Simula una llamada con un oficial que propone distintos castigos si los chicos no obedecen a los adultos a cargo
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“Muy útil. Me sirvió para que mi nene que se portaba muy mal se porte mejor. Ya no pega, se va a dormir tranquilo y se lava los dientes siempre que le decimos”, es uno de los tantos comentarios que se pueden leer de los usuarios de la app Policía de los niños, una polémica aplicación que simula estar hablando con un policía que promete llevar a los chicos a la cárcel si no hacen caso a los padres y que se popularizó en los últimos tiempos.
Incluso algunas celebrities han mostrado que la utilizaron. Hace unos meses Florencia Peña registró cómo su hijo reaccionaba utilizando la aplicación para que la Policía fuera a la casa de Mirko (el hijo de Marley) y lo castigue por haberse peleado con él. Aunque la actriz y conductora lo hizo en un tono jocoso, como es su costumbre, Felipe se mostró angustiado ante la posibilidad de que “detengan” a su amigo y no quiso seguir adelante con la llamada cuando el policía le preguntó la dirección para mandar un patrullero con 4 oficiales.
¿Cómo funciona?
“¿Por qué el niño no quiere dormir? ¿Se está tardando tiempo en jugar? Parece que le esta dando mucho problema. ¿Quiere que lo llevemos al departamento para que duerma? ¿Nunca ha oído hablar de la sección oscura, verdad? Es una parte de la prisión de niños sin luces. Cada niño tiene una habitación con una cama en la que dormirá solo, separada de otros niños para que no jueguen juntos ni interactúen y finalmente, tengan que dormir”, se oye una voz que imita a la de un policía, contando con lujo de detalles lo que sucederá si el niño o la niña no quiere irse a dormir. Otros de los castigos que propone la app para disciplinar a los niños son: “Va a estar sin ver a sus padres y amigos hasta que recapacite”, o ponerlos en una “lista de estudiante perezosos y dejarlos detenidos en la escuela hasta que terminen toda la tarea”.
Policía de niños tiene unas 5 millones de descargas, y hay otras tantas similares que poseen cerca de un millón cada una. Un número muy grande que preocupa a los especialistas en niñez y crianza, que critican la existencia de estas apps y reclaman que haya un mayor control. “Debería ser ilegal una aplicación que amenaza y extorsiona niños y niñas. Cada una de las categorías de “conductas a atacar” (N de la R: dormir, comer, malas palabras, uso del móvil, tarea, pelea) propone estrategias terroríficas. Las amenazas son lisa y llanamente, una forma de maltrato”, plantea Lucas Raspall, médico psiquiatra y psicoterapeuta, referente en crianza respetuosa. En su Instagram (@lucasraspall) hace una severa crítica de estas apps, que buscan “corregir” conductas indeseadas y “premiar” a los niños que se portan bien apretando la opción niño bueno.
“El uso de este recurso muestra claramente la falta de herramientas de padres y madres para hacerse cargo de los límites de sus hijos. Tercerizar la puesta de límites -en este caso en la policía- da cuenta del desdibujamiento del rol de quienes deben cuidar. Cinco millones de descargas de esta aplicación es alarmante y la patente de que tenemos muchísimo por hacer -reflexiona Raspall-. Me pongo a disposición para colaborar con quienes crearon la app para hacer una en clave de crianza respetuosa y positiva”, sostiene el especialista, autor de diez libros y referente en temas de crianza de, por ejemplo, Antonela Roccuzzo. La esposa de Lionel Messi lo sigue en redes y suele compartir con sus más de de 18 millones de seguidores algunos de sus posteos y reflexiones.
“Modos negativos”
Pero cabe aclarar que los padres no son los únicos que recurren a estas aplicaciones. Tal como se puede ver en muchos de los mensajes, también la utilizan los hermanos mayores, que muchas veces se quedan al cuidado de los más chicos aún cuando emocionalmente no están preparados para asumir ese rol. “Es muy buena, yo no podía hacer dormir a mi hermanita y ahora con esta genial aplicación se duerme porque no quiere que la policía venga. Genios! Felicidades!” se puede leer . “Mi hermana pelea siempre y esta app me salvó”, resume otra. Incluso la usan varios abuelos a cargo de sus nietos. Para Raspall, “no sirve de nada atacar a quienes la usen o hayan usado. El maltrato y la acusación nunca pueden ser la vía. El camino es explicar y fundamentar por qué éstos son modos negativos para el desarrollo de los niños y las niñas”, sostiene.
Por su parte, Adriana Ceballos, directora de Escuela de Coaching de Familia (ECOFAM, @coachingdefamilia), también cuestiona el uso de estas metodologías, que existen desde hace décadas. “La idea es que los hijos no ‘obedezcan’, no ‘cumplan voluntades ajenas’, es una vieja creencia que lleva al sometimiento y al miedo -plantea-. Hasta el día de hoy seguimos escuchando el famoso ‘ya verás cuando venga tu padre’. Y a veces todavía se menciona al cuco, al viejo de la bolsa, a la bruja. Parece que estas atrocidades no bastan y resulta que ahora sumamos en casa una app que hace de policía para nuestros hijos. Hay que decir que la amenaza los vuelve sumisos y eso no es lo que deseamos para ellos y su futuro”, sostiene.
Ceballos ratifica que, ante estos casos, “lo deseable es que crezcan bajo un sistema educativo que se base en el respeto, la confianza, el diálogo, la reflexión y los cuidados -asegura-. Esto no significa que los límites no existan, al contrario, teniendo en cuenta estos recursos, será posible que se formen independientes y libres, con autonomía, autoestima y criterio y legitimados en su modo de ser y hacer”, concluye.