Su indicación para el tratamiento de los atracones podría traer complicaciones inesperadas
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NUEVA YORK (The New York Times).– Las personas que toman fármacos como Ozempic dicen que su apetito se evapora. Los “pensamientos recurrentes sobre comida” en sus cabezas (preguntarse qué comerán a continuación y cuándo) desaparecen. Ahora, los científicos están estudiando si esos potentes efectos podrían traducirse en un tratamiento para el trastorno por atracón, el trastorno alimentario más frecuente en Estados Unidos.
El trastorno por atracón atrapa a las personas en un ciclo angustioso: ingieren una gran cantidad de comida en poco tiempo, más allá del punto en que se sienten saciados y, a veces, hasta que sienten dolor. Se sienten culpables y avergonzados. Entonces vuelven a darse un atracón. Los científicos no están del todo seguros de las causas de este trastorno, pero una teoría es que los atracones son un comportamiento compulsivo en el que intervienen los mismos circuitos cerebrales que nos ayudan a crear hábitos y contribuyen a la adicción.
Medicamentos como el Ozempic –desarrollado originalmente para tratar la diabetes y ahora ampliamente utilizado para perder peso– pueden transformar la respuesta del cerebro ante la comida. “Por eso los investigadores creen que estos fármacos son tan prometedores para tratar el trastorno por atracón”, dijo Trevor Steward, investigador de la Universidad de Melbourne que dirige uno de los primeros estudios para probar los fármacos en personas con este trastorno. La esperanza es que la nueva generación de fármacos pueda dar a las personas un nuevo control sobre el impulso de darse atracones.
Hasta ahora, las evidencias de que estos fármacos pueden ayudar a combatir este trastorno son en gran medida anecdóticas. Pero ya hay pacientes que toman los medicamentos con este fin, y algunos afirman que funcionan.
Sin embargo, a algunos médicos les preocupa que los fármacos para perder peso puedan ir demasiado lejos y lleven a los pacientes a restringir su alimentación hasta un punto peligroso. Además, advierten, el trastorno por atracón es una enfermedad compleja, a menudo relacionada con traumas o pautas de dietas intensivas. Extinguir el hambre puede no ser suficiente para tratarlo de verdad.
Según dijo Kimberly Dennis, psiquiatra que forma parte del consejo asesor clínico de la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios, los fármacos para adelgazar podrían “devolver el freno” a las personas con trastorno por atracón, permitiéndoles dejar de comer en exceso. Pero, añadió, “hay que asegurarse de que el freno no esté puesto todo el tiempo”.
Así, Dennis advirtió que ha visto a algunos pacientes con trastornos alimentarios desnutrirse por consumir muy poca comida mientras toman fármacos como Ozempic.