Antonella Herrero, Valentina Lemos y Milagros Comas participaron de los programas de Working Holiday y Work & Travel y comparten la experiencia de sus días en países lejanos
- 6 minutos de lectura'
Antes de subir al avión, Antonella Herrero (21) abrazó fuerte a su mamá. El corazón le latía fuerte. Se trataba de la primera vez que vería una ciudad desde las alturas. Llevaba tan solo 500 dólares para vivir en Nueva Zelanda por al menos un año. “En cuanto arrancó el viaje, me encontré con muchas personas que estaban en mi misma situación y eso me dejó más tranquila”, cuenta desde Tauranga, Nueva Zelanda, donde llegó hace dos meses.
A Antonella le gustó la idea de aprender otro idioma, salir de la zona de confort y ahorrar para poder conocer otros lugares. Muchos le preguntan sorprendidos cómo hizo para conseguir la visa. Ella se lo atribuye a la suerte: los argentinos cuentan con tan solo 2000 cupos al año y se completan en pocas horas. Por eso, ni bien la aprobaron, le pidió ayuda a su familia para comprar el pasaje. “Mi pareja ya estaba allá. Yo tenía planeado recibirme para emprender viaje, pero me entusiasmé y no pude esperar”, dice la estudiante de periodismo, aún sorprendida por la infinidad de gamas de verde que tiene la flora del país oceánico.
Antonella se sumó a una de las propuestas de Working Holiday –un permiso de residencia por un año– en algún rincón del mundo.
Siguiendo los datos aportados por la plataforma Yo Me Animo, que ofrece asesoramiento a quienes deseen postularse para este tipo de visas, entre los 18 países que tienen convenio de Working Holiday con la Argentina, los más solicitados son Australia (4400 cupos), Nueva Zelanda (2000 cupos), Francia (900 cupos) y Alemania (con cupos ilimitados). Las visas duran un año, con la posibilidad de extenderlas en algunos casos, como el de Australia y Nueva Zelanda. Los valores varían según el país. La de Australia, ronda los 600 dólares.
Los principales requisitos son tener entre 18 y 35 años, demostrar fondos suficientes para manutención, tener seguro médico, contar con un mínimo nivel de inglés y haber completado al menos dos años de estudios universitarios o terciarios para algunos casos, como el de Australia. “Lo mejor que tienen estos programas, es que podés armarte el viaje vos mismo, desde el momento de gestionar la visa, buscar y cambiar de trabajo, mudarse a otro destino hasta viajar cuando quieras”, explica Berna Carignano, creador de Yo Me Animo.
Según señalan las entrevistadas, una de las tareas más simples a la hora de llegar al destino es conseguir trabajo. Valentina Lemos (29), arribó a Port Douglas, Australia, en temporada alta: “Me contrataron para atender la barra de un bar ni bien empecé con mi búsqueda laboral. Había tanta demanda de personal, que no hizo falta presentar currículum. Además, la gente fue muy amable y siempre se mostraron dispuestos a enseñarme. Sin embargo, encontrar alojamiento me resultó más complicado”, explica esta joven rosarina, técnica en turismo que, seducida por los paisajes paradisíacos que veía en los posteos de Instagram de la comunidad Argentinos en Australia, eligió a este país como destino.
Estados Unido, menos tiempo
Los que tienen entre 18 y 28 años, se encuentran realizando sus estudios universitarios o terciarios y prefieren una experiencia más corta, con una organización preestablecida, pueden optar por el Programa de Work & Travel de Estados Unidos, comprando el servicio de asesoramiento que ofrecen algunas empresas desde Argentina. “Desde nuestra institución nos encargamos de conseguirles trabajo a los estudiantes antes de viajar. Una vez que ellos se acreditan al programa, les ofrecemos un listado de empleos, para que seleccionen tres empleadores posibles y se sometan a una serie de entrevistas. En el 70 % de los casos, el empleador brinda el alojamiento. El costo total del programa es de 1750 dólares”, explica Marcelo Pironelli, coordinador de la Empresa Welcome Abroad Santa Fe, que este verano cuenta con 700 participantes.
Según agrega Pironelli, el 40 por ciento de los jóvenes que participan del programa, lo vuelven a hacer en algún momento. Tal es el caso de Milagros Comas, de 23 años, que viajará en el verano por tercera vez con esta empresa. “Esta modalidad me permite seguir con mis estudios en la universidad, ya que los trabajos son de principios de diciembre a fines de marzo.
En estos viajes conocí gente que se convirtió en mi familia estando ahí y con la que hoy sigo en contacto”, comparte la joven. Para la estudiante de cuarto año de la carrera de Diseño Industrial, este verano será su último Work and Travel. Sus empleadores del centro de esquí de Colorado la recibirán a fines de noviembre. “Ya me queda poco para terminar la facultad y me esperan otros proyectos. Por eso, quiero disfrutarlo al máximo”, cuenta la joven, que logró costearse el viaje con el dinero ahorrado durante su experiencia anterior.
Si hay algo en lo que coinciden estas jóvenes es que no todo es fácil al principio. Salir llorando de un trámite bancario por no comprender el idioma, hallarse desorientada a la hora de cruzar la calle porque los autos se manejan en el sentido contrario y empaquetar kiwis durante diez horas dentro un oscuro galpón, fueron algunas de las anécdotas que Antonella recuerda de Nueva Zelanda con un sabor amargo. “Pasados los días me acostumbré al acento, empecé a manejar en el sentido contrario y cambié de trabajo. Ahora soy moza y cocino en un restaurante de comida mexicana. Es un país muy respetuoso de las diferentes culturas y eso me hace sentir como en casa. A través de mi experiencia, les sugeriría a aquellos que estén por hacer su Working Holiday que primero se planteen de qué les gustaría trabajar y apunten a eso. Hay trabajo de sobra y si uno lleva una vida austera, puede ahorrar la mitad del sueldo”, comparte la joven. Valentina Lemos agrega: “Emprender un viaje es algo que lleva mucho valor. Siempre se tiene la posibilidad de regresar si no se la está pasando bien. La experiencia te invita a confiar en vos mismo. Viajar te abre la mente, pero más que nada, el corazón”.
Contactos
Para más información acerca de Visas de Working Holiday, consultar con la plataforma www.yomeanimo.com o con los sitios de inmigración de los diferentes países que tienen convenio con la Argentina.
Para visas de Work &Travel de Estados Unidos, contactarse con las empresas:
Welcome Abroad www.welcomeabroad.com.ar
Watar www.watar.com.ar
Argentina Cultural Exchange www.argentinaculturalexchange.com
Más notas de Viajes
Más leídas de Sábado
¿Quién paga? El dilema de la primera cita que se instala con fuerza entre los jóvenes
“Después de 30 años, la locura sigue intacta”. Fabio Alberti, íntimo: su vida en Uruguay, su pareja 20 años menor y el regreso de Cha Cha Cha
Más de 80 años. La rotisería creada por un inmigrante español que se mantiene intacta y ofrece sabores "de antes"
De Plaza Italia a Villa Crespo. El corredor urbano que concentra cada vez más propuestas gourmet