Ideales para exploradores y amantes de la naturaleza, deslumbran con amplitud, aguas cálidas y fauna local
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Entre las muchísimas playas que se despliegan a lo largo de la costa brasileña, existen algunas mayormente desconocidas, secretas o de difícil acceso, que vale la pena visitar. A continuación, algunas coordenadas para descubrir aquellas perlas ocultas, profundas, solitarias, casi vírgenes, en el Sur del país vecino.
Ilhéus
A no confundirse con la famosa playa del estado de Bahía. Esta Ilhéus está a unos 38 kilómetros del Aeropuerto internacional de Florianópolis y es una de las más llamativas playas del municipio de Governador Celso Ramos (Santa Catarina). Ideal para espíritus inquietos que quieran salir a explorar y a poco más de un kilómetro de Praia de Palmas, Ilhéus sorprende con sus arenas amplias y casi vírgenes a las que se accede solo a pie a través de un morro. En el trayecto hay que subir y bajar rocas, por lo que no es aconsejable ir con chicos. En cualquier caso, la comodidad del calzado es fundamental.
La caminata tiene una duración de 30 a 40 minutos y el calor se siente, por lo que conviene salir temprano. También hay mosquitos, pero el esfuerzo vale la pena, porque al final del camino Ilhéus se presenta como una maravillosa playa solitaria de no más de 100 metros de longitud, de aguas calmas y transparentes y arena muy fina donde suelen verse grandes cangrejos. Eso sí, no cuenta con infraestructura; no hay servicios ni guardavidas. Además, suele haber poca gente y es silenciosa. Si la idea es pasar el día, es fundamental llevar agua y refrigerio.
Naufragados
A 43 kilómetros del centro de Florianópolis, Naufragados es la que se ubica más al sur de la isla. Se puede acceder en transporte público desde Caeira da Barra do Sul hasta el inicio de un sendero de 3 kilómetros a pie, que separa la playa de la ruta y se extiende entre una vegetación espesa, cascadas y ruinas de un antiguo ingenio de harina.
El sendero hasta Naufragados está bien marcado, y se lo utiliza desde la inauguración del faro ubicado en la Punta de los Naufragados, a un costado de la playa, en 1861. En el trayecto pueden distinguirse algunos tramos de murallas derruidas y el armamento original (tres cañones Armstrong), que formaron parte de una fortificación que integraba el antiguo sistema defensivo de la isla de Santa Catarina. Ideal para aquellos que disfrutan la naturaleza, allí encontrarán vistas increíbles del continente y buenas olas para barrenar. En el sendero es habitual encontrar monos, y desde la costa también pueden avistarse delfines. Hay algunos paradores para comer y tomar algo.
Guarda do Embaú
Separada por un gran morro de la tranquila Pinheira, Guarda do Embaú es un destino ideal para pasarse varios días. Si bien en los últimos años el turismo creció un poco más, las playas son muy amplias y las olas bastantes grandes para surfear. El pueblo tiene un aire hippie, donde se pueden encontrar muy buenas artesanías y paisajes pesqueros. Para acceder a la playa primero hay que cruzar el pequeño río da Madre. Cuando el agua está baja se lo puede hacer caminando (con el agua a la cintura o hasta el pecho), y si no en una embarcación pequeña por unos pocos reales. En la costa hay chiringuitos para comprar alimentos y bebidas. También se pueden alquilar sombrillas y reposeras. El centro es pequeño, pero no le falta nada.
Hay buena oferta gastronómica, feria de artesanos y tiendas de todo tipo. El alojamiento es variado en precios y calidad. Para los que quieran hacer un poco de actividad física, hay un sendero por el morro que conecta con Praia de Cima, de excelentes vistas. También se pueden alquilar kayaks o practicar stand up paddle.
Pinheira
Es un pequeño balneario a unos 30 kilómetros antes del acceso a la Isla de Santa Catarina, muy cerca de Guarda do Embaú. Las playas de Pinheira se caracterizan por su tranquilidad, seguridad y limpieza. Extensas, de arena blanca y aguas cálidas, es el lugar predilecto de los locales que concurren especialmente los fines de semana. Por tratarse de una villa de pescadores, en la costa se consigue pescado fresco y frutos de mar a precios muy accesibles. A su vez, está dividida en dos playas principales: Praia de Baixo y Praia de Cima, situadas una frente a la otra, donde se pueden realizar desde caminatas hasta deportes acuáticos. Cuenta con supermercados, farmacias, posadas y restaurantes.
Mariscal
Reconocida como la capital brasileña del buceo, Mariscal es una localidad creada hace apenas 30 años en el municipio de Bombinhas, a 70 kilómetros de Florianópolis, y lleva su nombre en honor a la gran cantidad de mariscos que abundan en el mar. Tiene una extensión de 4 kilómetros de largo –mucho más extensa que Bombas y Bombinhas– y es considerada una de las playas más limpias del estado de Santa Catarina, combinada con el verde de los cerros y el azul transparente del mar. De arenas blancas y finas, es una playa espaciosa, por lo que en alta temporada resulta más cómoda que las playas del centro de Bombinhas.
Ideal para la práctica de windsurf, trekking y mountain bike, ofrece un mar abierto con olas para surfear. También se pueden practicar otros deportes náuticos como esquí, wakeboard o parasiling (actividad náutica donde una o varias personas sujetas a un paracaídas son remolcadas por una lancha). Otras opciones son hacer una caminata por el Morro do Macaco, con vistas panorámicas de la península y las islas cercanas, o visitar la Reserva Del Cerro De Zimbros, ideal para observar pájaros.
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