Varios estados han prohibido la comercialización de destilados de origen ruso, mientras que en los bares los reemplazan por vodkas ucranianos
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Que la heladería cordobesa Caseratto haya eliminado “momentáneamente” a la crema rusa de su listado de sabores a modo de repudio de la invasión rusa a Ucrania seguramente no le mueva un pelo a Putin. En todo caso, lo que si puede llegar a ser visto con malos ojos es que uno de los productos estrella de su país -aquel que se encuentra más asociado en el imaginario popular a la palabra Rusia- esté experimentando un boicot global no solo protagonizado por distintos gobiernos, sino por los propios consumidores.
Los primeros en disparar contra el vodka de origen ruso fueron los gobernadores de Ohio, New Hampshire, Pennsylvania y Utah, en Estados Unidos, que prohibieron su venta en las licorerías que se encuentran dentro de sus jurisdicciones. Quien fue elocuente al respecto fue Tom Cotton, senador por Arkansas, que tuiteó: “Tiren todo el vodka ruso y, junto con municiones y misiles, envíen las botellas vacías a Ucrania para que sean usadas en cocteles Molotov”.
Dump all the Russian vodka and, alongside ammo and missiles, send the empty bottles to Ukraine to use for Molotov cocktails. https://t.co/Md5MlDcmXn
— Tom Cotton (@TomCottonAR) February 26, 2022
En Canadá, la provincia de Ontario tomo una medida similar, pidieron a sus 679 licorerías que retiren de la venta todo producto de origen ruso, y es esperable que la ola de boicott gubernamentales siga creciendo a medida que el número de muertos crece a raíz de las acciones militares rusas. Incluso cadenas de licorerías como Publix (con más de 300 locales en todo Estados Unidos) o Total Wine & More (con más de 200 tiendas) decidieron por su cuenta sacar de sus góndolas todos los vodkas rusos.
Pero, ¿qué valor económico tiene hoy el vodka? Este destilado representa el 11,3% del mercado global de las bebidas espirituosas y generan ventas por unos 75,7 billones de dólares al año (según estadísticas de 2020). En los Estados Unidos, el vodka es el spirit más vendido. Su caída en desgracia, afirman consultoras del rubro bebidas, es una buena noticia para vodkas que se producen fuera de Rusia, como el norteamericano SKYY, el francés Grey Goose o el sueco Absolut.
Desilusión a largo plazo
Las acciones gubernamentales contra el vodka ruso están teniendo efectos similares por parte de particulares involucrados en el mundo de las bebidas. “Los gobiernos han estado implementando sanciones, sin embargo, es interesante ver movimientos similares del público en general y las empresas independientes”, dijo al portal The Drink Business Carmen Bryan, analista de consumo de la consultora GlobalData.
“Nuestras encuentras muestran que la lealtad a la marca está fuertemente influenciada por la alineación con los valores propios -agregó-. Esto pone a las marcas rusas de vodka en una posición precaria, ya que un conflicto prolongado no solo dañará las ventas inmediatas, sino que también puede causar una desilusión permanente con los productos básicos rusos a largo plazo”.
Tanto en América como en Europa, muchos dueños de bares también han comenzado a tomar acciones contra los spirits rusos. En Estados Unidos, muchos han reemplazado en sus barras las marcas de vodka ruso como Russian Standard o Green Mark, por marcas de vodka ucraniano, como Kozak y Vektor.
Sorry @Stoli lovers. No more.
— Magic Mountain (@SkiMagicVT) February 24, 2022
🇺🇦🇺🇸 pic.twitter.com/5y2TWP8feK
Uno de ellos es Bob Quay, propietario de Bob´s Bar Grand Rapids (Michigan): “Uno se pregunta que puede hacer ante la invasión de Rusia a Ucrania. Obviamente el gobierno de Estados Unidos está poniendo sanciones. Pensé que también podría poner sanciones yo mismo”, declaro a Associated Press.
La marca que innecesariamente quedó en medio del conflicto fue Stolichnaya: si bien es de origen ruso, actualmente se produce en Letonia (ex integrante de las URSS). Propiedad del multimillonario de origen ruso (radicado en Ginebra) Yuri Shefler, su venta dentro del territorio ruso se encuentra prohibida debido a una disputa en torno a su propiedad que llegó a la corte suprema de ese país. De hecho, en su sitio web la compañía se pronunció al respecto de la invasión: “Stolichnaya defiende la paz en Europa y se solidariza con el pueblo ucraniano”.
Y así como el vodka ruso atraviesa una ola de ataques, algo parecido ocurre con cocktails que en su nombre remiten al país que gobierna Putin. Es el caso del clásico cocktail Moscow Mule, cuya receta incluye vodka, ginger beer y jugo de limón, y que muchos bares europeos hoy sirven con el nombre Kyiv Mule (Kyiv es el nombre con el que Ucrania llama a Kiev), y en cuya formulación emplean vodkas ucranianos como Nemiroff, Dima’s, Soyuz-Vikman, Khortytsia o Khlibnyi Dar.