Mauricio Peña, destacado en la industria del sexo, revela su nuevo negocio: Divas Play, la plataforma erótica que cuenta con la participación de varias figuras mediáticas de Argentina. Florencia Peña, Silvina Escudero y Silvina Luna son algunas de sus abanderadas
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La nueva app Divas Play, creada por el empresario uruguayo de la industria del sexo Mauricio Peña, revolucionó la farándula porteña. Es que varias figuras abrieron su perfil para subir contenido hot y llevarse una importante suma de dinero gracias a la suscripción de sus seguidores. Ya son más de 150 mil los usuarios que pagan para consumir los videos de esta página. Peña adelantó que el proyecto se expande y tiene en vista varias famosas de EE.UU para sumar a la plataforma.
-¿De qué se trata Divas Play, tu nuevo emprendimiento de contenidos para adultos?
-Nosotros hace tiempo vendemos contenido XXX. Nos iba muy bien, pero la pandemia impidió producir nuevos contenidos, entonces empezamos a buscar soluciones y encontramos la posibilidad de hacer Divas Play. Es un sistema parecido a Only Fans, pero con varias diferencias. Lo que hacemos es que cada uno puede hacerse su cuenta y crear su propio contenido. Esta persona sube lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Nosotros arrendamos el espacio y se lo promocionamos. Ni siquiera hay un costo fijo, sino que la persona monetiza sus contenidos a través de los usuarios que lo consumen y nosotros cobramos un porcentaje de lo que factura.
-Es decir que no son ustedes los que les pagan a las personas que se muestran en esta plataforma, sino los usuarios que quieren ver los contenidos.
-Exacto. Nosotros no le pagamos a ninguna de las personas que aparece, ni siquiera a las famosas. El que paga es el público que mira los contenidos, y hay un porcentaje alto de usuarios que lo hacen en relación a las redes sociales. Cuantos más seguidores tenga la persona en sus redes, va a tener más que puedan suscribir a su perfil en Divas Play. Es, en definitiva, una red social en la que los usuarios pueden interactuar con una persona pero mediante un pago. El usuario paga la suscripción y puede ver los contenidos de esa persona; y nosotros cobramos un porcentaje.
-¿Esto es lo que le ofrecen a las famosas que participan de la plataforma?
-Sí, nosotros tenemos un programa que permite calcular en base a los seguidores de una famosa en las redes aproximadamente cuánta respuesta va a tener si se suma a nuestra plataforma. Les decimos “si publicás así y lo promocionás así vas a tener este resultado”. Podemos calcular cuánto puede llegar a ganar mensualmente.
-¿Cómo se dio el contacto con figuras como Florencia Peña, Adabel Guerrero o Silvina Luna para formar parte de este proyecto?
-Nosotros le garantizamos determinado resultado. La primera fue Florencia Peña, que confió en nuestro sistema. Le aseguramos, con cierto margen de error, que podía ganar determinado dinero. Es muy tentador. Al final ella, como la mayoría, están ganando más de lo que habíamos calculado.
-¿Por qué surgió el nombre de ella?
-Ella tiene un comportamiento muy sensual, pero no es una figura relacionada al contenido para adultos. Tiene redes sociales importantes y mucho público en el cono sur. Nos parecía una figura muy buena para empezar.
-¿Cómo le hicieron llegar la propuesta?
-Ximena Etchemendy, nuestra encargada de marketing, le hizo la propuesta en base a nuestros números. Le dijimos “los números que podés ganar son estos”, y confió.
-¿Vos te llegaste a reunir con ella?, ¿había algo que le preocupara?
-Sí, me reuní. Ella es muy profesional, pero no le preocupaba nada (risas). Es algo que le gusta y que para ella está bien. Nosotros hablamos de números, nunca de los contenidos. Eso se lo dejo a Xime o a Sebastián Méndez, que trabaja en la oficina de Buenos Aires.
-¿Cuál es el criterio para identificar otras figuras de la farándula argentina que se pueden incorporar a la plataforma?
-Se les hace el estudio que te comentaba y le llevamos la propuesta. Tenemos a muchas estudiadas. Algunas dijeron que no, otras que sí y otras lo están pensando. Estamos ofreciéndole a famosas a nivel mundial de Estados Unidos. También hay algunas figuras conocidas que abrieron su usuario y empezaron a hacer contenido por su cuenta.
-¿Cuál famosa dijo que no?
-Llegamos a hablar con Wanda Nara y dijo que no.
-¿Cuánto dinero pueden llegar a hacer estas famosas a través de la plataforma?
-Hay muchas variables. Hay una chica que no es conocida, pero tiene muchos seguidores en sus redes y está facturando 50 mil dólares mensuales para ella. Hace cuatro meses que trabaja con nosotros. Lo que ganan las famosas no lo puedo decir por contrato, pero pueden ganar más o menos que eso. Estoy hablando de lo que se llevan para ella; la facturación total es mayor porque nosotros cobramos un porcentaje. Es un número muy alto para una persona que está en su casa y hace dos o tres sesiones de fotos o videos mensuales. Le lleva tres o cuatro días de trabajo y después 15 minutos por día para subirlo y promocionarlo.
-¿Qué dirías que caracteriza a la industria del sexo en comparación a otras?
-Es una industria en la que pocos se animan a meterse. Tiene muchas limitaciones, sobre todo morales, y muchos riesgos a nivel legal. Hay límites que no podés pasar de los que siempre estás muy cerca. Estamos hablando de sexo y de personas, y hay muchas cosas que están en la vuelta. Hay que tener cuidado de no ser parte de determinadas actividades que son ilegales.
-¿Hablás de proxenetismo?
-Sí, el abuso y la esclavitud moderna. Yo tengo locales en donde se ejerce la prostitución y están habilitados legalmente. Somos una especie de hotel dedicado al rubro. Atrás hay mucha gente que quiere meterse y esclavizar a las personas.
-¿Y las limitaciones morales son porque sigue habiendo mucho tabú en cuanto al sexo?
-Sí, a nivel empresarial sigue existiendo. A nivel bancario nuestra empresa tiene sede en Londres y nos consultan constantemente de dónde proviene el dinero, no les gusta y cierran la cuenta. No siento tabú con respecto a mí, sino con respecto al rubro.
-¿El diferencial de los contenidos que ofreces en el canal XXX es que tienen que ver con la idiosincrasia latina?
-Ese fue al comienzo el gran diferencial. Ver películas que tenían que ver con nuestra cultura habladas en español. Por eso tenemos mucho éxito en Latinoamérica. La mentalidad de un norteamericano es muy distinta a la del latino en cuanto al sexo. El norteamericano busca una fantasía más espectacular, y nosotros una más real y alcanzable.
-¿En términos comerciales dirías que el sexo es una industria que suele ser redituable o es complejo lograr que dé ganancias?
-Para mí es un negocio sumamente redituable. La pornografía está dentro de los primeros rubros en el mundo con la venta de armas y el petróleo. Las páginas con contenidos para adultos son las más visitadas del mundo.
-¿Cuánto intervenís en los contenidos?
-Poco. Contrato guionistas de cine nacional. Yo me metía a nivel de dirección al principio. Les decía a los guionistas “lo que quiero es esto”. Algunas películas salieron como yo quería y otras no. Yo no soy productor audiovisual y no estaba en los rodajes. Estaba en la parte de edición porque se trabajaba en una oficina conmigo y les daba algunas instrucciones. Si algo no me gustaba, hablaba con el director y le decía mi opinión. Lo mío son más los números y las negociaciones. Hoy tenemos una sede en Uruguay, otra en Londres, otra en Argentina y estamos abriendo una en Colombia y otra en Nueva York.
-¿Cuánto saben tus hijos sobre la actividad que desempeñás?
-Soy papá de cinco hijos, tengo desde 20 a 8 años. Todos saben lo que hago, hasta la de ocho, en diferentes medidas de conocimiento. Ellos tienen que saberlo y cuando les preguntan dicen que soy el dueño de Divas Tv, Divas Play y de los locales Divas. No hago nada ilegal. Todos han ido a un colegio católico y nunca tuvieron un inconveniente. Nunca hubo un padre que dijera “no te juntes con esa familia de degenerados”. Yo no vivo la vida que algunos pueden pensar, como que estoy de fiesta en fiesta con mujeres.
-¿Pero saben de qué se trata la marca Divas?
-Mi hijo Bauti de 10 años, por ejemplo, sabe lo que es pero no es accesible para él. Sabe de qué se trata pero no es necesario que lo vea. Seguramente en el futuro lo va a hacer como también lo van a hacer sus propios compañeros, que capaz que tienen más curiosidad que él. Nosotros tenemos un nivel de cultura de triple X mayor que en otra familia, entonces no existe esa curiosidad. El arma está descargada y no hay intriga por ir a verla. Sin embargo otro niño que no tiene tanta información, si encuentra pornografía, a la que hoy es fácil acceder, esa arma está cargada y es más peligrosa.
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