Los músicos hablan por primera vez antes de retomar la gira Gracias Totales-Soda Stereo, que debieron suspender por la pandemia en 2020
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“Después de este corte de casi dos años, volver a estar acá, en la sala, tocando todos juntos, es de un disfrute aun mayor que cuando empezamos con esta historia. Todo fluye de lo más natural y no puedo creer estar haciendo música con Charly otra vez. Revaloricé eso de estar haciendo música con estos amigos. Así como estaba enojado cuando nos separamos por primera vez, en 1997, ahora volver a hacer sonar estas canciones y conectar con su poder me hace sentir como un campeón”. Zeta Bosio sonríe. A su lado, su compañero Charly Alberti asiente. Los dos músicos y amigos están sentados en la sala de control del estudio del baterista, en Florida, Vicente López. El mismo lugar donde este ambicioso espectáculo bautizado Gracias Totales – Soda Stereo comenzó a gestarse hace casi ya cinco años.
Es la primera entrevista que Zeta y Alberti ofrecen desde que debieron suspender abruptamente la gira que los había devuelto a un escenario tocando las canciones de Soda Stereo, debido al Covid-19, allá por marzo de 2020. Una gira que había empezado el 29 de febrero de aquel fatídico año, en el estadio El Campín, de Bogotá, y que llegó a completar un concierto en Lima y dos en México, antes del impacto global del virus. Una gira “celebratoria” que ambos anunciaron también en su momento como “despedida” (“para mí es un milagro que estemos de gira devuelta. Algo que pensaba que no iba a pasar nunca más. Es un gran esfuerzo hacer esto y no sé si podremos hacer mucho más de lo que estamos haciendo. No hay más que esto. No sé si en cinco o diez años tendré ganas de hacerlo”, dijo Zeta dos años atrás).
Para esta faena, Alberti y Zeta cuentan con un seleccionado de cantantes invitados –presenciales y no presenciales- que van desde Benito Cerati a Chris Martin de Coldplay, pasando por Adrián Dárgelos, Robi Draco Rosa, Rubén Albarrán, Julieta Venegas, Fernando Ruiz Díaz, Mon Laferte, León Arregui (Zoe), Gustavo Santaolalla, Andrea Echeverri, Juanes, Walas y Richard Coleman, viejo compañero de andanzas que se sumó como parte estable de la banda y hoy oficia de director musical del grupo del que también son parte Fabián Quintiero, Roly Ureta (ex Fricción y Zas) y Simón Bosio (hijo de Zeta).
Gracias Totales - Soda Stereo volverá a rodar finalmente a partir del 18 y 19 de diciembre, en el Campo de Polo Argentino, y que en 2022 llegará a Centroamérica, Estados Unidos, Paraguay y Chile y se rumorea que cerrará con un gran y último concierto en abril del año próximo, otra vez en Buenos Aires.
Así las cosas, Zeta y Alberti se reencuentran aquí también con otro ritual del oficio: posar ante las cámaras en una producción especial para Rolling Stone y una vez terminada la sesión de fotos, retoman dónde lo habían dejado.
¿Cómo se sintieron en esos primeros shows de la gira?
Zeta: Para nosotros fue como lo soñamos. Cuando nos juntamos al principio para darnos manija, a ver si volvíamos a tocar estas canciones una vez más, ver si valía la pena, si nos entusiasmaba, porque eran temas de los que yo ya me había despedido, que no pensaba en volver a tocar, no sabíamos qué iba a pasar. Pero bueno, lo que pasó, hasta que llegó el impacto de este virus que nos encontró en México, fue increíble.
Alberti: Lo que corroboró la gira fue la emoción. Es una gira de alta emoción, porque en definitiva todos los que nos van a ver saben que es por última vez y saben que es un regalo para ellos, más allá de que en un primer momento fuera solo para nosotros, casi de un modo egoísta, porque vivimos juntos lo de Cirque du Soleil y eso nos envalentonó a seguir. Teníamos la sala, veníamos de trabajar dos años con multi-tracks (Zeta y Alberti se encargaron de la banda sonora del espectáculo), vinimos, pusimos la Protools y tocamos y se nos heló la sangre cuando sumamos la voz y la guitarra de Gustavo. El objetivo primario es, nosotros dos como compañeros de vida, darnos el gusto de tocar estas canciones por última vez y acompañados y rodeados de amigos que queremos y nos acompañaron en Soda durante mucho tiempo.
¿Fue difícil controlar esa emoción arriba del escenario?
Alberti: Por supuesto que son sensaciones muy difíciles de manejar, pero creo que tenemos cierto entrenamiento después de tantos años y shows como para poder recanalizar esas emociones en la música. Si te ponés a pensar mucho en lo que estás haciendo, no podés tocar, te ponés a llorar. Igual no dejo de pensar en cómo va a ser el show despedida, el último de esta gira. Porque uno sabe que está tocando por última vez. Después qué pasará dentro de cinco años no sé. Pero la intención es cerrar esta etapa.
¿Y cómo funcionó la dinámica con los distintos cantantes?
Zeta: Espectacular. Con Afo Verde (amigo, músico y ahora director regional de la compañía Sony Music) se nos ocurrió la idea de tocar con muchos invitados, inspirados un poco en aquel show en Wembley que se hizo como homenaje a Freddie Mercury, Soda podía hacer algo así de grande, porque tiene un montón de artistas de primer nivel que son fanáticos de la banda. Todos nos lo han dicho. Porque por otra parte a nosotros Soda nos acompaña adónde vayamos, no es que somos Soda solo cuando subimos a un escenario. Si voy a un asado, en cierto momento tengo que agarrar una guitarra y tocar “De música ligera”, como salga. No puedo no hacerlo.
Alberti: Yo, como toco la batería, zafo, ja.
Zeta: Por eso digo siempre que esto de poder tocar juntos con Charly está bueno y un poco es reconocer lo que nos pasa todo el tiempo.
Alberti: Y la gente lo agradece. Lo vimos en esos primeros conciertos: la cara de felicidad, el llanto. La salida en estos shows me hizo acordar mucho a la última gira de 2007, cuando la gente entendía que no había más nada. Acá subís al escenario y ves gente llorando de emoción. Eso es muy loco, es el éxtasis de la alegría, llegar a las lágrimas por la emoción de la felicidad. Y a veces por la tristeza de entender que no se va a repetir.
¿Cuál es su momento especial del show?
Alberti: En lo personal creo que hay un momento de muchísima conexión que es cuando tocamos “Fue”, solo los tres, con Gustavo desde las pantallas. Es un tema en donde uno se puede quebrar muy fácilmente.
Zeta: Coincido con Charly, “Fue” es un momento muy fuerte del show. Después también pasa algo muy fuerte con “Cuando pase el temblor”, con Santaolalla. Él hizo un gran esfuerzo para estar en esta gira y hace una versión increíble, muy enganchada con el público, muy emotiva.
Alberti: Todos los que participan lo hacen felices de hacerlo. Son grandes artistas y uno los respeta como tal, pero ellos están alucinados de tocar con nosotros dos. Creo que ni Zeta, ni yo, ni Gustavo, tomamos nunca la dimensión de realmente el lugar que ocupamos para la gente y para nuestros colegas. Nos agradecen desde los más cercanos hasta Chris Martin. Y Dárgelos me dijo algo muy interesante: “Esta es la última gran gira de rock en español, no sabemos si las giras van a seguir en esta escala de megashows”. Puede ser en un festival, pero una banda sola...
En estos últimos años, tanto en la preproducción como cuando comenzaron la gira, ¿se arrepintieron en algún momento de hacerlo?
Alberti: Todos los días, ja. Es algo tan grande que cada tanto decís: “En qué quilombo nos metimos”. Es una gira muy compleja desde lo técnico, y más ahora en pandemia, para movernos…
Zeta: Estuvimos un año y medio con la gira parada y si se mantuvo en pie fue por el amor que la gente le tuvo al proyecto, si no lo hubiéramos dejado.
Alberti: Incluso dejando de lado todo lo que se dijo y se dice por ahí, porque hoy es muy fácil que una mentira se vuelva verdad en las redes.
¿Qué es de lo que se dijo lo que más les molestó?
Alberti: Hay millones de habladurías y cosas, no es algo puntual. Es la distorsión constante de un montón de cosas. Comentarios idiotas. Por ejemplo, hace pocos días anunciamos que la gira va a hacer carbono neutral. Es algo muy importante, va a ser la primera banda latinoamericana que lo hace y es un gran esfuerzo económico y de producción nuestro. Y el otro día uno escribió: “No Charly, estás meando fuera del tarro. Estas cosas no se juntan, a Gustavo no le hubieran gustado y somos un montón que no vamos a escuchar más a Soda a partir de ahora”. ¿Qué sabés vos? Entonces, en la medida en que Zeta no escriba un libro o contemos nuestra visión esto podría pasar a ser una verdad.
Zeta: Esto de mear afuera del tarro lo escuché varias veces. Cuando editamos Dynamo por ejemplo. Y no había redes sociales, sino que por ahí era un periodista, un crítico, el que te lo decía. Había críticos que eran acérrimos opositores a la banda y siempre que hacíamos algo estaba mal. Cuando éramos normales, digamos, no ahora que somos un mito, en el momento que estábamos peleando no nos la hacían fácil. Siempre fuimos una banda que fue al choque y siempre tuvo su costo.