Ciudad de México. Los tres barrios típicos, con color y sabor local que hacen olvidar las multitudes
En la colonia Roma las casonas antiguas reviven, ahora transformadas en bares y galerías de arte; la Condesa es un pulmón verde con buenos puestos de comida y librerías únicas y Coyoacán gira en torno del recuerdo de Frida Khalo y su casa-museo
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La Ciudad de México es tan gigantesca como microscópica porque en sus miles de calles hay pequeños detalles, llenos de color y de olores donde perderse. Lugares más alejados del centro histórico y de los edificios emblemáticos donde espera una ciudad más pausada, casi con alma de pueblo dónde los barrios gozan de vida propia y cada calle es una experiencia artística y gastronómica. La Roma, la Condesa y Coyaocán, tres barrios para sentirse como un local.
La colonia Roma parece suspendida en el tiempo. Los edificios de décadas atrás sobreviven y relucen, ahora son el escenario de nuevas cafeterías de especialidad, galerías de arte y bares nocturnos con música y vinilos. Un imperdible es subir a la terraza de Campobaja para comer unas tostadas de atún o gorditas de camarón que se acompaña muy bien con un Aperol de durazno. O para enamorarse de los tacos para siempre el mejor lugar es Taquería Orinoco, dónde sin dudar hay que probar los pastor, o en Taquería El Califa, dónde recomiendo la costra (y si sos fan del queso, también deberías probarlo).
En la esquina de Colima con Orizaba pasa todo: se puede oler la Panadería Rosetta, dónde espera un rol de guayaba inolvidable y para los que buscan algo romántico Blanco Colima propone detener el tiempo durante una cena sin reloj. Vale la pena recorrer los bares de la avenida Álvaro Obregón y perderse en Limantour, para beber cócteles imposibles en un ambiente con luz tenue para conservar como contando un secreto. Un dato: curiosear quién toca en Departamento, será como si te hubiesen invitado a una fiesta privada.
Sin duda, algo que merece la pena en la Roma es pasearla de punta a punta, solo con el objetivo de observar cómo el sol se cuela entre las hojas de los árboles y garabatea las fachadas de colores. Constela Café y Café Nin serán buenas escalas; busca libros en Casa Bosques o en la Cafebrería El Péndulo. En el pasaje Parián la Galería Anomalía se presenta como un espacio de exposiciones de artistas emergentes que funciona también cafetería de especialidad. Ahora hay una de Román De Castro.
La Condesa es un bosque en mitad de la ciudad. Llena de bulevares y de parques que harán olvidar que Ciudad de México es en una urbe de millones de habitantes. Los edificios son más coloridos y particulares y el barrio es hogar de artistas y bares únicos. Para empezar a recorrerla no dudaría en desayunar los chilaquiles de Maque, un restaurante tradicional, al lado de Parque México, con una terraza para quedarse horas. Su pan dulce, cualquiera que se elija, es espectacular. A partir de ahí pasear, recorrer despacio, al ritmo de cada uno. Las librerías que se deberían visitar son Antonia o La Increíble y vale la pena comprar algo –cerámicas, láminas, ropa– en Mooni o en El Columpio, dos tiendas que tienen productos artesanales mexicanos con una personalidad arrolladora.
Para la hora del café, Farmacia Internacional o en Blend Station. Y para comer, Lardo: sus paredes no existen, rodea el aire fresco y las plantas en un ambiente con pan artesanal, pequeñas pizzas y postres de milhojas.
Entre paseo y paseo es inevitable cruzarse con muchos puestos de comida. ¿Una recomendación? Las gorditas de la esquina de Nuevo León con Michoacán: llevan papa y chicharrones y son una auténtica delicia. Solo están hasta las 3 de la tarde.
En Coyoacán, a unos 20 minutos en auto desde la Roma o la Condesa, se encuentra el Museo Frida Kahlo. Pero el barrio es mucho más que eso: los domingos hay mercado de comida y de artesanía y es un paseo perfecto para pasar la mañana. Los que se animan pueden probar los chapulines, unos insectos fritos y crujientes. Si se prefiere algo más normal: elote (maíz) con crema y chile. Será casi imposible que no te tentarse con algo: bisutería, bolsos, camisetas, láminas, jarrones o unas figuras preciosas de la virgen de Guadalupe.
Datos útiles
Cambio. Un dólar equivale a 18 pesos mexicanos.
Traslados. La tarifa del subte es de 5 pesos mexicanos. Se puede pagar en la ventanilla de cada estación, o utilizando una tarjeta de metro, que se consigue en las máquinas expendedoras de las estaciones de Metrobús, que opera siete líneas, cada una con conexión al Metro. La tarifa es de 6 pesos.
La Casa Azul. Museo de Frida Kahlo. Abre de martes de domingo de 10 a 18. Comprar las entradas por internet con un par de días de anticipación al día de la visita.
Gastronomía. Un set de tres tacos en restaurante: 8,2 dólares. Un par de gorditas de papa y chicharrón en la calle: 2,7 dólares. Una comida en un restaurante / por persona: 26 dólares. Una cena en un restaurante con vino o cóctel: 40 dólares. Un desayuno en cafetería de especialidad: 7,5 dólares. Un cóctel en el sitio de moda: 9 dólares
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