La nueva normalidad instaló distintas costumbres y formas de habitar que ya se trasladan a varios proyectos residenciales que buscan resolver la vida familiar, laboral y social
- 5 minutos de lectura'
Burbujas de teletrabajo, pistas de running a pasos del ascensor, estaciones de ecobici eléctricas para uso de los propietarios, sector especial con lockers para la recepción y almacenamiento de paquetes y fresh delivery room con cámaras frigoríficas para guardar las compras del supermercado. Esos son solo algunos de los amenities pospandemia de muchos de los edificios que ahora se levantan en distintos barrios de la ciudad. Sin dudas, la nueva normalidad instaló otras costumbres y formas de habitar y esos cambios ya se trasladan a varios proyectos residenciales de Buenos Aires.
MilAires es un complejo de baja altura en el barrio de Villa Devoto que se está construyendo bajo el concepto de country urbano. Pero más allá de las zonas verdes y espacios comunes como piletas y parrilleros (también los hay en cada departamento), el proyecto original de la desarrolladora Ecipsa sufrió modificaciones a partir de la pandemia. “El Covid redefinió varias cosas en términos de concepto. Podría decirse que obligó a una redefinición para hacer la vida urbana mas fácil”, dice Juan Pablo Maglier, de Ecipsa, quien destaca que la idea del emprendimiento es brindar soluciones para la vida laboral, familiar y social.
Un claro ejemplo es la pista de running de 800 metros lineales (contará con una superficie de caucho para evitar lesiones) que se incorporó al proyecto final luego del ruido generado con los runners durante el confinamiento; el espacio de coworking y de yoga (actividad que explotó durante el encierro) también responde a esta nueva lógica. Incluso el área para mascotas y la estación de ecobici y monopatín se explican a partir de la vida pospandémica, que hizo que muchos adoptaran nuevas estrategias de movilidad. Para aquellos que todavía se mueven con las formas tradicionales, está planificado que haya un servicio de transfer que una el complejo con las estaciones de trenes y subtes más cercanas.
Surgidos en lo 90, los amenities volvieron a demostrar que tienen alto impacto en la decisión de compra. “El concepto no cayó en desuso; al contrario, la nueva normalidad demostró que son muy importantes siempre y cuando estén bien focalizados. El desafío es responder rápidamente a los cambios sociales y la optimización de los costos para que no impacten en las expensas. Es decir, que no sean una carga económica. La idea es que el concepto de full amenities signifique también que sea algo full accesible”, sostiene Maglier.
En el sur de la ciudad, Alto Grande Asamblea (a metros de Parque Chacabuco) será un edificio de 300 departamentos con “amenities del futuro”. Con una apuesta fuerte a las nuevas formas de habitar y trabajar, proyectan 24 burbujas de teletrabajo con conexión a internet totalmente insonorizadas para realizar videollamadas o homeschooling. A estos boxes se suman salas de reuniones equipadas para encuentros laborales. Pero el trabajo no es todo: hay varias propuestas de esparcimiento dentro del edificio entre las que se destaca el running track –un circuito aeróbico en la terraza que permite realizar actividades al aire libre con una inigualable la vista de la ciudad–, minigolf y putting green, diversos espacios verdes recreativos y zonas de juegos para niños. Además, una sala de relax con camas balinesas, microcine y la sala de karaoke para completar la propuesta.
“Podrías no llegar a salir casi nunca del edificio y pasarla bien”, resume Gabriel Maioli, director de M&M Desarrollos Inmobiliarios. Lo más novedoso, según destaca el constructor, es el fresh delivery room, una cámara de refrigeración para guardar y almacenar los pedidos de alimentos de los residentes y el box delivery room que actúa como depósito para recibir los paquetes de e-commerce, algo que también es una consecuencia directa de la pandemia. “El espíritu detrás de estos amenities es lo que a mi me gustaría encontrar como usuario. El fresh delivery room no existe en ningún lugar y es una solución concreta para no tener que esperar 4 o 5 horas que llegue el pedido del súper. Lo mismo con los paquetes. Yo no sé si los amenities determinan la compra, pero sin dudas ayudan”, sostiene el desarrollador.
El medio ambiente también forma parte de la agenda de los nuevos amenities pospandemia. El Mit Hollywood es un edificio que tendrá 1000 metros cuadrados de amenities y hará una apuesta grande por la sustentabilidad y la eficiencia energética con la implementación de sistemas de calefacción en cadena, agua caliente, ascensores de alta eficiencia energética y tanques de recolección de agua de lluvia. “Hemos incorporado también cocheras preparadas para cargar autos eléctricos y servicio de bicicletas eléctricas como parte del paquete de amenities. Los propietarios podrán reservar y ver la disponibilidad de las bicicletas por una app o bien por intermedio del personal de seguridad del edificio. El uso será por un tiempo determinado”, describe Martín Funes, director de Meta Desarrollos.
Atento a los nuevos desafíos que trajo la pandemia, Funes asegura que hubo una toma de conciencia en la forma en la que nos relacionamos con nuestro hogar. “Estamos planteando soluciones arquitectónicas que nos conduzcan a mejorar la calidad de vida de las personas. Para el futuro pensamos proyectos aún más disruptivos con la implementación de mayor cantidad de elementos relacionados con la biofilia, el wellness y los servicios”, anticipa Funes, que calcula que la gente está dispuesta a pagar entre un 10 y15% más en edificios que están cerca de espacios verdes y cuentan con bicicletas o un espacio para guardarlas.
Claro que, a pesar de la innovación, los amenities tradicionales siguen siendo los más valorados. De hecho, una encuesta realizada por Mudafy destaca que la pileta, el SUM y la parrilla componen el podio de los que no pueden faltar. Porque lo clásico nunca pasa de moda. Y los desarrolladores lo saben.