Este spirit vive un auge a nivel global que en la Argentina se vio reforzado por todos los que se animaron a elaboraciones caseras de calidad: ¿por qué su consumo no para de crecer?
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Hacer gin en la propia casa es, para muchos, un hobby nacido del deseo de invertir en algo gratificante el tiempo de encierro de la pandemia. “Siempre tuve ganas de armar un pequeño proyecto en el que despejarme y disfrutar al mismo tiempo. En 2020 vi una nota sobre unos chicos que hacían su propio gin y me puse a investigar; hice un minicurso online y compré mi primer alambique de cobre de 3 litros”, cuenta Francisco Bergadá, de 27 años, analista digital en Farmacity que destina parte de su fin de semana a elaborar gin en el fondo de la casa de sus padres, en San Antonio de Areco. Hoy cuenta con un alambique de 30 litros con el que produce unas 300 botellas al mes de su Partha London Dry Gin (@parthagin).
Su caso ilustra el de muchos que –de modo similar al de aquellos que años atrás comenzaron a hacer cerveza artesanal, dando lugar al boom del mundo “craft”– se lanzaron a la aventura de destilar gin en el hogar durante los tiempos de cuarentena. “El auge del gin en Argentina explotó después de la pandemia, porque muchos jóvenes y profesionales aburridos en sus casas se pusieron a estudiar y a elaborar gins artesanales. De esta manera, la oferta de gins nacionales estalló de un día para el otro, con lo sorprendente de que muchos de ellos son ricos y con perfiles bien distintos”, comenta Alejo Berráz Schang, creador de El Club del Gin (@clubdelgin), e-commerce dedicado a los gins nacionales e internacionales, y brand ambassador para al región de la app de gins GinFerno.
Alejo estima que hoy son unas 380 las etiquetas de gin que se producen en el país: “Es un producto bien federal y todas las semanas se presenta uno nuevo en el mercado”. Incluso algunos de los que surgen de destilerías hogareñas han logrado reconocimiento internacional, estimulando un salto de escala y de solidez de los proyectos.
Es el caso de Alma Gin (@almagin.ar), que nació como hobby pandémico pero que tras obtener una medalla de “Oro Sobresaliente” en The International Wine & Spirits Competition (IWSC) hoy produce 10.000 litros al mes. Su creador es Fernando Cao, abogado de 45 años que comenzó con la idea de hacer un gin para compartir con sus amigos.
“Soy amante de las bebidas destiladas desde hace años y adopté el gin tonic como bebida favorita; siempre aprovechaba la oportunidad de viajar para conocer alguna botella nueva –cuenta–. Con el inicio de la pandemia tuve tiempo suficiente y comencé con las pruebas personales: entre 3 y 4 destilaciones diarias, probando distintos botánicos y variando sus combinaciones. La fórmula final y sus ajustes llevaron algunos meses hasta tener un producto definitivo premium”.
Fernando quedó conforme, también sus amigos. Entonces decidió presentarlo en una competencia internacional: “Enviamos una muestra a Londres, al IWSC, y en junio de 2021 nos avisaron que Alma Gin había sido galardonado con medalla de Oro Sobresaliente sobre 4000 destilados de todo del mundo. Este premio nos impulsó dentro del mercado local y decidimos apostar a un proyecto a largo plazo y de crecimiento lento pero sostenido”.
El mejor gin del mundo
Si de reconocimientos internacionales se trata, días atrás un gin patagónico dio que hablar al obtener uno de los premios internacionales más prestigiosos del mundo de los spirits: el gin Bosque Alta Montaña (@bosquegin) ganó el Oro al “Mejor Gin Contemporáneo 2022″, en los World Gin Awards que se celebraron en Londres. En este caso, ya no se trata de un gin home made nacido como hobby pandémico, sino de un proyecto pensado para ocupar un lugar en la alta gama del mundo de los destilados.
“Participar de concursos internacionales nos permite contar con credenciales para demostrarle al consumidor que nuestro país tiene productos de primera línea a nivel mundial –afirma Juanchi Nielsen, uno de los creadores de Bosque Craft Gin (y, también, de la cerveza Temple)–. No hace falta traer los “mejores” gins del mundo porque acá los hacemos al mismo nivel y muchísimas veces aun mejores”.
Detrás de esa vara cada vez más alta se encuentra una enorme masa crítica de gins argentinos que –al igual que su contraparte internacional, integrada no solo por productos ingleses, sino también españoles y escoceses, entre otros– hoy recorren distintos estilos y gamas de precio. Y lo que marca una clara tendencia es que todas esas subcategorías que lo conforman no paran de crecer.
“El gin es una categoría que cerró 2021 con un 64% de crecimiento (según datos de la consultora Scentia), y ese crecimiento se ve en todos los segmentos –cuenta Mariano Maldonado, director de Marketing de Campari Group, que importa el London Dry Gin inglés Bulldog–. El segmento de marcas más económicas crece a tasas del 74%, las de gama media a un ritmo del 83% y el segmento premium a tasas del 54%. Se espera que la tendencia continúe y que el mercado y los segmentos sigan creciendo, ya que además cada vez más consumidores están entrando en la categoría y empiezan también a distinguir entre las diferentes propuestas marcarias”.
Son muchos los que coinciden en que el crecimiento del gin no tiene techo a la vista en la Argentina. “Si el gin tiene techo es una pregunta que hace años se formula en España o el Reino Unido, donde hay una mayor cultura en torno al consumo del gin, y donde la categoría sigue creciendo”, advierte Alejo Berráz Schang, recordando que el auge del gin (y de su indudable embajador: el gin tonic) es de alcance global.
“Es un fenómeno mundial que se trasladó a la Argentina –dice Juanchi Nielsen–. En Estados Unidos, y sobre todo en España, ya tiene varios años de estar instalado. En nuestro país tuvo un envión muy grande por los craft gins que fueron apareciendo y la tendencia a consumir ese tipo de productos que arrancó hace unos años con las cervecerías”.
Es que el gin y la cerveza artesanal tienen muchos elementos en común. Quizás el más explícito sea el explosivo crecimiento del gin tonic tirado (de grifos como se expende la cerveza) que hoy se verifica en bares y cervecerías de todo al país. ¿Una cifra que confirma esa tendencia? Los barriles de gin tonic de Destilería Moretti –creador en 2019 de esta modalidad de expendio– abastecen las choperas de más 500 bares en toda la Argentina.
“El gin tonic tirado surgió como una forma de masificar un producto premium –recuerda Franco Moretti, creador junto a su hermano Bruno de la destilería (@destileriamoretti)–. Antes de que viviera el auge que vive hoy, pero confiados en que ese momento llegaría tarde o temprano, notamos que no existían en el mundo experiencias similares y pensamos en ofrecer una solución práctica, sustentable y accesible a una gran cantidad de bares para fortalecer su oferta de coctelería. Entonces desarrollamos el gin tonic tirado utilizando barriles iguales a los de cerveza, para que los bares no tuvieran que cambiar nada”.
El resultado es que cada vez son más los bares que hoy destinan una de sus canillas cerveceras al expendio de gin tonic de barril. Esto no solo responde a la demanda, sino también al hecho de que el gin tonic de barril es económicamente atractivo. Desde la mirada del bar, es un producto que, a diferencia de la cerveza, no envejece y puede ser mantenido casi indefinidamente a temperatura ambiente. Y es súper rendidor: cada barril permite servir unas 200 copas.
De ahí que incluso algunas cervecerías del mundo craft hayan empezado a producir gin tonic “de grifo” y que muchos tap room cerveceros también ofrezcan alguna de sus canillas al gin tonic. Incluso hay bares que se destacan por tener numerosas variantes de este cocktail servido tirado, como es el caso de Invernadero, ubicado junto al edificio de la Biblioteca Nacional.
“En Invernadero el gin tonic tirado es el éxito del bar, es nuestra esencia y lo que más vendemos. Somos uno de los bares con más variedades de gin: tenemos 15 y cada cuatro meses las vamos cambiando –dice Lucas Roballos, CEO de BLA Food Group, el grupo gastronómico detrás de Invernadero (@invernadero.bn)–. El cliente viene a vivir esa experiencia y cada vez tenemos más demanda. Para nosotros el gin tonic tirado ya no es una moda, sino que llegó para quedarse”.
Diferenciación y precauciones
“En comparación con otros destilados, el gin es fácil de hacer y es fácil diferenciarse con un nuevo producto; algo que no sucede por ejemplo con el vodka, que es neutro”, opina Sebastián Atienza, bartender que pronto ofrecerá en su 3 Monos Bar (@3monosbar) un gin de factura propia.
La búsqueda, en todo caso, está en llegar a una formulación de botánicos que, o se enmarque en algunos de los estilos tradicionales como el London Dry, o incluya ingredientes que den lugar a un perfil particular. Ejemplo de esto último son el Ma´Hai, que incluye en su receta al fruto patagónico calafate, o el ya clásico Príncipe de los Apóstoles, de Tato Giovannoni, que lleva yerba mate y peperina.
En el caso Granadero (@granaderogin), laborado por Agustín Sánchez en su tiempo libre, “entre los 7 componentes está la mandarina por el recuerdo que me trae de comerla en los calurosos días de enero en Mercedes, Corrientes, que es el lugar donde nací y me crié”.
Eso sí: hay que tener presente que la elaboración hogareña de gin no está exenta de riesgos, ya que su principal insumo es el alcohol e implica el uso de fuego para su destilación. A la vez, es fundamental un cuidadoso proceso de elaboración que deje fuera del producto terminado alcoholes perjudiciales para la salud que se generan en la destilación. ¿En criollo? Hay que capacitarse bien antes de asomarse a este maravilloso y pujante mundo.
Pequeña guía de gins
Algunas recomendaciones para ingresar al mundo de este spirit.
Nacionales:
- Bosque Alta Montaña: $2900
- Ma´Hai London Dry Gin: $2690
- Heráclito & Macedonio: $2300
- Terrier Old Tom: $3600
- Sur Gin: $2900
- Entre Perro y Lobo Gin: $3200
Importados:
- The Botanist - Escocia: $10.500
- Gin Mare - España: $11.000
- Tanqueray Flor de Sevilla - UK: $3267
- Bulldog - UK: $4656
- Larios - España: $1948
Gin Tonic en lata:
- Morettti Gin & Tonic: $328
- Faisán: $275
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