En una gran descarbonización, la blockchain Ethereum (segunda después de Bitcoin) logró reducir drásticamente su consumo de energía eléctrica
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La inmensa mayoría de la humanidad ni se inmutó, pero durante la madrugada del jueves pasado tuvo lugar lo que quizás haya sido la mayor descarbonización de la historia de la tecnología. De la noche a la mañana, se completó The Merge, una fusión sustentable que le permitió a Ethereum, la blockchain más popular del mundo cripto solo detrás de Bitcoin, reducir drásticamente su consumo de electricidad y de esta forma eliminar el 99,99% de su huella de carbono.
Esta compleja hazaña de ingeniería puede parecer irrelevante para aquellos que no poseen criptomonedas, pero es una gran noticia para todos los que habitamos el planeta en general. Desde su irrupción hace casi una década, Ethereum y Bitcoin han sido criticadas por su alto impacto ambiental, al punto que, según distintos estudios, si fueran un país ocuparían el doceavo lugar en consumo de energía en el mundo. Esta energía se genera en su mayoría a partir de combustibles fósiles que, al quemarse, contribuyen al calentamiento global.
¿De cuánto es exactamente este súbito ahorro energético? El propio Vitalik Buterin, el joven ruso canadiense fundador y cerebro detrás de Ethereum que tuvo un resonante paso por la Argentina a fines del año pasado, tuiteó que la fusión reducirá el consumo eléctrico global en un 0,2%. Un avance colosal si se lo compara con el lento camino hacia la descarbonización que exhiben otros sectores e incluso países.
Según coinciden los especialistas, The Merge representa un extraordinario hito informático por parte de cientos de desarrolladores de Ethereum de todo el mundo, que trabajaron en colaboración durante años, muchas veces de forma voluntaria, haciendo investigación y pruebas. Es también un valioso ejemplo de acción colectiva para mejorar un bien público y demuestra cómo la innovación y la mejora de la tecnología pueden reducir radicalmente las emisiones.
“La fusión es probablemente el mayor esfuerzo de descarbonización de cualquier industria en la historia. Habiendo eliminado la alta huella de carbono como una de las mayores barreras para el crecimiento futuro, ahora Ethereum está preparada para despertar una nueva ola de interés, desarrollo, adopción e inversión”, dijo Joseph Lubin, cofundador de Ethereum y fundador de ConsenSys, empresa que presentó esta semana un informe liderado por el Crypto Carbon Ratings Institute que confirma que las emisiones de carbono de la red bajarán un 99,99%, pasando de más de 11 millones de toneladas anualmente a 870.
Técnicamente, se trató de una transición de dos mecanismos de consenso sobre los que se basa Ethereum y que la vuelve tan atractiva para desarrolladores e inversores. Así lo explica, en diálogo con la nacion, Pablo Sabbatella, fundador de la academia Defy Education: “The Merge es básicamente el momento en el cual la blockchain de Ethereum pasa de funcionar con el mecanismo Proof of Work, que es la prueba matemática que realizan los llamados mineros, y pasa a usarse un nuevo sistema: Proof of Stake. Para el primero se tenía que comprar mucho hardware y equipamiento, mientras que para este último se compran tokens y se depositan en garantía”.
Sin embargo, no son pocos los que advierten que estos mineros buscarán nuevas oportunidades para su infraestructura ociosa. “Es un gran logro pero la pregunta silenciosa es qué va a pasar con todo el poder computacional que quedó huérfano de la noche a la mañana como consecuencia de The Merge”, aporta René Labarthe, cofounder de Oxychain, una compañía cuya misión es “descarbonizar internet”. Y agrega: “Es ingenuo creer que todo ese hardware se va a apagar para siempre. Se estima que cerca del 30% de los mineros de Ethereum ya encontraron un nuevo hogar en otras redes que tienen un alto consumo de energía”.
Además de subirle la vara al Bitcoin, la criptomoneda archirrival de Ether que todavía no logra resolver su huella ecológica, la fusión abre un nuevo horizonte de oportunidades para que se produzcan innovaciones similares en otros sectores. Por ejemplo, muchas empresas, ONG y hasta artistas se habían visto disuadidos de usar NFT por su alto costo ambiental. Ahora el impacto es apenas una mínima fracción de lo que era y por eso varios se entusiasman con la idea de que el mundo cripto se convierta por fin en una herramienta disruptiva para proteger el planeta.
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