El guitarrista de Rolling Stones contó que las lecciones aprendidas tras superar las adicciones resultaron clave para luchar contra el cáncer en dos oportunidades
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El guitarrista de Rolling Stones, Ronnie Wood, anunció a principios de esta semana que recientemente le habían diagnosticado un cáncer de células pequeñas, raro y agresivo, pero que sus médicos le habían dado buenas noticias.
En una entrevista con The Sun, Wood reveló el diagnóstico, que marca su segunda lucha contra con el cáncer. Un representante del músico de 73, además, le confirmó la información a Rolling Stone. “Tuve cáncer de dos formas diferentes”, explicó Wood en la entrevista. “Tuve cáncer de pulmón en 2017 y, hace poco, aparecieron células pequeñas con las que debí luchar durante el confinamiento”.
Las pequeñas células cancerígenas pueden crecer rápidamente y, en general, se encuentran en los pulmones, aunque también pueden aparecer en la próstata, el páncreas, la vejiga o los ganglios linfáticos. Wood no brindó más detalles sobre el diagnóstico, pero a pesar del peligro potencial, dijo que “los médicos le dieron el visto bueno”.
Además, Wood agradeció haberse mantenido ocupado con su pasatiempo preferido, la pintura, que lo ayudó a superar su diagnóstico más reciente. También habló sobre cómo lo aprendido luego de su recuperación de las adicciones jugó un papel importante. “Estoy pasando por muchos problemas ahora, pero durante una recuperación, tenés que dejarlos pasar”, dijo. “Y cuando entregás el desenlace de las cosas a un poder superior, es algo mágico. Eso te lleva de vuelta a la Oración de la Serenidad: “Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar”. Eso es increíble. Será lo que tenga que ser y no tiene nada que ver conmigo“.
Según los informes, el primer diagnóstico de cáncer de Wood en 2017 requirió una operación para extirpar parte de su pulmón. Para 2018, Wood dijo que estaba libre de cáncer, y agregó en ese momento: “Si tu cuerpo está plagado de cáncer, es una causa perdida. Afortunadamente, todo lo mío estaba contenido en el pulmón izquierdo y tuve la suerte de que me dispararan, ¡bang! No había nada más en el resto de mi cuerpo, así que no necesité quimioterapia“.