Puerto Norte. El nuevo barrio de la ribera que revalorizó viejos silos cerealeros y puso en valor la costanera
El distrito rosarino de cara al río preserva la impronta industrial de la ciudad y se consolida con una sólida propuesta de esparcimiento, hotelera y gastronómica
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PARA LA NACIONVivian Urfeig
Con la memoria del antiguo puerto intacta el nuevo barrio Puerto Norte, en la ribera de Rosario, no para de avanzar. El distrito se consolida a partir de una propuesta hotelera que refuncionalizó viejos silos cerealeros, puso en valor la costanera y vinculó el área a distintas propuestas gastronómicas que crearon su propio polo. La zona toma impulso a partir de desarrollos inmobiliarios, paseos de compras premium y ofertas de recreación que impulsan la vida saludable desde paseos en bici hasta caminatas recreativas. La historia presente como punto de partida es la consigna que cose la trama de los nuevos emprendimientos que ya están en marcha. Y que se integran a la memoria fluvial de esta nueva urbanización a partir de fachadas esculturales que remiten a las velas de los barcos, un proyecto de la arquitecta Gabriela Iglesias, que también dotó de impacto escenográfico el interiorismo del hotel Puerto Norte, un complejo que reutilizó viejos silos. De un lado, el río. Y frente a sus aguas, las torres se perfilan como el nuevo hito urbano y residencial de la ciudad.
Desde el emblemático Monumento a la Bandera se puede llegar en bicicleta. De hecho, los ciclistas copan el circuito durante los fines de semana donde la costanera se convierte en una traza recreativa, apta para rollers, patines, caminatas y monopatines. El Barquito de Papel, la emblemática escultura que simboliza la relación entre la ciudad y el río, es una de las paradas obligadas. Y de las selfies que más circulan en redes sociales.
El trayecto indica que a 6 minutos en bici desde el barquito se llega al icónico Museo MACRO (Museo de Arte Contemporáneo de Rosario), otro volumen que se aloja en silos. En este caso, en los ex silos Davis, una construcción de principios de siglo pasado ubicada a orillas del Paraná que fue reciclada por la Municipalidad de Rosario para su emplazamiento. El edificio, conformado por ocho cilindros de colores cuenta con diez pisos destinados a una colección prestigiosa de arte argentino. Hasta 2023 sigue en pie La Ciudad ante el espejo: artistas de Rosario en la colección Castagnino, una muestra de artistas locales muy significativos en la vida cultural de la ciudad con obras pocas veces exhibidas.
Quienes se dispongan a disfrutar una experiencia sensorial poco tradicional, en tanto, pueden optar por las bicicletas dobles, una iniciativa desarrollada en conjunto con la Asociación Rosarina de Deportes para Ciegos. Antifaces para los ciclistas que van atrás y bicis acondicionadas para pedalear en tándem completan el equipamiento para recorrer el camino de otra manera. Entre las actividades del circuito que forma parte de la Red de Ciclovías Recreativas Unidas de las Américas, se destacan las que están orientadas a promover una vida saludable, en familia. A lo largo de 35 kilómetros las propuestas van desde un espacio gratuito de aprendizaje para quienes todavía no saben andar en bici, postas de ejercicios, puestos de nutrición y kinesiología y clases de yoga, tai chi y zumba.
El nuevo barrio Puerto Norte está emplazado donde a partir de 1887 se instaló la Refinería Argentina de Azúcar, al norte de las instalaciones ferroviarias. Luego, se instalaron otros establecimientos: la Cervecería Quilmes y la Arrocera Argentina, la Aceitera Santa Clara, la Algodonera y más tarde, la Maltería Safac y las Bodegas Giol, entre otros, que contribuyeron a delinear el perfil del barrio. Todavía, muchos vecinos se refieren a esta zona como Barrio Refinería. Y aún quedan vestigios de esa arquitectura industrial para descubrir.
De contener granos a alojar turistas
Una de las construcciones más llamativas de la zona es Puerto Norte Design Hotel, que se vincula con el río Paraná a partir de sus vistas panorámicas. Desde la terraza de lo que fueron estos acopiadores de granos de principios de siglo se aprecia el movimiento fluvial, ese que le marca el pulso a la ciudad y define su perfil. Y al atardecer, las luces del Puente Victoria –Rosario, una obra monumental que une ambas ciudades. Cilíndricos, de impronta netamente portuaria, los silos contienen habitaciones, dos piscinas climatizadas –al aire libre y cubierta–, bar, café de especialidad, restaurante y spa. Con circulaciones amplias y una dinámica espacial propia, la transformación permitió conservar el área y resignificar la historia. Respetar la presencia de los silos y dejarlos intactos fue el desafío que asumió la arquitecta Gabriela Iglesias, de acuerdo a los requerimientos urbanísticos.
Así, el perfil urbano de la costanera incorpora una caja de cristal que envuelve la parte superior de estos silos: “A la vez de respetar lo existente crea una identidad única que ya se incorporó como referente a Rosario”, destaca. Puertas adentro del hotel Puerto Norte, las habitaciones están ambientadas con reproducciones de fotos originales del puerto de Rosario que figuran en la colección del Museo de la Ciudad. Un guiño más al cruce del diseño de vanguardia y la memoria histórica del nuevo barrio rosarino que pica en punta. “Antes se iban los granos desde el puerto al mundo. Ahora llegan los turistas”, concluye Gustavo Grande, gerente del hotel que asumió el rol de proa en esta embarcación urbana.
Datos útiles
- Museo Arte Contemporáneo de Rosario (MACRO) Jueves a domingo de 14 a 20 (Entrada gratis.) Avenida de la Costa Brig. Estanislao López 2250 (Bv. Oroño y el río Paraná) https://castagninomacro.org/
- Monumento a la Bandera. Santa Fe 581 (0341) 4802239 / 4802463 Recorridos históricos, sábados, domingos y feriados a las 11. Entrada general para ascender al mirador de la Torre: $50.- (menores de 5 años y personas con discapacidad no abonan)
Por Vivian Urfeig
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