Simples y de bajo mantenimiento, estas miniestructuras nómades resuelven las necesidades básicas de una vivienda y suelen instalarse en entornos naturales
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Pocos metros, mucho diseño y tecnología de avanzada. Menos espacio, más flexibilidad y organización. Las tiny houses (pequeñas casas, en inglés) levantan la bandera del “menos es más”, la frase que acuñó Mies van der Rohe, el padre de la arquitectura minimalista. La tendencia que invita a disfrutar el entorno y a mantener el interior ordenado resuelve entre 18 y 45 metros cuadrados las necesidades básicas de una vivienda.
Simples y de bajo mantenimiento estas mini estructuras nómades se suelen instalar en escenarios naturales, que ameriten pegarse a los ventanales para apreciar el paisaje. En este sentido, la optimización del espacio y el interiorismo asumen el mayor desafío: cajones ocultos en escalones, camas rebatibles y equipamiento funcional son algunas de las claves para que cada metro rinda más.
Los emprendimientos locales que apuestan a la mínima expresión ponen el foco en la materialidad y las soluciones constructivas que reditúen la inversión, estimada entre US$1100 y US$1500 el m2. Desde la empresa Grandio/Hüga, el arquitecto José Martin, socio fundador, explica: “Los valores son muy variables ya que Hüga se vende en distintas versiones de equipamiento, al igual que los autos. Los precios arrancan en US$45mil. La unidad más completa incluye todos los artefactos (dos TV, cocina, horno, termotanque, aires acondicionados, sistema de domótica, vajilla y ropa blanca)”.
La firma con sede en Córdoba desarrolla unidades modulares resistentes, de bajo consumo energético y las traslada en camión hasta la ubicación elegida por los usuarios. Con estructura de hormigón armado y superficie de 45 m2 cuentan con dormitorio, baño zonificado, cocina, estar, entrepiso con espacio para dos colchones y comedor. Según el arquitecto, el desarrollo está basado en la filosofía danesa del bienestar y la felicidad, conocida con el término Hygge.
Cuando Sabrina Pérez decidió que Bariloche sería el lugar indicado para pasar vacaciones familiares lo primero que hizo, antes de diseñar la casita de 36 m2, fue abrir preguntas: ¿Recibimos amigos? ¿Qué equipamiento deportivo necesitamos guardar? ¿Pasamos tiempo adentro? ¿La vamos a alquilar? Cada respuesta indicó una estrategia. Los juegos de mesa, esquíes, remos, botas y trajes de neoprene de los cuatro se ubican dentro de los cajones/sillones y la baulera que desarrollaron en el bajo escalera. “Todo cumple más de una función. Los muebles los hicimos nosotros, son simples y económicos. En 4 meses terminamos la obra”, dice Sabrina, organizadora de viviendas en @sabrinhome. Entre los beneficios, enumera: “Gestionar mejor la casa, que requiere menos tiempo para limpiar y ordenar. Además, evitamos la acumulación de objetos innecesarios y disfrutamos otras experiencias”.
Con 18 m2 las casitas de la firma Casarella también están pensadas para 4 personas. Se llaman Tiny Terra y las de 22 m2, Tiny Brisa, construidas con perfiles acero galvanizado, lana de vidrio como aislante térmico, membranas hidrófugas y revestimiento exterior de PVC. Augusto Lezcano, responsable de marketing, explica: “La construcción demanda 45 días y el costo inicial de un modelo estandarizado arranca en $3.400.000. Percibimos una demanda en aumento, sobre todo de complejos turísticos”.
Para la arquitecta Macarena Fernández Speroni, las tiny houses permiten agilizar los tiempos y reducir los costos, en gran parte por el sistema constructivo Steel Frame: “Es industrializado, en seco y tiene menor impacto en el medio ambiente. Por eso las viviendas se adaptan a cualquier clima”.
Entre las novedades de diseño, la firma de herrajes de origen alemán Häfele, desarrolla sistemas inteligentes que contribuyen a esconder, adaptar, deslizar y capitalizar espacios de guardado. Puertas corredizas y ocultas, mecanismos “antidescarrilamiento” para puertas y cajones, mesas extraíbles, estaciones de carga USB y una cama que se transforma en escritorio son algunos de los chiches.
“Nuestro propósito es lograr más vida por metro cuadrado, capitalizando al máximo cada centímetro del hogar, agregando eficiencia y sumando valor. Para la empresa las mini casas son aliadas clave, porque podemos aportar todo lo necesario para potenciar la experiencia”, señala Fernanda Smith, Gerente de Marketing y Comunicaciones de Häfele Argentina.
Cuando en marzo la plataforma digital Dezeen seleccionó al refugio proyectado por el estudio cordobés STC Arquitectos entre las mejores 10 tiny houses, destacó además del diseño, el propósito de sustentabilidad y reciclaje aplicado por los arquitectos Juan Salassa, Ivan Castañeda y Santiago Tissot. Los proyectistas instalaron la casa de 60 m2 en La Paisanita, respetando las características del suelo natural y conservando la vegetación existente sin alterar el paisaje serrano. La estructura se resolvió mediante caños petroleros de 3″, perfilería metálica laminada en frio recuperada de demoliciones, al igual que las tablas de madera machimbradas que revisten todo el piso.
Llevar al límite las configuraciones espaciales es el desafío que asumen Sandra Dominguez y Nicolás Falcioni, al frente de Latinys, desde donde construyen, asesoran, aconsejan y desarrollan proyectos según su propia experiencia. “Usamos un enfoque holístico para el diseño, tenemos en cuenta todos los aspectos de la pequeña casa y sus sistemas que integramos según las necesidades. Nos encantan las tinys lindas, pero la belleza no lo es todo”, advierten desde latinys.com
Espacios mínimos que se abren al paisaje en busca de maximizar el contacto con la Naturaleza. Con lo justo y necesario para sumarse a las nuevas formas de habitar donde menos es más.
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