Dos nuevos libros reúnen las imágenes creadas por Thom York y el artista Stanley Donwood, contrapunto visual de discos como Kid A y Amnesiac
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A principios de 1999, los Radiohead empezaron a pensar qué hacer después del aclamado OK Computer (1997). “Sospechábamos profundamente de cualquier nivel de éxito que pudiéramos tener”, dice ahora Thom Yorke. “Queríamos alejarnos de donde carajo estuviéramos, rumbo a un lugar nuevo”.
Durante los dos años siguientes, con Kid A (2000) y Amnesiac (2001), la banda dio un salto a un nuevo universo, más allá del horizonte del rock, acompañada por un rico mundo de imágenes fantasmales y oníricas creadas por Yorke y el artista visual Stanley Donwood. Ahora, esos trabajos fueron recopilados en un par de libros, Kid A Mnesia y Fear Stalks the Land!.
TIRALO AL FUEGO: Los colores de este lienzo de Donwood de 2000 reflejan la influencia de una muestra de David Hockney que habían visto el año anterior. “Fue lo primero que hicimos al llegar a París, antes de empezar a grabar”, dice Yorke. “Y nos voló la cabeza por completo”.
ICE AGE COMING: “Hubo un crash bursátil y yo estaba tratando de terminar la letra de ′Idioteque′ en ese momento, así que se convirtió en parte de lo mismo”, dice Yorke.
TREEFINGERS: Donwood basó este dibujo de un árbol extraño en un sueño que tuvo. “En ese momento, tenía sueños muy realistas”, dice, y Yorke agrega: “Nos agarrábamos de cualquier cosa que tuviera algún tipo de sentido, y los sueños eran fundamentales para eso”.
LA TIERRA DE LOS LOCOS: “Es casi un país de cuento de hadas pero más oscuro”, dice Donwood sobre la cordillera helada que se ve en esta pintura de 2000. “Era un lugar muy solitario, frío y tranquilo”.
PERDIDO EN EL MAR: El Minotauro de la mitología antigua se convierte en un motivo clave para el arte de Amnesiac. “Uno de los problemas que estaba teniendo al intentar escribir música, especialmente las letras, era cómo me relacionaba con mi voz”, dice Yorke. “Sentí que me había construido un maldito laberinto alrededor, y que ya no me podía escapar”.
NO ESTOY AQUÍ: Donwood basó esta gran pintura, que se vendió por 137.500 libras en una subasta reciente, en una fotografía de un diario de una escena bombardeada en Yugoslavia. “Era solo un cuadrado de nieve”, dice. “Pero la nieve tenía huellas, cigarrillos, sangre… como ver la guerra en un close up”.