Durante este año, Málaga, la cuna del artista le rinde homenaje con muestras que recuerdan su trayectoria e invita a visitar los sitios que frecuentaba de chico, como la Plaza de Toros
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La escuela, la plaza de toros, la biblioteca. También las callecitas y recovecos donde jugó y se escondió el niño Pablo Picasso, que nació y vivió en Málaga hasta los 10 años. España recibió el 2023 con 50 actividades, muestras y expos organizadas para recordar el 50° aniversario de su muerte (8 de abril de1973, en Francia). La programación incluye una agenda internacional repleta de actividades que hasta inicios de 2024 le rendirán tributo. La capital de la Costa del Sol fue la musa inspiradora de su pintura, con obras sobre el flamenco, las palomas o la tauromaquia, temas recurrentes vinculados a los años de su niñez.
La ruta de Picasso en Málaga invita a conocer el GPS del artista que nació un 25 de octubre de 1881 a partir de un itinerario que abunda en referencias al pintor que rompió todos los moldes. Donde hoy funciona la sede de la Fundación Picasso-Museo Casa Natal, dedicada a la difusión de su trayectoria, siguen en pie los balcones que miran a la plaza Merced, desde donde Pablo Picasso observaba el revoloteo de las palomas.
Su papá, José Ruiz Blasco, las pintaba de forma casi obsesiva. Y su hijo retomó el legado –el dibujo que se transformó en ícono de la paz– según uno de sus primeros bocetos de 1890 donde se ven a varias palomas en un palomar. En la Casa Natal también sorprende una vitrina con objetos personales de su infancia: ropita de bebé, zapatos y una colección de figuritas de plomo con las que jugó de niño. Otro de los legados de su padre es el deslumbramiento por las fiestas de toros. Ya de chiquito dibujaba escenas taurinas después de participar en distintas corridas de la Plaza de toros de La Malagueta. La corrida Picassiana que se celebra en Semana Santa ya es un clásico, donde los toreros llevan trajes inspirados en el arte del pintor malagueño. Picasso niño también acompañaba a su padre al Museo Municipal, donde trabajaba en la sección de conservación. Allí también contaba con un pequeño taller de pintura frente al antiguo convento de San Agustín.
Tras los pasos de su infancia también se puede conocer el Museo Picasso Málaga: el pintor siempre quiso que su obra estuviera alojada en su ciudad natal. Y hace 20 años, en el Palacio Buenavista, se contempló su sueño. En sus salas se exhiben más de 230 pinturas donadas por la nuera y el nieto del artista, Christine y Bernard Ruiz-Picasso. Entre mayo y septiembre de 2023 este museo alojará la muestra Picasso: materia y cuerpo, una selección de esculturas que recorrerá la pluralidad de estilos que utilizó para ampliar las formas del cuerpo humano, a través de distintos materiales.
Otra de las paradas que permiten viajar en el tiempo es la Farmacia Bustamante, ex Mamely, una de las más antiguas de la ciudad y muy frecuentada por la familia.
Las aulas del Colegio de San Rafael lo vieron aburrirse en clase y garabatear dibujos en el recreo. Según distintas biografías, Picasso no fue buen alumno. Más temor le daba que su padre no lo buscara a la salida que una mala nota. Por eso, él solía dejarle algo suyo, para que supiera que volvería. “Más que el bastón, lo que prefería que me dejara era la paloma o los pinceles, porque sabía que no podía prescindir de nada de eso”, recordaba Picasso en las entrevistas.
Sobre el programa Picasso Celebración 1973-2023, Ana María Molina, del Ayuntamiento de Málaga, dijo en su paso por Buenos Aires sobre la centralidad de la ciudad mediterránea: “Málaga es la cuna de Pablo Picasso y clave en estas celebraciones ya que es la única ciudad con dos museos dedicados en exclusiva al artista; el Museo Casa Natal donde se puede revivir la infancia y ver las obras más tempranas y el Museo Picasso con más de 200 obras en colección permanente y temporal. Dos que se posicionan como referentes museísticos”, señaló.
El destino cultural y turístico articula paseos por sitios patrimoniales y también las playas. La Malagueta y sus letras corpóreas es una de las selfies más recurrentes, pero también es famosa la playa del Pedregalejo, donde el pescado frito y las sardinas completan la atracción. La Alcazaba es probablemente una de las atracciones más conocida de Málaga. Este palacio, construido en el siglo XI en el monte de Gibralfaro, fue la residencia de los gobernantes musulmanes y también una fortaleza para proteger y defender la ciudad de los católicos. Subir al castillo, en este sentido, es imperdible.
Fue construido por los árabes en el siglo XIV para proteger la cercana Alcazaba y albergar tropas. Por eso aún el castillo de Gibralfaro es considerado una de las fortalezas más difíciles de conquistar. Desde su mirador se logran panorámicas a toda la ciudad, y si está despejado, hasta se puede divisar el estrecho de Gibraltar. ¿Habrá subido Picasso a la torre del castillo para ver su plaza de toros preferida desde arriba?
El año Picasso también se celebra en distintas sedes de España, como Barcelona, Madrid, A Coruña y Bilbao. También en París, Montmartre, Lyon y Avignon, en Francia, ciudades por las que pasó y dejó su huella el niño que se aburría en la escuela y se divertía en la plaza de toros de Málaga, su ciudad natal.
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