La continua devaluación del peso y la inflación en Estados Unidos modificaron las conductas en las compras de los argentinos; la ropa y el calzado siguen entre los productos más buscados
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Para muchos argentinos que viajaban a Miami con cierta regularidad, sentarse en un restaurante barato y pagar 20 o 25 dólares un almuerzo se ha vuelto casi prohibitivo. En la Argentina, el mismo plato o aun mejor puede costar la cuarta parte. Sin embargo, con ese mismo dinero se compran un buzo de marca. Por eso, tratan de evitar las salidas gastronómicas, pero siguen frecuentando los centros comerciales.
“La comida la encontré carísima, pero la ropa está superbarata, aunque tengamos un dólar a casi 300. En Columbia un buzo vale 20 dólares y una campera de pluma 69, menos un 30% de descuento, queda en unos 50 dólares. En la web de Columbia esa campera en la Argentina cuesta 100.000 pesos (unos 330 dólares). Algo similar veo con el calzado deportivo. En la Argentina unas buenas zapatillas de marca están en 100, 120 dólares, acá podes comprar por 25 o 40 dólares”, afirma Gabriela Pagani, de vacaciones en Miami.
Los precios de la ropa la sorprendieron tanto que terminó visitando el Dolphin Mall tres veces en un viaje. “A mi sobrina de 5 años le compré toda la ropa de Carter’s en Ross, (tienda de descuento); conseguí una remera de Disney por 50 centavos. Me convino pagar una maleta 100 dólares para llevar más”, aporta.
Nora Calderale vivió tres años en Miami y ahora lo visita asiduamente. Lo primero que notó dice, además del progreso en autopistas y construcciones (le sorprendió entre otras cosas, la cantidad de Teslas en la calle), es la inflación. “Hay cosas que han subido más del 9% que toman como índice inflacionario. Hemos notado la diferencia, sobre todo en la comida. Si bien comparado a la inflación nuestra es una risa, estábamos acostumbrados a que todos los años los productos valían lo mismo, y en cambio vi mucha diferencia de precios”, sostiene.
Pagani también se sorprendió del aumento en el supermercado. “Las 24 aguas de medio litro que hace menos de un año compré en (la tienda) Publix, a 3 dólares más tax (que equivale al 7%), ahora en el mismo super estaba 4,37 más tax. El año pasado pagaba la bolsa de lechuga cortada y limpia 2,50; ahora la pago 3,20″, detalla.
Calderale asiente que la ropa es más barata que en la Argentina, pero hace una salvedad de los productos de cuero. “Una cartera de cuero de Prüne sale 60 o 70 dólares, eso cuesta 200 en Estados Unidos. Y a veces ni siquiera son de cuero. Pero en cambio mi hija entró a Nike y Puma y se compró de todo porque había mucha diferencia. En dólares esas marcas son más baratas en Estados Unidos que la Argentina, y además que hay cosas ni llegan”, aporta.
Los argentinos aseguran buscar precio. Además de los outlets, compran en T.J. Maxx, Marshalls y Ross, tiendas que tienen ropa de marca de temporadas anteriores a precios más económicos. “Yo suelo comprar calzas, y siempre las pagué 9,90 dólares. Ahora estaban a 19,90. A la hora de comprar hay que comparar precio pero también calidad, porque quizá las conseguís por ese valor en la Argentina, pero si son de igual calidad van a ser más caras”, argumenta.
Fabio González caminó por los shoppings y notó menos turismo. “Los vuelos vienen bastante llenos pero porque hay menos frecuencias. No vimos agrupación de gente en los centros comerciales”, refleja. Si bien el tipo de cambio es desventajoso, asegura que conviene comprar la ropa en Estados Unidos, aunque vio menos ofertas que de costumbre. “Las grandes rebajas que solían haber, ya no son tantas. Hay oportunidades, pero antes era más frecuente en todos los lugares tradicionales que consumimos los argentinos. Sin embargo, compramos por ejemplo jeans en Levis, o zapatillas en Nike y Adidas, porque son más baratas que Argentina”, sostiene.
En electrónicos también notó diferencias: “Estoy llevando una computadora Lenovo a Buenos Aires para un amigo. Me decía que si bien el precio no es diferente de allá, el modelo de acá es más moderno”.
Otra producto estrella entre los turistas son los termos Stanley. “Allá el termo verde sale 22.000 pesos, acá 25 dólares, o 27 con el tax incluido. Son 8100 pesos contra 22.000″, dicen.
Estados Unidos subió mucho de precio, la hotelería, restaurantes, shoppings. Nos volvimos caros también para el resto de Laatinoamérica
Aumentos de precios
Walter Defortuna, de la división de rentas temporarias de Fortune International, asegura que más allá de que el verano de Miami es temporada baja, “se han visto pocos argentinos comparado con los que venían típicamente. El invierno es una incógnita todavía”.
Defortuna lo atribuye a que el dólar está caro. “Estados Unidos subió mucho de precio, la hotelería, restaurantes, shoppings. Nos volvimos caros también para el resto de Laatinoamérica. Hay otra comparación que todo el mundo hace: Europa entre la devaluación del euro y que estuvo castigada con el Covid quedó sensiblemente más barata. Mucha gente decidió en el verano (junio a septiembre), incluso los turistas locales que venían a Miami del norte o el oeste de Estados Unidos, viajar a Europa. La gente tomó otros destinos”, asegura.
Los turistas argentinos concuerdan que encontraron caro respecto a otras épocas los inmuebles para alquilar, como también el alquiler de auto. Una semana de auto en compañías reconocidas como Dollar, Budget o Alamo cuesta unos 400 dólares la semana, entre un 50 y 100% más que prepandemia. El galón de nafta cuesta 3,70 dólares; es decir alrededor de 291 pesos el litro, muy por encima del costo en la Argentina.
La mayor diferencia en el precio sigue radicándose en las ofertas. En Miami se puede conseguir un producto al 50% de su valor, e incluso el 70%, una vez que permaneció determinado tiempo en los percheros.
Marta Laroa vino unos días de vacaciones. Anduvo poco de compras, pero se entusiasmó en H&M. Para el tipo de ropa básica, la encontró más barata y de mejor calidad; pero en ropa de marca como Polo, la encontró cara. “Años anteriores había descuentos en Polo, ahora lo encontré al mismo nivel que una buena marca de la Argentina”, cuenta.
La mayor diferencia en el precio sigue radicándose en las ofertas. En Miami se puede conseguir un producto al 50% de su valor, e incluso el 70%, una vez que permaneció determinado tiempo en los percheros.
“Hay que buscar. No es lo mismo comprar en Nike un ítem de temporada, uno que ya está con el 50% de descuento, o uno que llegó a Marshalls y cuesta quizá un 30% de su valor original. No todo resulta más barato, pero sobretodo en la ropa más básica de H&M o Primark hay una buena diferencia en precio y calidad”, asegura.
Primark, que tiene su único local de Florida en el Sawgrass Mills, es uno de los favoritos de los argentinos por sus precios bajos. Hay camperas de pluma por US$30, jeans en 24 o vestidos básicos y camisas en 10.