Guía orientativa para no llevarse sorpresas estas vacaciones de invierno
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De cara a las vacaciones de invierno, los centros de esquí que se disponen a lo largo de la Cordillera de los Andes –nueve en total, desde Mendoza hasta Tierra del Fuego–, comenzaron a operar en una temporada invernal que muchos pronostican como excelente en lo que hace a las condiciones climáticas para llevar adelante los deportes de nieve.
Y por supuesto, una parte indisociable de toda jornada de esquí es la gastronómica. Así, paradores y refugios de montaña ofrecen para este invierno una diversidad de propuestas a su público cautivo, ese que entre ascenso y descenso se hace un tiempo para recobrar fuerzas con una hamburguesa, una pizza o un plato con algo de inspiración local. Eso sí: los precios son una incógnita para quienes tienen en sus planes un ski week en el futuro cercano, un verdadero misterio que se suele revelarse recién arriba de la montaña. Así y todo, lejos del temor que puede generar una excesiva disparidad con los valores del llano, la temporada 2024 se muestra mesurada, con precios más altos pero no imposibles.
¿Ejemplos? Empecemos con el valor de un reconfortante café calentito... En Püdu, uno de los establecimientos gastronómicos de La Hoya, en Chubut, un espresso sale $4000 y uno con leche $6000, mientras que en “el llano”, fuera de la montaña, un café de la cadena Starbucks se vende por $4500 y un latte a $4400. En Punta Nevada, en el Catedral, un café cuesta $3000 y un café doble $3500; más caro, sí, pero no exageradamente superior a uno pedido en cualquier local de la cadena Café Martínez, donde un pocillo sale $2100 y un americano $2800. En El Capricho, local ubicado en la cumbre del Cerro Catedral, un café con medialunas cuesta $7500.
Veamos el índice “una grande de muzza”. Tomemos como referencia la ubicua cadena Kentucky: en cualquiera de sus más de 80 locales en todo el país, la pizza grande de muzzarella cuesta $12.200 y la gaseosa de 330ml $2100. En el restaurante Viejo Castor, de Cerro Castor, la muzza vale $14.500 y la gaseosa $3000; mientras que en El rancho de Manolo, en Chapelco (San Martín de los Andes) salen $20.000 y $4000, respectivamente.
Siguiendo el camino del fast food, en la montaña el valor de las hamburguesas se maneja en una franja que oscila entre los $15.000 y los $25.000. A la hora del combo con papas y gaseosa, aquí depende qué tomemos como comparación, si el clásico combo BigMac que hoy cuesta unos $9500, o el de hamburgueserías como, por ejemplo, la porteña La Birra Bar, donde una hamburguesa con bastantes ingredientes acompañada de una gaseosa y unas papas suma $15.500. En la nieve del Cerro Bayo, en el refugio 1500, ese combo cuesta $21.500, mientras que en La Hoya, en el bar El Zorro, una hamburguesa completa + gaseosa + papas fritas suma $30.000.
Logística de altura
A veces mayor, a veces menor, lo cierto es que la diferencia en los precios que se exhiben en los locales gastronómicos de los centros de esquí responde, en gran medida, al costo propio de la logística detrás de ofrecer un plato arriba de la montana. “En esta temporada en Cerro Castor si comparamos con los valores de los restaurantes del centro [de Ushuaia] estaremos un 10% arriba, y esto responde al costo de la logística, tanto de hacer llegar la materia prima a la montaña, como de luego bajar los residuos”, explica Juan Carlos Begué, fundador del centro de esquí fueguino Cerro Castor.
“Todo lo que llega a un plato que se sirve en la montaña tiene un gran trabajo por detrás”, dice por su parte Pablo Buzzo, uno de los más destacados chefs patagónicos, que actualmente se encuentra al frente de una las propuestas gastronómicas del centro de esquí de Chapelco, en Neuquén. “Nuestros equipos llegan todos los días a las 6 de la mañana, con 8° o 10° bajo cero, para cargar con mercadería los canastos que los pisanieves suben a la montaña –cuenta Buzzo–. Detrás de esos productos, sea un tomate o una cerveza, hay una logística enorme que nace en los pueblos cercanos, para asegurar una cocina de excelencia y con una diversidad gastronómica”.
Ejemplos de la búsqueda y desafío detrás de la cocina del parador que conduce Buzzo –que reemplaza temporalmente al restaurante de ese sitio de la montaña, que se destruyó con un incendio– son los alfajores y las tortas que llegan todos los días desde San Martín de los Andes, para asegurar su frescura. Los guisos y cazuelas se cocinan arriba, en la moderna cocina montada en el parador, con productos seleccionados, como los arroces de Pampas Organic, los hongos de Hongos Porto o los aderezos de Arytza.
“Es una gran desafío dar de comer en temporada a unas 500 personas cada día arriba de la montaña”, asegura Pablo.
Menús invernales
Son muy variadas las propuestas gastronómicas que ofrecen los distintos centros de esquí argentinos. Algunos apuntan por un self service basado en minutas (milanesas, pastas, sándwiches), otros ofrecen menús algo más elaborados, con platos de olla como guisos, risottos o carnes. Y por supuesto, están los bares y cafeterías, con sus bebidas calientes y sus más o menos elaborados exponentes de pastelería.
Los valores finales por persona varían de un lugar a otro, pero los que tienen que ver con las bebidas son bastantes constantes. Así, la botellita de agua se vende en casi todos los centros de esquí a $3000, la gaseosa a $3000/$4000 y la cerveza arranca en los $6000. Algo similar, como ya precisamos, ocurre en materia de cafetería.
Pasemos revista, entonces, a las propuestas de algunos de los establecimientos gastronómicos de montaña. Empecemos por el Cerro Catedral, en Bariloche. A 1860 metros sobre el nivel del mar, con deslumbrantes vistas tanto del lago Nahuel Huapi como del propio Catedral, se encuentra el restaurante Punta Nevada. Ofrece desde servicio de confitería hasta sandwichería, hamburguesas y platos del día. ¿Valores? Para una merienda, un chocolate caliente sale $4000, lo mismo que un alfajor. Para un almuerzo, una pasta del día sale $16.000 y una trucha al limón $25.000. El valor de la copa de vino es $5000 y el de un gin tonic $6000.
Del otro lado del Nahuel Huapi, cercano a Villa La Angostura, Cerro Bayo cuenta con cuatro locales gastronómicos en la montaña. En cota 1500 se encuentran Oso Point, 1500 y Tronador, el primero cerca de sector principiantes y el segundo a la salida de las telecabinas, con una increíble vista al lago. En Oso Point se puede almorzar, entre otros platos, una hamburguesa Oso (cheddar, panceta y huevo) a $18.000 o un goulash a $28.000; en 1500 se ofrecen unos fideos con ragú de ciervo a $18.000 y empanadas de carne cortada a cuchillo a $3500 cada una.
Tronador, por su parte, es el refugio más grande del Bayo, y allí se puede disfrutar de un guiso montañés (panceta, chorizo colorado, papá, batata, roast beef, morron, cebolla) a $22.000 , o una bondiola braseada con mostaza y miel acompañada de papas con finas hierbas a $22.000; ambos platos son para compartir. Finalmente, en la cumbre, se encuentra El Capricho. Algunas opciones allí son: sándwich de bondiola ($20.000); pastel de papa ($23.000) o sándwich de vacío ($23.000).
Chapelco, en San Martín de los Andes (Neuquén), cuenta con nueve paradores y refugios distribuidos en distintas partes de la montaña: cota 1600, cota 1700, Pista El Caminito, Pista Pioneros y Llanura del Puma. El Rancho de Manolo, por ejemplo, posee una amplia variedad de opciones: tostado de jamón y queso ($8500), tarta de cebolla, puerro y pollo ($17.000), ensalada césar ($5000), ñoquis ($12.000) y goulash de ternera ($18.000). Ofrece, además, una amplia carta de bebidas, en la que un fernet con coca sale $9000 y una medida de Johnnie Walker Red Label $17.000; la copa de vino, $7000.
Otro de los paradores de Chapelco es La Casita del Bosque, que tiene la particularidad de ofrecer no solo almuerzos, sino también cenas (con reserva). Allí, tanto un pollo al verdeo como al curry sale $14.500, una sopa crema de hongos $9500, unos sorrentinos de cordero $18.000 y un wok de vegetales $13.000. Tiene incluso una nutrida carta de postres, como su trilogía de chocolate, su rogel o su orange pie, todos a $10.000. El valor de la copa de vino es de $5200 y los precios por botella arrancan en $11.000.
Los más australes
Más al sur, en Esquel, provincia de Chubut, se encuentra el centro de esquí La Hoya. Su Coffee Shop Püdu ofrece un completo servicio de cafetería, donde las facturas salen $2000 y los croissants $3000. También hay otras cosas dulces para disfrutar allí, como la pastafrola ($4000), el brownie con nueces ($4500) o una porción de carrot cake ($4000). Para la hora del almuerzo hay empanadas ($4500 la unidad) y sándwiches, como el pebete de jamón y queso ($12.500) o la baguette de pollo, tomate y queso a $19.000.
Otra opción en La Hoya es El Zorro, que ofrece un menú de pasta del día + bebida sin alcohol a $32.500. La milanesa con fritas sale $25.000 y la ensalada César $29.000. Para el momento dulce hay, entre otras opciones, waffles con helado a $12.000, y el mismo valor cuenta para la porción de apple crumble con helado. La copa de vino sale $14.000/15.000, y la de espumante $25.000. Cuenta con varios menús infantiles: súper pancho con fritas ($14.500) y cheeseburguer ($16.500).
Aún más al sur, en Ushuaia, se encuentra Cerro Castor, el centro de esquí más austral de la Argentina. Son cuatro los locales gastronómicos ubicados en su ladera: Viejo Castor, La Barra, Terrazas del Castor y Restaurante 480. En La Barra, por ejemplo, ofrecen hamburguesas, sándwiches y pizzas. Un lomito completo sale $17.000 y un tostado de jamón y queso $7500; hay opciones vegetarianas, como la hamburguesa veggie ($15.000), y la botella de vino arranca en los $26.000.
Ubicado en cota 520, Viejo Castor ofrece servicio de cafetería y variedad de sándwiches. ¿Algunas ideas? Pancho con queso ($8500), sándwich de ternera ($19.000) y tostado en pan árabe ($7500). Para picar, la porción de papas bravas ($8500). La copa de vino sale $5500.
Restaurante 480, en el corazón de la montaña, ofrece platos como: guiso montañés ($16.500), ravioles con salsa ($11.500), spaguetti con salsa ($10.500), hamburguesas ($15.000), milanesa de ternera ($15.500), milanesa de pollo ($12.500), ensalada césar ($13.000) y papas fritas ($7500). Terrazas del Castor, finalmente, cuenta con un sushi board en el que suelen emplearse dos de los ingredientes icónicos de Ushuaia: la merluza negra y la centolla. Pero en esta temporada todavía no abrió.
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