En una visita a Patagonia, se enamoró de este blend tinto del que unas pocas botellas quedarán en la Argentina
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Hace ya unos años que el vino argentino juega en las grandes ligas. Eso demuestran aquellas etiquetas de alta gama que se venden en La Plaza de Burdeos, la red de negociants de vino de lujo más antigua y reputada del mundo. Nuestros vinos que allí se comercian bajo el sistema “en primeur” -en el que se adquieren antes de que salgan de la bodega-, lo hacen con valores menores a los que puede exhibir un gran ejemplar de Borgoña o de Burdeos.
Pero quien desafía el precio más alto que hasta ahora podía ostentar el vino argentino es un tinto con base Merlot de Patagonia, cuya primera edición fue adquirida “en primeur” por un multimillonario chino que se enamoró del peculiar paisaje de bardas de Valle Azul, en Río Negro... y de sus vinos. En particular de un blend de cosechas surgidas del Viñedo Araucana, conformado por cinco hectáreas que forman parte de un terroir único y singular donde produce sus vinos la bodega Ribera del Cuarzo.
Incluso antes de ver la luz (su salida a la venta en la Argentina está prevista para mediados de 2025), este tinto patagónico se ha ganado el título de “vino más caro de la Argentina”. Su nombre es Ribera del Cuarzo Puro, y su historia refleja lo que tiene de alquimia el hacer vino, un proceso en el que aleatoriamente algunas barricas desarrollan cualidades excepcionales que las separan de sus hermanas de cosecha.
Pero también esta es una historia que llama la atención sobre la mirada que de nuestro terruño tienen otras naciones, a las que deslumbra nuestra geografía y nuestra cultura.
De China a Valle Azul
Todo comenzó en 2018, en un viaje a la China, en el que Felipe Menéndez, director de la bodega Ribera del Cuarzo, acompañó a su padre a la botadura de un barco de carga en un gran astillero en las afueras de Shangai (con profundas raíces en la Patagonia, su familia se dedica desde hace generaciones al transporte de ultramar).
“Luego de la botadura hubo una comida, en la que un empresario que había hecho una gran fortuna vendiendo piedra de granito durante el boom de la construcción en China manifestó su interés en conocer la Argentina -recuerda Felipe-. Tenía en mente elaborar alimentos con materia prima argentina, por lo que le ofrecimos organizar una visita al Valle de Río Negro, para conocer productores de frutas y vinos”.
Mr. Lee -como se lo conoce al empresario- visitó finalmente Patagonia, y tras recorrer distintos productores fue invitado a visitar el viñedo Araucana. “El viaje bastó para que se enamore de Patagonia, sus paisajes y su gente”, asegura Felipe.
Tal es así que el empresario volvió al año siguiente con amigos, también al siguiente y al siguiente. Su amor por la Patagonia y por sus vinos fue creciendo con cada visita. “Al tiempo, cuando con la bodega emprendimos un viaje de negocios a la región asiática decidimos pasar por Shangai para visitarlo y ofrecerle una cata privada en su casa. Llevamos varios vinos, incluido uno nuevo que todavía se encontraba en bodega, sin haber salido a la venta”.
Un vino muy particular, afirma Felipe “Es un blend de cuatro cosechas (2019,2020, 2021 y 2022), de uva principalmente Merlot, con un pequeño agregado de Malbec y Petit Verdot -describe-. Fue hecho con las barricas que se destacaron por calidad y expresión del resto de la cosecha. Es una barrica por cada año, por lo que solo hay 600 botellas magnum (1,5 litros) de este vino”.
Mr. Lee, que ya se había enamorado de Patagonia y de sus vinos, quedó maravillado con el inédito blend de añadas. Tal es así que, a la vuelta de su gira por Asia, el equipo de Comercio Exterior de Ribera del Cuarzo se encontró con una sorpresa. “Habíamos recibido una transferencia de una importante suma de dinero proveniente de Mr. Lee -cuenta Rosario Langdon, líder del equipo-. Le consultamos y nos dijo que era la seña por el blend de añadas que le habíamos dado a probar”.
La conversación siguió más o menos de la siguiente forma:
Rosario: -El vino todavía no se encuentra a la venta, y de hecho todavía no hemos definido su precio.
Mr. Lee: -Yo pago 1000 dólares por cada una de las botellas. Y compro las 600.
Negociación a la distancia
La bodega aceptó la seña, pero aclaró que solo vendería una parte de la partida, ya que la idea era que el vino primero fuera presentado en la Argentina. “Pensábamos lanzar este vino con un precio alto, pero no tan alto como el que terminó definiendo Mr. Lee”, admite Rosario.
Por el momento, las 600 botellas de Ribera del Cuarzo Puro descansan en la cava de la bodega en Valle Azul. La mitad será enviada a Mr. Lee, y la otra mitad se repartirá entre Argentina, Inglaterra y Estados Unidos.
Sus etiquetas llevarán una ilustración de tono realista que muestra el particular paisaje de bardas de este terruño patagónico que puede hoy exhibir con orgullo el haber pactado la venta en primeur del vino más caro de la Argentina.