Marcó a generaciones que crecieron repitiendo el slogan de las publicidades; a partir de la ley de etiquetado frontal, desaparecerá del packaging junto con otras figuras icónicas
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Al tigre de rayas naranjas y blancas que acompañó los desayunos de varias generaciones le quedan apenas dos meses al frente de las cajas de cereales azucarados. Tony, o Toño, tiene plazo hasta mayo para despedirse de las Zucaritas, los copos de maíz icónicos, que lo deberán borrar del mapa tras la ley de etiquetado frontal que prohíbe la aparición de personajes infantiles en los packagings de alimentos con exceso de azúcares, sodio, grasas y calorías. En lugar de Tony, que invitaba a “sacar el tigre que hay en vos”, aparecerán los sellos negros y octogonales, que ya se ven en otros productos para advertir sobre las cuestiones nutricionales recién mencionadas.
Así, el icónico personaje de cuerpo esbelto y musculoso que prometía desayunos a pura energía se retira de la escena.
Deja atrás una historia azucarada que, sin embargo, empezó con sabor amargo. Incorporar azúcar en una caja de cereales fue una idea de los hermanos Kellogg, que la desarrollaron en 1906 bajo la firma Battle Creek Toasted Corn Flake Company, la empresa que con el tiempo se transformaría en Kellog’s. Lejísimos estaba el concepto del consumo saludable de alimentos, o el derecho del consumidor a obtener información sobre los ingredientes y calorías de cada producto. Los hermanos discutieron y dejaron de hablarse, por cuestiones éticas y legales: mientras John impulsaba un producto más saludable, Will prefería apelar al marketing para ofrecer un desayuno envasado, con azúcar y listo para consumir. Ganó su opción.
Décadas más tarde, un tigre enérgico que arrastraba la erre (“they’re grrrreat”) convirtiéndola en un feroz rugido conquistó a buena parte del mercado. Fue tan famoso, de hecho, que la prestigiosa revista de publicidad Ad Age lo eligió como una de las 10 personalidades destacadas.
Su creador fue Eugene Kolkey, un artista gráfico y director de arte que trabajaba en la agencia de publicidad Leo Burnett, una de las más prestigiosas de Estados Unidos, responsable también del hombre de Marlboro, el muñeco blanco de la harina Pillsbury y Ernie, el elfo de las galletas Keebler.
Experto en el diseño de mascotas que atrapan a públicos de todos los sectores económicos, Burnett no dudó en impulsar a Tony a la fama, crearle una familia y convertirlo en sinónimo de hojuelas de maíz que en Europa se conocen como Frosties y en Latinoamérica, como Zucaritas.
El tigre se convirtió en mascota oficial en 1951, luego de ganar un concurso interno, una instancia donde se enfrentó con una cangura, un elefante y un antílope. Dio batalla durante 72 años, no solo desde las cajas de cereales sino desde avisos gráficos y publicidades de televisión.
Desembarco local
El slogan “sacá al tigre que hay en vos” llegó a la Argentina a través de spots donde se veía a chicos y chicas en distintas situaciones deportivas: partidos de fútbol, vóley o riesgosas escaladas a montañas. Tony siempre acompañaba a los protagonistas, como dibujo animado que interactuaba y los animaba a ganar, reforzando la R de “riquísimas” para el cierre de los comerciales.
Fueron generaciones y generaciones que amanecían con las cajas de fondo azul en la mesa del desayuno. “Diseñado especialmente para alimentar las victorias de los niños deportistas se ha convertido en el cereal preferido de los niños de Argentina. Sus grrriquisimas hojuelas de maíz escarchadas brindan un sabor dulce único, además contiene 12 vitaminas y minerales incluyendo el 50% del IDR de 6 vitaminas del complejo B que les ayudan a tener energía necesaria para esforzarse física y emocionalmente; con toda la inspiración y confianza el Tigre Toño promueve que los niños den su mejor esfuerzo, con disciplina, preparación y alimentándose correctamente para ganar con garra”, rezaba la presentación del producto.
Lo cierto es que desde 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere restringir el consumo de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica diaria. Y estos cereales, como otros de la misma compañía y de otras marcas, contienen casi un 40% del consumo total recomendado. Para adaptarse a la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable que se sancionó en Argentina en 2021 las empresas grandes tuvieron la opción de solicitar prórrogas. Pero en mayo vence el último plazo y por eso Tony, sus músculos, su sonrisa y su estampa deportiva pasarán a la historia, junto con otras mascotas: dinosaurios, conejos, personajes animados, deportistas o celebridades que acompañan el packaging de distintos productos.
Cambio de paradigma
“El tigre Tony fue creado por una agencia publicitaria en el seno del primer mundo bajo un paradigma publicitario totalmente distinto del actual, que tenía por objetivo salir a un mercado competitivo y ganar. Las perspectivas actuales de la salud y la protección de niños y niñas todavía no existían”, explica Mariana Pittaluga, diseñadora gráfica y Doctora en Arte Latinoamericano. “Hoy, en países como el nuestro donde la salud y la educación todavía pertenecen a las esferas del Estado, y en un contexto social totalmente distinto, se ven reflejados otros valores que impulsan estas leyes de protección a la salud pública. Hay un especial interés en que la nuestra no sea una población enferma, con índices altos de obesidad, diabetes o condiciones cardíacas producto de un alto consumo de azúcares refinadas, porque a futuro, supone una sobrecarga del sistema de salud. Está en el rol y la responsabilidad social de los diseñadores no formar parte de una cadena que perpetúa discursos nocivos. Esta ley plantea un dilema profesional que los diseñadores debemos asumir”, apunta la docente y especialista en Teoría del Diseño.
Serán tiempos de otras búsquedas para promocionar alimentos infantiles. Junto con Tony es probable que también se despidan el conejo del cacao en polvo, los héroes que protegen al medio ambiente desde otra marca de cereales o el dinosaurio del postrecito. Ya tienen fecha de vencimiento.