Cada vez más gente recurre a estos gadgets que ayudan a las personas mayores que viven solas
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Cámaras 360, visores, pulseras con GPS, botones de llamada a Emergencias y sensores de humo o de caída. El menú de opciones para reforzar los cuidados de las personas de más de 75-80 años es tan variado como las necesidades que surgen cuando se trata de fortalecer la autonomía y garantizar la privacidad.
La Asamblea General de las Naciones Unidas prevé que el número de personas de 65 años o más en todo el mundo se duplique de forma exponencial, pasando de 761 millones en 2021 a 1600 millones en 2050. La cifra de personas de 80 años o más está creciendo aún más rápido, según el último informe. Si se tiene en cuenta que en Argentina 3 de cada 10 personas de más de 60 años tienen algún problema de movilidad –según los datos relevados por el INDEC en el último censo– las ayudas tecnológicas se presentan como una gran alternativa.
Entre los dispositivos que contribuyen a evitar accidentes y optimizar los tiempos de reacción en caso de que ocurran, la tendencia de las casas inteligentes cada vez aporta más soluciones. Sobre todo cuando se trata de personas autónomas, que llevan una vida activa. En estos casos, la tecnología es una aliada para la familia, los hijos y nietos que disponen de interfaces para conectarse y visualizar qué pasa en los distintos ambientes de la casa. Todo desde el celular: las aplicaciones para cámaras o visores permiten configurar las imágenes de acuerdo al tipo de movimientos, horarios, cortes de luz. Los kits son sencillos de instalar y el diseño ergonómico de la cámara no resulta invasivo en el ambiente. Con visión nocturna y cobertura de imágenes 360° también cuentan con micrófonos que permiten la interacción.
“Desde cualquier lugar las personas pueden monitorear en tiempo real a sus seres queridos”, explica Paola Rojas, directora de marketing de Ezviz, Argentina y Chile, la empresa que ofrece distintos tipos de cámaras wifi y paneles solares para recargar las baterías. Entre los beneficios de los sistemas domóticos que cuentan con aplicación propia para celulares (desde $21.000 en adelante), estos “cuidadores tecnológicos” reducen los puntos ciegos al abarcar imágenes panorámicas. Y en caso de querer ver detalles, permiten zooms con resolución de calidad.
El seguimiento automático admite, en varios modelos, el reconocimiento del movimiento de las manos. Cuando se realiza en forma ondulante, basta ese gesto para que la cámara envíe una notificación al teléfono vinculado. “La inmediatez de la respuesta y la posibilidad de auxiliar al familiar en caso de que lo requiera son los mejores atributos”, apunta Rojas. Y agrega que esto funciona como un “puente en tiempo real”.
También existen los botones de color rojo SOS para pulsar en caso de emergencia y conectarse a uno o dos números establecidos. La Cruz Roja brinda este servicio de teleasistencia, de bajo costo ($3600 por mes), desarrollado como “una solución innovadora para que las personas adultas mayores mantengan su independencia y autonomía evitando internaciones o institucionalizaciones tempranas”. El programa de alcance nacional incluye llamados de seguimiento, recordatorios por medicamentos o turnos médicos, y asistencia en casos de emergencias.
Las aplicaciones que utilizan GPS son otras que pican en punta. Life360 es una de las opciones gratuitas para ver el recorrido de un usuario, mensajear y chequear el estado de batería de su teléfono. Además, permite compartir ubicación, configurar notificaciones cuando la persona llega o sale del hogar o de alguna actividad frecuente, como visitas, salidas o turnos programados. El software archiva el historial de sitios visitados, distancias, velocidades y rutas de desplazamientos.
Otros desarrollos que suman comodidad y liberan tiempo entre las tareas domésticas son los electrodomésticos que se accionan desde aplicaciones, las lámparas inteligentes que permiten regular la intensidad de la luz o programar su encendido o apagado sin desplazarse hasta el interruptor (que igual también se puede usar). Los smartwatches de Apple traen sensores de caída que se activan automáticamente en aquellas personas que se hayan registrado y registran los movimientos del usuario, alertando a los servicios de emergencia si se detecta una caída. A estos dispositivos se los llama wearable, se llevan en el cuerpo y cuentan con la tecnología para interactuar con celulares o bases de datos.
“Respetamos la privacidad de los residentes, nuestras cámaras están instaladas en las áreas comunes”, señalan Sergio Kuchevasky y la doctora Romina Rubin, director y directora médica de LeDor VaDor, el hogar para personas mayores con sede en Chacarita que proyectó un edificio de cuatro plantas diseñado con estándares de seguridad. “Hemos incorporado pulseras electrónicas para medir la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno. Pero tenemos claro el equilibrio entre el derecho a la privacidad y las mejoras de la calidad de vida de los residentes”, señalan los profesionales de la institución.
Cuidados al alcance de la mano, tecnología para el día a día de las personas mayores, que avanza según las necesidades para facilitar soluciones.