Tenía 64 años, había filmado shows de Sumo y también dirigió clips de Las Pelotas y Los Piojos. Lo recuerdan Gillespi y Andrea Prodan
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El jueves, a los 64 años, falleció el cineasta Rodrigo Espina. Buena parte de su vida giró en torno a Luca Prodan. De hecho, su documental Luca (2007) fue considerada por Rolling Stone como la mejor película de la historia del rock argentino.
Espina estaba convencido de que Luca le había dejado la película. “Es una cosa medio mística”, le explicaba a Rolling Stone en la nota firmada por Pablo Plotkin. “Después de todas esas puntas que se fueron juntando, no tengo ni la menor duda de que sabía que íbamos a hacer la película. En un reportaje, cuando yo filmaba solamente para poder colarme en los shows, estar con ellos y subir al escenario, Luca dice: «Hay una amigo mío que me vino a filmar en varios shows, en un cumpleaños…». Y en todo momento está consciente de la cámara, con una inteligencia total sobre la situación. Por eso, para mí, la película está programada por él.”
Mirá el trailer de Luca:
El proyecto del film comenzó en los tempranos 90, y tuvo más de seis guiones distintos, hasta llegar al definitivo, firmado por Espina junto a Anibal Esmoris, de Barakacine. Se construyó sobre más de 150 horas de grabación, entre ellas, unas cuatro horas del backstage de la presentación de Llegando los monos, en el Estadio Obras y el corto El día que reventaron las lámparas de gas (1986), donde Luca se lucía junto a, Luis Ziembrowsky, Alejandra Flechner, María José Gabin, Roberto Catarineu, entre otros actores notables del elenco. Se exhibió en el Parakultural y, en una de las proyecciones, hubo una razzia policial. “Se proyectó durante dos meses. Nosotros laburábamos más en publicidad, y en el estreno había un montón de capos del rubro. Y cayó la cana y se los llevó a todos. No sé por qué no me llevaron a mí, pero yo tengo la imagen de estar despidiendo a mis clientes que estaban en el micro… ¡presos! Y yo les decía: «¡Gracias por venir!». Muy cómico”, recordaba Espina.
Mirá el corto El día que reventaron las lámparas de gas:
Gillespi, trompetista de Sumo y Las Pelotas, lo recuerda desde los años 80: “Aparecía con una videocámara de VHS, y firmaba de forma aleatoria, cualquier cosa. Pedazos de recitales, en los camarines…Después de la muerte de Luca, colaboró con Las Pelotas, dirigiendo clips de temas que se volvieron clásicos del grupo, como «Capitán América» y «Hola, qué tal», donde Sokol hacía de un repartidor de pizzas. Un delirio hermoso.”
MIrá el clip de “Hola, qué tal”, de Las Pelotas:
“A Rodrigo lo conocí cuando vine a la Argentina con mi madre para el funeral de Luca”, cuenta desde Córdoba Andrea Prodan. “Tenía un año de filmarlo a Luca, y gracias a sus filmaciones hay material de Luca. Me mostró horas de filmación y a mi me pegó bastante fuerte, porque verlo decaído a Luca, me daba una mezcla de tristeza y de orgullo. Me mostró un montón de filmaciones en VHS en su productora, donde hacía castings, por un montón de horas. En ese momento no se las mostré a mi mamá, porque eran cosas muy deprimentes en esas condiciones, tan flaco y demacrado. Pero después, la vida nos juntó. El era muy amigo de Las Pelotas, y cuando vine en 1995 para hacer mi disco, y a partir de ese momento nos hicimos muy amigos. Una vez, me llevó a ver a Boca y saltamos de un edificio a la cancha, para no pagar la entrada. Fue peligrosísimo, porque si le errabas al salto había un vacío de 70 metros. Él quería hacerme hincha de Boca, pero Boca perdió esa tarde. Hay muchas historias con Rodrigo, fuimos a Uruguay la vez que supuestamente se iban a juntar los ex Sumo, en un show conjunto de Divididos y Las Pelotas. Tengo mil recuerdos: viajó tres veces para entrevistarnos a mi mamá, a mi hermana Michela y a mí para el documental. Su pelicula sobre Luca me parece una maravilla, muy humana, muy verdadera. Yo lo quería mucho, porque fue muy amoroso en sus ganas de contar la historia de Luca y perseguir durante tanto tiempo el sueño de hacer una película digna. Fue como una revancha, porque la ficción de Coscia fue horrible. Era como una revancha. Todo el equipo, él junto a Aníbal Esmoris y Marcelo Schapces. Durante un año, vivió en mi casa de Traslasierra.”
Poco tiempo después de estrenar Luca, a mediados de 2008, empezó a trabajar en un documental sobre otro ícono popular, con el barrio del Abasto como factor común con Luca Prodan, Carlos Gardel. “Me vienen coincidiendo desde hace rato las coincidencias entre los dos. Es cierto que tanto Luca como Gardel caminaron mucho estas calles”, le contó a Rolling Stone en ese momento. “No queremos que sea un simple documental. Queremos redescubrir al músico, que sus canciones hagan avanzar al guión. Tal vez haya audios. Las cartas que escribió Gardel son muy emocionantes, y quizás las lean ciertos personajes, o quizás Andrés Ciro cante algún tango”, anticipaba. Lamentablemente, aquel proyecto no se concretó.
Queda su obra, maravillosa, y el recuerdo de una amor profundo por la música y su curiosidad constante por descubrir y apoyar a nuevos talentos, como aquella noche en que llevó a Andrés Ciro Martínez, cantante de Los Piojos, a ver el show de La Manzana Cromática Protoplasmática en Niceto.