del mundo, la nueva era y sus amigos. Entre ellos Enrique Pinti, recientemente fallecido, a quien entonces planeaba visitar. “Lo que nos hemos reído en la vida con mi adorado Enrique. Me quedo con eso. No me gusta sumergirme en los temas de la muerte. Últimamente lo hablo mucho con el Pato (por Fernando Galmarini, político, su pareja desde hace un año). A él se le están muriendo todos sus amigos. No hace mucho perdió tres en una semana. Se la pasaba de velorio a entierro y de entierro a velorio. El es un hombre de muy buena fe, pero toda esa situación lo partió. Imaginate cómo terminás si a cada rato te llaman para decirte que están enterrando a la persona que tomaba café con vos hace unos días”.
-¿Y cómo se ayuda en esos casos? ¿Se puede desdramatizar la muerte?
-No tiene que ver con desdramatizar sino con salir del círculo de ciertos rituales. No hace falta estar al lado del muerto o inmolarse en el dolor de un cementerio. A veces sí y a veces no. En este caso extremo le pedí que se suba a la bicicleta, que nade, todas esas cosas que a él le encantan porque sigue siendo muy deportista. Le dije que se oxigene. Y siempre me hace caso, lo ayudo de esa manera. Incluso ahora volvió a escribir y va a terminar su libro, que estaba en stand by. “Galma” también se está redescubriendo.
-¿Lo llamás así?
-Sí. Lo de Pato surgió en tiempos difíciles de militancia. Él fue un clandestino y le pusieron Lucas de nombre. De ahí lo de Pato, por el Pato Lucas. Pero a mí me gusta decirle “Galma”, porque es político con alma, aunque empiece con G.
-El primer encuentro fue en tu cama televisiva, hace años.
-Sí, A la cama con Moria se llamaba el programa. Él se acordaba, pero yo no. Me lo dijo cuando lo crucé en una situación de evento ligado a la política, un premio a la cultura. Ahí me mandó el “yo estuve en tu cama”. A partir de ahí empezamos a charlar. Y un día comenzó a venir a mi casa... y un día no nos separamos más. Es muy hermosa nuestra historia. Ambos nos redescubrimos. El con cinco hijos y once nietos; yo con una hija y dos nietos. Somos personas con vidas intensas. El mandó toda su libido a la política y yo, si bien no la mandé a ninguna parte, la repartí como tuve ganas. Lo mágico es que a esta altura de la vida, yo con siete cinco y él con siete nueve, nos hayamos encontrado y formemos una pareja.
-En la nueva era, como decís vos. ¿Hablás del post-covid?
-No precisamente. Yo hace tres años que vengo hablando de todo esto. Hice una tapa diciendo que era la Virgen de la nueva era, donde estoy con un vestido blanco. Empecé a decir esto antes del covid porque sentía que todo iba a comenzar de nuevo. “¿Cómo es posible que nos mate un mosquito, que exista el dengue?”, repetía sin parar. Es que no puedo creer que algo tan ínfimo, que lo aplaudís para matarlo, pueda matarte. Y lo decía antes de que se supiera esto de los bichos, los murciélagos y el mercado chino. Yo estaba haciendo Intrusos (que fui por un reemplazo un día y me quedé meses) y mi programa de la tarde, Incorrectas. En ambos decía: “Chicos, miren que se vienen enfermedades que harán que no podamos besarnos, saludarnos, tendremos que usar barbijos”. ¡Bozales! ¿Quién habló toda la vida de los bozales legales, mi amor? Soy una psiqui canal. Todo fichado, registro activo. Y ahora me siento en la nueva era total. Porque yo ya la transcurrí esta época. La trascendí.
-¿Tuviste Covid?
-No, porque tengo las defensas altísimas. Me cuido muchísimo y, además de ser muy sana, hago medicina antiaging hace añares. Eso te crea una cantidad enorme de defensas. Además estoy convencida de que mi cabeza es quien protege mi cuerpo, y mi cuerpo quien protege mi cabeza. Es una retroalimentación.
-¿Tenés algún top five de cosas que hiciste fuera de época?
-¡Un top mil! No quiero ponerme cocardas, pero los realities los hice 30 años atrás. Junté a mis dos maridos en un estudio y dije barbaridades, tuve familias ensambladas. Cuando mi hija tenía catorce salía con un señor mucho mayor. Todos el mundo me criticaba. Después debutó haciendo un desnudo con Fernando Peña y una jueza me la quería sacar. Siempre viví situaciones que tienen que ver con la libertad, la redeterminación y resignificación. Es porque toda la vida rompí esquemas. Detesto la manada. No soporto que se diga algo y todos vayan atrás.
-Sin embargo ahora estás de novia, dejás que te digan abuela, vas a comer asados en familia...
-Es como una película al revés. O el caso Benjamin Button, el niño que a diferencia de los recién nacidos, llega al mundo con la apariencia de un anciano de 80 años. Todo lo que ahora es nuevo para muchas mujeres, yo ya lo viví. Para mí esto es lo nuevo. En este film empieza la vida cuando somos mayores y terminamos siendo más pibes. Y lo de abuela no es abuela, sino abuelo. O Momushka. Porque soy como una gran madre de la que salen cosas.
-Jean Paul Gaultier dijo que sos “la Rossy de Palma argentina”. Enloqueció con vos.
-¡Lo sé! Me contrató cuando vino a la Argentina, me regaló ropa y cajones de perfumes. Estaba fascinado y le hice un show divino. Estaba hipnotizado conmigo. Y es normal porque tengo esa cosa de gran puto, pute. De transgredir. Algunos dicen que soy el gran travesti argentino. Pero no, supero. Soy una drag queen. Tengo otra estética y otra historieta. Y Gaultier, ese caballero increíble con buena vibra, vio eso. Soy la única que merecía su corset.
-¿Te hiciste peronista?
- No, yo soy casanística. Alguna vez lo acompañé a Galma a una unidad básica, pero no tengo tiempo. Yo no entiendo el odio hacia lo popular ni hacia lo intelectual ni hacia lo que sea. Debe ser terrible sentir odio. La gente tiene que hacer lo que se le dé la gana y yo soy la menos apropiada para señalar porque hice barbaridades en la tele. Desde llevar un marido y decirle “vos no me hacías nada en la cama” hasta echar a mi hija del estudio. No me puedo asustar de nada. Cuando se nota resentimiento y odio, no consumo. No tengo tiempo.
-¿Qué pasó en la televisión? ¿Por qué se derrumbaron los grandes?
- La tele, como la radio, nunca van a desaparecer. Tampoco los chimentos. Basta con remontarse a la historia con El pueblo quiere saber de qué se trata. Desde el Cabildo Abierto que existe el chusmerío. Y en las reuniones de la gente bien, esas que dicen que no miran televisión como un acto de elegancia, se desesperan por saber todo. Te preguntan cómo es este, cómo es el otro. Entonces decís: “¡Estas personas no ven televisión, se la tragan!” Con respecto a la caída de ciertos personajes... qué decir. Yo pienso que todo lo que era, ya fue. El pasado se los comió. Ninguno se pudo acomodar al presente. Son un papelón.
-¿Qué otras cosas son un papelón o ya fueron?
-El concepto de lo “vip”. Lo “cache”, lo “chic”, lo “in” y lo “out”. Que te pongan la pulserita en un vip es un mamarracho. ¿Marcarte con algo para estar encerrada en un lugar con dos tipos que no te dejan salir? Es impresionante pensar que existen sujetos que gastan fortunas para luego no poder salir de un cuadrado.
-¿Seguiste el Wanda-gate?
-Eso también me hartó. Soportar todos los días a Wanda, la China y el pibe ese. Lo que pasa es que eran lindos y millonarios. Una cosa es hacer una historia de cuernos de gente común y otra cosa es todo esto. La mina es como una Fort con peluca, mostrando la obsenidad del dinero. Cosa que no estaría mal pero bueno...el show de las carteras, el yate y la mar en coche. No hay mucho más que eso. La piba es una empresaria exitosa y vive pendiente de una red social. Tiene un vientre muy próspero que le da hijos a lo loco y está con este pibe. La verdad es que no me interesa. Yo dejé de ver televisión de aire desde que empezó la nueva era.
-¿A quiénes elegís en este medio?
-Juanito Belmonte y Pinti, que partieron. Carlitos Perciavale, Antonio Gasalla. Cómo nos hemos reído. Habíamos estado distanciados con Antonio, pero ya quedamos para juntarnos y tomar un té. Y Susana, que siempre me preguntan, nunca fue mi amiga sino una compañera de trabajo de los años 80, a la que yo cada tanto visitaba en su programa. Buena energía ahí, pero no mucho más. Si la veo en algún lugar obviamente la saludo. Tenemos vidas y mentes diferentes, aunque coincidimos en algo...
-¿En que son irremplazables?
-Claro, mi amor. A mí no me buscaron tanto porque rompí el molde, me imitan las trans de toda la vida. Pero a ella, pobre, cada oxigenada que aparecía empezaban con el tema de la sucesora. Y no es posible eso.
-¿Existe un diccionario “casanesco”?
-Sí, claro. Debería imprimirlo. Hace unos años vinieron a estudiarme. La cantidad de frases mías que ya son del país entero. es impresionante.
-¿Cuál creés que es el hit?
-Me parece que “El decorado se calla”. Y hay tanto decorado últimamente...
-¿Cuál fue tu última audacia?
-Enamorarme. En una época en la que muchas están contra los hombres, yo vivo la vida feliz, con uno de 79 años.
-Y últimamente se te vio en zapatillas, incluso en televisión.
-Tiene que ver con eso de la manada. Yo mostré todo, ya me hice todo y mucho más. Ahora veo que todas las minas están amazoniadas, kardashianadas, copiando lo que ven en Netflix, las redes. Hay como una clonación frenética pero yo siempre apuesto a la individualidad.
Más notas de Moria Casán
Más leídas de Sábado
“Después de 30 años, la locura sigue intacta”. Fabio Alberti, íntimo: su vida en Uruguay, su pareja 20 años menor y el regreso de Cha Cha Cha
Nació en 1929. De lechería histórica a cantina célebre por su “torre de milanesas”
Más de 80 años. La rotisería creada por un inmigrante español que se mantiene intacta y ofrece sabores "de antes"
De Plaza Italia a Villa Crespo. El corredor urbano que concentra cada vez más propuestas gourmet