A través de una carta respaldada por el Sindicato de Músicos y la Academia Ivors, el documento también fue firmado por Damon Albarn, Johnny Marr, Marianne Faithfull y Brian Eno
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Paul McCartney, Kate Bush, Noel Gallagher y otros músicos británicos y con sede en el Reino Unido firmaron una carta abierta al primer ministro de Inglaterra, Boris Johnson, pidiéndole que adopte reformas que mejoren los ingresos por transmisión para artistas, intérpretes y compositores.
A comienzos de este año, artistas independientes de todo el mundo se aliaron en la campaña “Justice at Spotify” para reclamarle a la compañía que haga cambios en su modelo de negocio. En Argentina, artistas y referentes de la industria avanzaron en proyectos alternativos para distribuir su música, tras varios meses sin poder tocar en vivo por la pandemia de coronavirus.
El reclamo que unió a Paul McCartney, Kate Bush y Noel Gallagher
La carta está respaldada por el Sindicato de Músicos y la Academia Ivors (una asociación de compositores británica), que representan a decenas de miles de profesionales de la música del Reino Unido. El documento fue presentado mientras los artistas de ese país esperan un informe final y recomendaciones oficiales de los miembros del parlamento luego de una investigación sobre la economía del streaming (que según Billboard, se publicará antes de julio).
Además de Bush, Gallagher y McCartney, la carta aparece firmada por Damon Albarn, Billy Bragg, Chris Martin, Roger Daltrey, Brian Eno, Marianne Faithfull, Robert Fripp, Peter Gabriel, Bob Geldof, Boy George, Eric Idle, Shabaka Hutchings, Annie Lennox, Johnny Marr, Chris Martin, Laura Mvula, Kate Nash, Jimmy Page, Robert Plant, Sting y Jessie Ware.
“Durante demasiado tiempo, las plataformas de transmisión, los sellos discográficos y otros gigantes de Internet explotaron a artistas y creadores sin recompensarlos de manera justa”, se lee en la carta al primer ministro Johnson. “Debemos devolver el valor de la música a donde pertenece: a manos de los creadores de música”.
La carta sostiene que las leyes británicas no se actualizaron al compás de los cambios tecnológicos y que un puñado de reformas aumentarían significativamente el pago promedio por transmisión (que, generalmente, en ese país es de menos de un centavo estadounidense) a los artistas y compositores. Además, se busca comenzar a garantizar que los músicos sesionistas también reciban ingresos por su trabajo. En suma, lo que el grupo de músicos exige es que se haga un cambio en la Ley de derechos de autor y de patentes de ese país, creada en 1988. De esta forma, propone el grupo, podría garantizarse que “los intérpretes y sesionistas actuales puedan generar ingresos tal como lo hacían cuando sonaban en la radio”.
Además, el documento pide la creación de nuevo ente que regule la actividad “para garantizar el trato legal y justo de los creadores de música”. Y agrega: “El Reino Unido tiene una orgullosa historia de proteger a sus productores, empresarios e inventores. Creemos que los creadores británicos merecen las mismas protecciones que otras industrias cuyo trabajo se devalúa cuando se explotan como líderes en pérdidas“.
Hacia el final del texto, los músicos sostienen que, de implementarse estos cambios, se permitirá “que los estudios de grabación y los espacios para tocar en vivo se fortalezcan”. De esta forma, añaden, “el sector prosperará para oyente y creadores, permitiendo descubrir y estimular nuevas generaciones de talento”.
Artistas vs. Spotify: qué pasa en Argentina y cuáles son los proyectos alternativos
‘Los artistas independientes no estamos de ninguna manera incluidos en la discusión de cuánto vale una reproducción”, le dijo a ROLLING STONE Nicolás Gort, referente de MAR (Músicxs Argentinxs en Red), en una nota publicada en marzo de este año. La agrupación de músicos independientes argentinos tiene un proyecto ambicioso entre manos: la plataforma MUSICA.AR, una suerte de Spotify nacional hecho por artistas argentinos. “Hace falta un cambio en el paradigma del consumo. Hoy el acceso a la información es enorme pero está digitado, siempre mirando a la punta de los icebergs. Quienes concentran más atención son quienes más aparecen en todos lados. Así se invisibilizan un montón de estéticas, de formas de tocar, se invisibiliza el arte”, aseguró Gort.
Al cumplirse un año de cuarentena en el país y sin la posibilidad de organizar shows en vivo, artistas y referentes hablaron de su relación con Spotify, la plataforma de streaming más popular a nivel nacional. Para la música Cata Raybaud, la falta de información que tienen los artistas respecto de la distribución digital de sus canciones profundiza el problema. “Tenía preparado un taller de autogestión para artistas e iba a salir de gira con eso pero llegó la pandemia y el taller quedó en casa, al igual que yo. Decidí hacerlo de manera virtual y ahí confirmé las deficiencias que tenemos los artistas, la desinformación que hay en relación a la distribución digital”, explicó Raybaud sobre su flamante proyecto IN: distribución digital integral, nacido con la intención de promover la autogestión en este nuevo escenario.
LA NACION