El experto inglés James Suckling adelantó altos puntajes de su informe 2022, mientras que The New York Times recomendó vinos argentinos
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Buena semana para el vino argentino y para la reputación que tiene en los mercados internacionales. Ayer, el reconocido crítico inglés adelantó algunos de los puntajes que integrarán su reporte 2022 sobre Argentina, en el que el Cobos Malbec 2019 obtuvo 100 puntos -el puntaje perfecto-, seguido muy de cerca por un vino blanco: Catena Zapata White Bones Chardonnay 2020, con 99 puntos, al que comparó con los mejores vinos blancos franceses de la borgoña. Al mismo tiempo, The New York Times publicó un lista de 6 vinos argentinos recomendables, algo inusual ya que los vinos sudamericanos no suelen ocupar espacio en sus sugerencias.
Suckling, uno de los críticos de vino internacionales que desde hace años sigue la escena argentina, reveló en los anticipos de su reporte 2022 puntajes más altos que los difundidos en diciembre del año pasado, donde comunicó una revisión anual de los vinos argentinos catados durante ese año en la que el mayor puntaje (98 puntos sobre 100) lo obtuvo el Iscay Malbec Cabernet Franc 2017, de Bodega Trapiche.
Ahora, por tercera vez, Cobos Malbec obtiene el puntaje perfecto. “Tengo que preguntarme si Cobos Malbec es el mejor vino de Argentina. He calificado tres añadas, incluida la 2019, con 100 puntos en la última década, lo que lo convierte en el vino mejor calificado de Argentina desde que comenzó JamesSuckling.com en diciembre de 2010”, comentó James Suckling.
Cobos Malbec es hoy el segundo vino más caro de la Argentina (después del Estiba Reservada): 80.000 pesos (en el mercado exterior US$ 400). La cosecha 2019 saldrá a la venta recién en septiembre de este año.
Los adelantos semanales que comunica a través de su newsletter también muestran a la bodega Catena Zapata con 10 vinos con 95 o más puntos, incluido al Chardonnay White Bones con 99. “White Bones nos sigue sorprendiendo con cada añada, y la 2020 no es la excepción. Sigo diciendo que es la Montrachet de Sudamérica, y compite fácilmente con los Chardonnay que se producen en la Cote d’Or de Francia”, escribió Suckling.
“White Bones cambió la historia para nosotros -dijo Laura Catena, directora de la bodega Catena Zapata-. Cuando fuimos a Borgoña en los 80 con mi padre tuvimos un sueño, que era hacer un gran Chardonnay en la Argentina. El Chardonnay es el gran vino blanco añejable, como el Cabernet Sauvignon en los tintos. Y con los años descubrimos que el clima frío de extrema altura del Viñedo Adrianna, en Gualtallary, permite hacer un Chardonnay añejable con un sabor único que está a la par de los grandes Chardonnay del mundo. Hoy es el Chardonnay más premiado de hemisferio sur”.
Lejos de los estereotipos
“Durante muchos años, rara vez encontré una conexión emocional con los vinos sudamericanos -escribió Eric Asimov, columnista de vinos de The New York Times-. No porque fueran malos. Los vinos me parecían genéricos, bien hechos pero rara vez distintivos. Sentí como si estuvieran siendo moldeados por los deseos percibidos del mercado en lugar de ofrecer sus propios caracteres distintivos. Sin embargo, durante los últimos seis o siete años, comencé a ver un cambio. Cada vez más, estaba encontrando vinos conmovedores que rompían los estereotipos, o al menos mis estereotipos. Estos vinos me atrajeron”.
En su columna “12 Wines From Argentina and Chile to Seek Out”, Asimov recomienda los siguientes vinos argentinos: Carasur 2018, Carmelo Patti 2017, Concreto 2019, Altos Las Hormigas Appellation Gualtallary Malbec 2018, Chacra 55 2020 y Catena Zapata White Bones 2019 (la añada anterior a la que acaba de calificar con 99 puntos Suckling esta semana).
Al respecto de los bodegueros argentinos, Asimov escribió: “Algunos de los mejores productores, no satisfechos con hacer vinos con notas afrutadas y de roble para la multitud, han ido a explorar, buscando viñedos en altitudes más altas ricas en suelos rocosos, con la esperanza de hacer vinos más frescos que expresen más su terruño. Con frecuencia se han excedido (en sus propósitos), creando magníficos ejemplos que rompen la noción convencional del Malbec argentino y demuestran el potencial de otras uvas como la Chardonnay y la Pinot Noir”.
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