La artista habló de su regreso a los escenarios tras el confinamiento y dio detalles sobre su primer encuentro con Dylan, a quien homenajeará en su próximo show
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Patti Smith no es de las que tienen fobia de quedarse en casa, pero el año pasado fue una excepción, ya que la pandemia la dejó varada en su ciudad natal. “No me fui de Nueva York en más de un año, que es el tiempo más largo que estuve arraigada desde que mis hijos crecieron”, le dice a ROLLING STONE. “No estoy acostumbrada a quedarme en un solo lugar. Pero me pasé la mayor parte del tiempo escribiendo“.
Ahora que el mundo está en proceso de reapertura, la artista y música trotamundos está lista para volver al escenario. Después de haber tocado en un puñado de espectáculos en Nueva York en los últimos meses, Smith se está preparando para un par de presentaciones el 22 y 23 de mayo en el Festival de Primavera al aire libre del Parque Cultural Kaatsbaan en Tivoli, Nueva York. Los espectáculos servirán, en parte, como una celebración del próximo 80 cumpleaños de Bob Dylan el 24 de mayo.
El festival también ofrecerá muestras de escultura, artes culinarias y danza, incluidos dos estrenos del American Ballet Theatre y actuaciones de Martha Graham Dance Company, así como presentaciones de Yo La Tengo y Steve Gunn. “[El festival] comenzó hace bastante tiempo enfocado en la danza”, dice Smith. “Y están ampliando su alcance este año, lo cual es emocionante”.
Smith se tomó un tiempo para prepararse para este show y escribir su nuevo Substack para hablar sobre su última presentación antes del cierre de los escenarios, el regreso de la música en vivo y la primera vez que conoció a Dylan en persona.
Repasémoslo juntas: ¿cuál fue el último lugar en el que tocaste antes de que todo comenzara a bloquearse?
Los últimos tres shows que tocamos, uno fue un gran espectáculo en Los Ángeles y fue parte de un show de Herbie Hancock [en el Festival Power to the People!, a principios de marzo de 2020]. Y tenía un clima político muy interesante. Y luego fuimos a San Francisco y tocamos en uno de mis lugares favoritos [el Fillmore West]. Y, por supuesto, es histórico. Toqué ahí muchas veces; todo el mundo tocó allí. Subís estos largos escalones de metal y te podés imaginar a Jerry García y todo tipo de personas subiendo los escalones del Fillmore West. Fueron un par de días realmente estridentes.
Y luego estábamos listos para una gira mundial. Tenía mis valijas preparadas para Australia. Se suponía que íbamos a hacer un show más en Seattle y fue cancelado el día que estuvimos ahí mismo. Después, llegamos a casa y esperábamos estar en cuarentena y pasar por lo que tuviéramos que pasar. Pero, por supuesto, ninguno de nosotros anticipó que estaríamos sin trabajo durante tal vez hasta dos años o más.
¿En qué canalizaste tu energía durante ese tiempo?
Tengo mucha suerte porque escribo dondequiera que voy. Simplemente no estoy acostumbrada a escribir [en casa]... soy una viajera. Y lo que fue más difícil para mí no fue dejar de tocar, sino quedar varada en una ciudad. Es la falta de contacto con otros lo que fue muy difícil. No soy una persona que va al gimnasio y esas cosas. Quiero decir, tendré 75 años, hago tres o cuatro conciertos a la semana. Esa es realmente mi liberación física y mi ejercicio. Así que realmente extraño eso un poco.
Pero tengo suerte, tengo otras tareas. Pude escribir y hacer fotos y comprometerme con mi bienestar mental. Sé que para algunas de las personas que me rodean fue muy, muy difícil. Para todos los músicos, para las personas que realmente dependen de la actuación y las giras, no solo por sus ingresos, sino por la forma en que se involucran creativamente. Así que realmente no puedo quejarme porque tuve y tengo mucho trabajo para hacer.
Después de haber estado en Nueva York durante tanto tiempo y haber visto cómo la ciudad se recuperaba de todo, desde el 11 de septiembre hasta el huracán Sandy, ¿cómo ves a Nueva York regresando a la música después de Covid?
No me preocupa Nueva York; estoy preocupada a nivel mundial. Nueva York encontrará su camino de regreso. Ésta es una situación global. Esto no tiene precedentes, porque se trata de todo el mundo, en todas partes del mundo, la gente está sufriendo de la misma manera. Nueva York es una ciudad en constante reconstrucción, reinventándose y sobreviviendo.
Siempre soy optimista. Creo que es importante mantenerse optimista y también creo que es importante poder adaptarse. Tenemos que adaptarnos; las cosas no van a ser mágicamente iguales. Tenemos que ser pacientes, creativos y ver cómo podemos rediseñar nuestro mundo.
Recientemente, volviste a tocar en vivo. ¿Cómo fue eso?
Bueno, solo hice dos [series de shows]. Hice algo en el Museo de Brooklyn para trabajadores [como parte de NY PopsUp]. Y luego hice dos shows en City Winery, muy pequeños con mi hijo [Jackson] y mi pianista, Tony Shanahan. Debo decir que es un desafío. Quiero decir, es un desafío, porque, primero, tenés que sacudirte el polvo. Y soy una artista tan visceral, y estoy tan acostumbrada a tener gente muy cerca del escenario e interactuar con ellos físicamente e incluso simplemente estirarles la mano. Creo que es importante que demos estos pequeños pasos y encontremos nuestro camino. Pero es como todo lo demás, necesitás fortalecer ese músculo que funciona.
Tenemos que hacer estas cosas de a poco. Pero soy de otra época. Soy una intérprete bastante irreverente. Amo a mi gente, pero me gusta que las cosas sean algo.. no peligrosas, pero ruidosas. E incluso cuando hago un evento de libros, hay una cierta cantidad de compromiso, e incluso compromiso físico. Simplemente estar de pie leyendo un libro puede resultar poderoso.
[Actuar ahora] requiere una cierta cantidad de comprensión, compasión y disciplina en términos de las nuevas reglas. Por ejemplo, soy el tipo de persona a la que le gusta moverse entre la gente, pasar el rato con gente que puede estar fuera del lugar, firmar cosas. Soy una persona que cuando canto, me sale mucha saliva en la boca. Y desde los años setenta, escupo. La gente solía pensar que era porque estaba haciéndome la dura. Pero es porque cuando estoy cantando, se me mete agua en la boca y simplemente la escupo. Es el tipo de persona que soy. No puedo hacer eso. Y lo encontré realmente desafiante.
Eso es lo que estoy diciendo, estas son todas las cosas en las que deberemos adaptarnos a nuestro nuevo mundo. Y todavía tengo que averiguar cómo puedo ser más útil y mejor en estos nuevos tiempos en los que vivimos.
Así que ya se acerca este festival. Contame un poco sobre eso.
Estoy emocionada por eso porque será lo primero que haré al aire libre y me gusta jugar al aire libre. Me encanta un hermoso teatro de ópera, pero también me gusta la energía de tocar al aire libre. Y este lugar es realmente maravilloso. Estuve en Tivoli y es un terreno muy histórico. Es grande, es hermoso ahí arriba. Es una hermosa época del año. No sé si lo sabés, pero una vez fue la granja de caballos de los abuelos de Eleanor Roosevelt.
Quería hacer algo allí, algo pequeño, pero quería hacer algo especial. Y me di cuenta de que tocaremos solo dos días antes del cumpleaños de Bob Dylan. Y Bob Dylan cumplirá 80 el día 24. Entonces pensé que sería muy bueno hacer algo especial por Bob. Entonces, vamos a hacer, no sé, cinco o seis canciones de Bob Dylan y canciones mías y algunos poemas y cosas así. Le escribí un par de poemas a Bob cuando era joven. Mostraré algo especial.
¿Podés contarme sobre la primera vez que conociste a Dylan?
La primera vez que lo conocí fue en 1974, creo, y vino a vernos. Creo que fue en Bitter End [en Nueva York]. No teníamos un contrato discográfico, ni nada. Estábamos tocando y vino a vernos. Y luego vino detrás del escenario. Quiero decir, amaba a Bob Dylan desde que tenía 16 años y de repente ahí estaba. Entra y dice: “Ey, ¿hay poetas acá?”. Y dije: “No me gusta la poesía”.
Es como si un niño en la escuela secundaria se portara mal con una chica porque realmente le gusta. Así es como estaba actuando. Tenía un buen sentido del humor y al final nos hicimos muy amigos. Y creo que su apoyo a nuestra banda realmente nos ayudó porque nos dio visibilidad.
¿Qué mensaje le daría a los artistas que también están resurgiendo tras el confinamiento?
Realmente lo siento por la gente, por nuestros bailarines y actrices y el teatro, la gente del teatro. Estoy segura de que volver al escenario será maravilloso para nuestros cantantes de ópera y para todos y muy emotivo. Pero es un desafío. Es un desafío en esta situación de distanciamiento social y un desafío solo para recuperar el equilibrio. Pero no es más desafiante que no haber montado a caballo por un tiempo y tal vez la primera vez sea un paseo incómodo. Y luego, la segunda o tercera vez podés volar por el desierto.