La consuegra de Carolina de Mónaco expone sus fotos de la Antártida en la Legislatura porteña

Paola Marzotto, en el Salón Dorado de la Legisllatura de la Ciudad de Buenos Aires, junto a Luis Sessa, Gino Bogani, y Aldo SessaRodrigo Nespolo - LA NACION

Rodeada por celebridades y empresarios locales, la condesa expuso una muestra para alertar sobre el cambio climático: son 27 imágenes tomadas con su iPhone durante un viaje a la Antártida

18 de octubre de 2022
22:53
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Para LA NACIONPaula Ikeda

La condesa Paola Marzotto acaba de presentar una muestra ambiental en la Legislatura Porteña. Sus fotos, tomadas durante un viaje a la Antártida, reflejan el deterioro de los glaciares. Es su manera de alertar sobre el cambio climático. “Un grano de arena”, dice la autora, quien si bien no utiliza su título de condesa, pertenece a una de las familias más reconocidas europeas.

Hija del conde Umberto de Marzotto y de la condesa Marta Marzotto (reconocida socialité europea, modelo y musa de ´La Dolce Vita´), Paola Marzotto además es consuegra de Carolina de Mónaco porque su hija, Beatrice Borromeo, está casada con Pierre Casiraghi, hijo menor de la princesa.

Inauguración de la muestra fotográfica sobre la Antártida de Paola Marzotto, consuegra de la princesa Carolina de Mónaco en la Legisllatura de la Ciudad de Buenos Aires. Rodrigo Nespolo - LA NACION

Paola Marzotto, que vive entre Europa, Nueva York, Buenos Aires y Punta del Este, es fotógrafa autodidacta. Tras su viaje al “continente blanco” se propuso dar a conocer la situación ambiental de los glaciares y así lo plasmó en “Antarctica, Melting beauty”. La muestra, que incluye 27 fotografías sacadas con un iPhone, se presenta en Buenos Aires en el marco de la Cumbre Mundial de Alcaldes de C40, el encuentro internacional que busca generar conciencia sobre el cambio climático. Ante la presencia de diplomáticos, amigos y artistas, Paola presentó su trabajo junto a Ornela Vanzillotta, directora general de relaciones internacionales y cooperación, y Luis Guzmán Castellanos, curador de la muestra. También recibió un diploma en reconocimiento por su labor. “Yo no soy Greta Thunberg, ¡Ojalá! Nunca tuve esta sensibilidad. Pero tengo 67 años y tengo cinco nietos y me di cuenta de cómo cambiaron las cosas. Que antes -en viajes a Alaska por turismo, como acá- sacaba fotos lindas y que ahora está todo fracturado”, contó a La Nación.

La apertura se realizó en el Salón Dorado y en el Hall de Honor de la Legislatura porteña y contó con la presencia de 70 invitados especiales.