En ‘Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro’, la voz de Él Mató se mete con la cumbia, el tango y el folklore, con Vicentico, Melingo y Jorge Serrano como invitados
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Después de años de planear y demear el material para lo que sería su primer álbum solista, Santiago Motorizado dejó de lado todos sus proyectos personales durante la pandemia para musicalizar la versión 2021 de la serie Okupas, del director argentino Bruno Stagnaro. Un trabajo monumental para el que compuso y grabó medio centenar de tracks, corriéndose de su género madre, para meterse con la cumbia, el folclore, el tango y más. Ahora, esos temas fueron revisitados, ordenados y convertidos por el mismo Santiago para arma un álbum de 19 tracks: Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro.
Antes del concierto con el que esta semana lo presentará en vivo en el Teatro Coliseo (este viernes, a las 21), y para el que promete varios invitados de lujo, la voz de Él Mató a un Policía Motorizado se toma su tiempo para contar la trastienda de cada una de estas canciones, acompañadas por las escenas de Okupas en las que aparecen.
“Contrafuego”
Es la única canción de la serie que reemplacé con composición propia a una de los Beatles. Después hay una de Él Mató que también reemplaza una de los Beatles, pero esa la eligió Bruno (Stagnaro). El tema está en la escena donde el Negro Pablo le pide a la Turca, que está dentro de la cárcel, si le quiere hacer un pete por medio de ese agujero que hay en la pared. Ahí arranca “Contrafuego”. De ahí que tiene esa cosa media rara en la cadencia, entre sensual y misteriosa. Esa era un poco la idea de la canción.
“Polvo de estrellas”
Suena en una escena en la que ellos están un poco enloquecidos, en el capítulo 3, y en un momento paran en un kiosco y Ricardo le pide al Pollo que le de un poquito más de cocaína y el Pollo le dice: “Pará un poco, que la noche es larga”. La idea de la canción era representar un poco eso. En la original tenía un tema de Sandro, que se escucha muy bajito, entonces la canción tiene un pulso medio a Sandro.
La letra hace alusión a esta cosa de querer subir con ayuda de estupefacientes. Básicamente la letra recorre ese imaginario, sin ser muy concreto, dejando un espacio de interpretación, obviamente.
Pero esa cosa de subir de los de los nuevos que están por llegar y los viejos que no quieren descansar, esa combinación de los que están metidos en eses camino.
“Mil derrotas”
Aparece en una escena donde Ricardo vuelve a la casa de la abuela porque está medio paranoico que lo está buscando el Negro Pablo, que tiene sus datos. La abuela ya en el primer capítulo tiene un tocadiscos y pone un vinilo. Y acá, en la versión original, había algo bajito, muy melódico, medio italiano y la idea era eso, hacer una canción melódica, estilo italiano, romántica. Al punto de que en un momento Bruno me propuso si la quería grabar en italiano, trasladar la letra. Al final no lo llegué a hacer, pero funcionaba para la escena, con esa cosa romántica de fondo, media orquestada.
“No puedo parar”
En Okupas está en la fiesta que Miguel arma en la casa, en el capítulo 10. Pero ahí suena la versión instrumental, no está la voz, sino que hay una guitarra que hace la melodía principal. En el disco pude mostrarla entera, con la letra y la melodía y la voz cantada.
Bruno reformuló toda la música que había en esa escena de la fiesta, donde había mucha música extranjera. La reemplazó por temas de Viejas Locas, Ratones Paranoicos, Dos Minutos, tratando de abarcar un poco el sonido de lo que sonaba en aquellos años.
Y “No puedo parar” quiere entrar en ese universo entre lo punk el rocanrrol acelerado.
“Muchacha de los ojos negros”
Es una zamba. Hay muchas de las canciones originales que están muy bajitas o apenas se escuchan. Y hay una escena donde ellos están preparando el robo al Negro Pablo con el Pollo y van a buscar las armas a este amigo de él. “Muchacha de los ojos negro” la compuse ahí, porque entendía que con el estribillo, que es muy arriba, a nivel melódico, iba a encajar bien con la escena. Pero a Bruno le pareció que era muy lenta, que en esa escena necesitaba algo un poco más festivo, una zamba un poco más acelerada. Y compuse otra zamba, “No creo en el amor”, que al final no quedó en el álbum pero que algún día la voy a terminar bien y la voy a mostrar.
“Muchacha…” terminó apareciendo en otra escena, cuando Ricardo va a encontrarse con el abogado por primera vez, que van caminando por los pasillos internos dentro del barrio ahí donde está la casa.
“Tonto corazón”
Acá me di el gusto de cantar con mi cantante favorito, Vicentico. Lo conocí ahora, durante la pandemia y le mostré la canción y se copó enseguida. Le regustó, vino a Boedo a grabar, y la verdad es que fue una jornada inolvidable para mí. Fue un desafío componer una cumbia, meterme en un género nuevo para mí. Porque por más que es un género que es parte de la música popular y de manera directa o indirecta es parte de también de nuestras vidas. Pero el proceso de composición requiere un poco estudiar el género, sumergirse un poco en esa forma de combinar esos sonidos. Y también de buscar un sonido puntualmente dentro de la cumbia, que tenga que ver con aquellos años. Porque en un momento me tentaba hacer algo más tipo cumbia villera, que es algo que me gusta bastante, pero no encajaba en el momento de la serie, porque la cumbia villera aparece un poco después. Por eso tomé un poco esos sonidos noventosos de la cumbia romántica. Incluso con un pequeño homenaje a Ráfaga, con esa guitarra heavy metal, también característica del sonido Ráfaga.
“La juventud”
Es un vals, pero dentro de la familia del tango. Fue lo último que compuse y lo que más me costó. Estuve escuchando mucho tango, leyendo mucho las letras, Quería poner toda mi atención en esa poesía increíble que tiene el tango. ¡Los hermanos Expósito! Quería estar un poco a la altura de la historia del tango argentino, por más que sea un desafío inabarcable, pero bueno, era un horizonte para tener ahí a la hora de escribir.
Igual, el toque final se lo dio Melingo, con esa voz que hace lo que quiere. Además, Bruno me había pedido que trate de variar un poco y que invite a gente a cantar, amigos, porque si no se rompía el verosímil de la serie si cada vez que prendían la radio o en un bar sonaba mi voz. No tenía sentido. En este este caso puntual de “La juventud” necesitábamos una voz con mucha personalidad y nada mejor que la de Melingo. Estoy agradecido a la vida que haya aceptado. No lo pude conocer en persona, porque lo hicimos a la distancia, pero espero pronto conocerlo y cantar juntos.
“Bajo la sombra”
Aparece en el capítulo 3, donde hay muchos reemplazos, cuando están en Quilmes.
La letra tiene una similitud con “Polvo de estrella”, esa idea de querer subir porque sí.
Acá me di el gusto de invitar a Ani (Anabella Cartelano), de Las Ligas Menores, que es también una de mis cantantes favoritas. Es una canción que tiene una tonalidad muy alta que le queda bien a Ani y le dio una frescura genial. En la escena ellos se están quejando pensaban que la noche de Quilmes iba a ser más arriba y la canción tiene un poco de ese reclamo de querer subir, pero que al final no pasa nada.
“Un día no vas a estar”
Este tema me dio la oportunidad de saldar una cuenta pendiente, que era cantar con mi viejo. Es una zamba y también suena en los pasillos del barrio este interno que habitan detrás de la casa de Okupas. En mi casa siempre sonó mucho folclore, en mi infancia, porque mi viejo es santiagueño y le gusta tocar la guitarra y cantar. Es parte de la banda de sonido que sonó en aquellos años. Entonces ahora tuve que hacer un trabajo como de reconectarme con eso, porque en la juventud uno un poco reniega de la música de sus padres, con esa cosa rebelde de lo juvenil de no escuchar lo que escucha tu viejo. Ahora me volví a conectar con todo eso, me volví a enamorar del folclore y descubrí un montón de cosas increíbles y geniales, a nivel musical y a nivel poético, que era también el desafío de escribir estas canciones, que tuvieran cierta estética, porque el desafío era abordar esos géneros de la manera más fiel posible, porque eso también era la esencia de Okupas, que cuando sonara folclore sonara real, no una fusión de cosas.
Y mi viejo le dio el toque, porque incluso siento que él cuando canta le vuelve el acento salteño. Un poco, algunas pronunciaciones, claro. Cuando dice la elle le vuelve esa cosa raspadita que le queda genial. Además hizo coros mi hermano Facundo y la pasamos bárbaro.
“Una casa”
Esta canción reemplaza una de Jimi Hendrix, que está muy presente en Okupas, hay muchos reemplazos de canciones de Hendrix, aunque la mayoría. pasaron bastante desapercibidos porque eran pocos segundos. Esta suena en la escena donde el Pollo está herido y les pide que lo lleven de vuelta a la casa. Ricardo, culposo, se mete en la caja del camión para pedirle disculpas y arranca esta canción que tiene este tono más lento, más relajado, como de reencuentro. Acompaña ese sentimiento de reconciliación de los dos amigos que venían peleados y que venían de una batalla que casi le cuesta las vidas. La idea era tratar de correrse un poco del registro de El Mató, obviamente, lo que uno arrastra, pero a nivel musical eso siempre está presente. Traté de poner un poco el pie en el rock más clásico de guitarras y creo que juega un poco entre una cosa bien de rock clásico de los 60 y los 70 y algo quizás más cercano en el tiempo, con una cosa media Pavement, que también tiene una referencia directa a aquel rock de los 70.
“No hay lugar para nadie más”
Este tema suena cuando Peralta está haciendo el agujero, en el primer capítulo, queriéndose meter en la casa. La idea era jugar con eso de que no hay lugar para nadie más acá en la casa de los chicos. Pero también tiene un doble sentido, porque es una canción romántica. Es como una cumbia del estilo santafesino.
“La redención”
Es un instrumental, con mucha percusión, básicamente. Suena cuando Ricardo está arrepentido de haberle robado a uno ahí en Parque Lezama.
“Tanto tonto”
Es una canción que originalmente en la serie suena cuando Ricardo llega en el capítulo 1 a la casa y se instala y se pone a tocar con su guitarra acústica, en el sillón. Es una canción que compuso Bruno para un grupo que tenía y que se llamaba Los Mantenidos. De hecho, Ricardo en un momento hace referencia a eso, hablando con Sofía, y le cuenta que tenía una banda, que después se colgó. Es una referencia personal del director. Bruno me mandó una maqueta, no sé cuán vieja era, con él cantando la letra completa, porque en la escena de Ricardo solo aparecen dos frases, y me pidió si podía hacer una versión acelerada. Hice una mezcla entre punk y rock and roll y se copó. No tenía ubicación en la serie, no estaba como para reemplazar nada, y al principio Bruno la utilizó en el trailer, y después también la ubicó en los créditos del capítulo 3.
“El Pollo”
El pulso es una cumbia lenta, que acompaña una escena donde el Pollo va a encontrarse con un contacto que le va a dar el dato de un locutorio, con el cual después va a ir a robar con el Negro Pablo. Suena una cosa misteriosa, para acompañar ese momento de tensión y también esos ritmos de cumbia que son parte de la música urbana, que suena presente todo el tiempo en Okupas.
Grabamos mucho con midi, con muchas cosas que teníamos a mano, y hablando con Vicentico, él me dijo de por qué no lo llamaba a Sergio Rotman y le ponía un saxo real. Le escribí y le encantó la idea, incluso él estaba en Puerto Rico y grabó el saxo desde un estudio de allá. Un genio total. Tenemos pendiente juntarnos a ver que sale.
“El fuego cálido”
Otra cumbia con esa cosa de estilo medio santafecina y para la cual me di gusto de invitar a Nina Suárez, la hija de Rosario Bléfari, que no está acostumbrado a cantar cumbia, pero que yo había visto cantar en una obra de teatro. Quedé fascinado y enseguida pensé que la tenía que invitar a cantar esta cumbia, porque la iba a romper.
Nina le dio el tono y hasta actuó un poco la voz.
Suena en el capítulo 1 cuando Ricardo conoce a Sofía y le pregunta si sabe dónde hay conga por el barrio.
“Buena suerte”
Es una canción que la compuse para la escena previa a la que Ricardo quiere ir a robar por primera vez. Y después Bruno la ubicó cuando Ricardo está espiando a su víctima.
“El Negro Pablo”
Es una canción instrumental que está ubicada cuando Ricardo, junto con el fletero y sus amigos, lo habían atado al Negro Pablo en el puente de La Boca y después va envalentonado a decirles a sus amigos que lo tiene encerrado y los otros van medio pensando que es cualquiera y resulta que el Negro Pablo ya se había escapado.
“Bandera blanca”
Una cumbia también que replica el sonido de la cumbia noventosa. Está cuando el Negro Pablo y su mulo van a devolver las armas. Ahí es medio cuando se aplica el plan del Pollo y ellos son mal recibidos y son echados y de fondo en esse patio grande suena “Bandera blanca”. Canta un ídolo como Jorge Serrano, que también se copó y, como vive en Villa Gesell, grabó en su casa y me mandó un montón de tomas. A Jorge lo conocía de haberme cruzado en varios shows, pero una vez, en México, nos quedamos charlando y me dijo: “Un día vamos a hacer algo juntos”. Para mí esa promesa ya era suficiente, pero bueno, al final pasó el tiempo, pasaron los años y se dio esta oportunidad. Él dice que tenemos un registro vocal similar, cierta tonalidad, y puede ser.
“Hacia el norte”
Es un chamamé, y fue otro de los grandes desafíos, porque es algo mucho más ajeno a lo que estoy acostumbrado a la hora de componer ese tipo de melodías y de esa forma, ¿no? Y sobretodo componer una melodía para un acordeón. Me acuerdo de que grabé una base de una melodía cantada con lo que iba a ser el acordeón. La grabé con Midi, que tiene un acordeón que es un horror. Y Nico Landa me contactó con Javier Acevedo, que le dio el toque y sin él no hubiera existido. Está en la escena cuando ellos están cortos de guita y tienen que pagarle al abogado, entonces se van en un camión a hacer una changa. Es una escena muy alegre, muy luminosa, por más que están yendo a trabajar.