Asociado al wellness y la vida al aire libre, es ecológico, térmico y transportable
- 5 minutos de lectura'
A Martín Lan siempre le gustó viajar, la vida al aire libre y la navegación. Dueño desde hace 28 años de una agencia de viajes, decidió apostar ahora también por un emprendimiento que condensa varias de sus pasiones: “Teniendo una empresa de turismo, me han llevado a hoteles y lugares que muy exclusivos. Te hacen sentir como un Rolling Stone porque además de que te invitan, te dan lo mejor. Y así, en un viaje que hice medio introspectivo a Noruega, me llevaron a ver las auroras boreales. La experiencia transcurría en en un lodge en medio de un bosque en una ciudad a dos horas al norte de Oslo. Pero el highlitght sin duda era observar las auroras dentro de unas piscinas nórdicas, alimentadas por un fuego que calentaba el agua. De todos los viajes que hice, es el que quedó para siempre en mi memoria. Estar sumergido mirando ese cielo de colores dentro de la bañera fue inolvidable. En lo personal, se trató de una experiencia de lujo y relax que me quedó grabada y dije ‘la quiero hacer acá’”, cuenta Lan, el emprendedor detrás de Loop Pool, el nombre que eligió para dar vida al sueño de replicar este producto ecológico, térmico (el calor se mantiene inalterable por horas) y trasportable.
Pasaron más de 10 años después de esa experiencia única y aunque sin las auroras boreales, Martín finalmente empezó a dar forma a su idea. Para eso se asoció con la empresa de hidromasajes Tritón y juntos empezaron a diseñar lo que serían los prototipos de la bañera nórdica made in Argentina. El material es fibra de vidrio (el mismo con el que se fabrican los barcos) y se hace de manera artesanal, laminando, también como las embarcaciones. Finalmente, después de varias pruebas y una inversión inicial de 20 mil dólares, se llegó al modelo deseado. “Yo comparo esta bañera con una buena bicicleta para hacer cicloturismo. Tiene un valor de 1800 dólares. El que lo valora y entiende lo que se lleva, lo paga feliz porque al utilizar los mismos insumos de la industria naval, la bañera dura toda la vida, aun cuando queda expuesta a la intemperie”, sostiene el emprendedor, que asegura que su piscina cuesta tres veces menos que en Europa, por eso se entusiasma con empezar a exportarla al Viejo Continente y también a países de la región.
Según Lan, este es un objeto pensado para la gente que ama el aire libre, hacer un fuego, mirar las estrellas y disfrutar de la totalidad de la experiencia porque la pileta tarda dos horas más o menos en calentarse. “Es como un termo gigante. Vas metiendo agua caliente y se mantiene sin necesidad de gastar energía. La temperatura se alcanza con la serpentina que tiene adosada la bañera que se calienta con el fuego. El agua entra y sale por efecto termosifón y te asegura agua caliente permanente”, explica Lan, que dice que el punto exacto de calor se va aprendiendo con el tiempo. “Es como el asado, a medida que lo hagas vas encontrándole el punto justo. Si le metés mucha madera, te vas a quemar. Si le metés poca, te vas a quedar corto con el calor. Es algo que se va aprendiendo con el uso”, asegura. Incluso el fuego prendido sirve para hacer unas verduras asadas o al wok. “La pileta viene con ese accesorio que calza justo en ese lugar”.
Un dato no menor es que la bañera es es transportable y no necesita de ningún tipo de instalación: “Te llega y la ponés donde querés, en tu jardín, patio o terraza, sin tener que conectar nada. Y además la podés llevar arriba de la camioneta. Pesa 75 kilos, es decir que se puede levantar entre dos. Mide 164 centímetros de diámetro y carga unos 350 litros”. La estética, bien nórdica (simple y sin estridencias) permite adaptarla a cualquier ambiente. El color es a elección del cliente (se puede optar entre 18 tonos, todos pastel) y también está la opción de revestirla en madera. “Arrancamos vendiendo 2 y hoy estamos cerrando entre 15 y 20 ventas por mes. Nuestra capacidad de producción es de 30, a razón de una por día, para el mercado local. Si bien tenemos stock de varios colores, si justo no está el que la persona quiere tarda unos 30 días”.
Más allá de que el uso fue pensado para casas particulares, ya hay varios hoteles y glampings en el Delta de Tigre y el Sur que se contactaron por las piletas. “La pandemia avivó el deseo de muchas familias de mejorar la calidad de vida en su hogar. En Europa la bañera nórdica, que es un invento que que tiene unos 50 años, explotó con toda esta tendencia asociada al “wellness” o bienestar en el hogar luego de la pandemia. Sumergirse en agua caliente (aunque hay quienes la usan para baños helados que están muy de moda), genera un efecto ‘sedante’ que ayuda a descargar tensiones. Y que eso pueda suceder en casa, sin gastar energía, es un gran diferencial. Sin dudas, todos los productos que suman bienestar al hogar y a la convivencia de la familia están pasando por un gran momento”, concluye Lan.
Más leídas de Sábado
Más de 80 años. La rotisería creada por un inmigrante español que se mantiene intacta y ofrece sabores "de antes"
De Plaza Italia a Villa Crespo. El corredor urbano que concentra cada vez más propuestas gourmet
"Ahora me conocen como 'la de los celulares'". Así se creó el primer movimiento viral contra las pantallas