Pocavida, actor clave del punk argentino y vocalista de Los Baraja, Cadáveres y Star Losers, recorre la vida criminal porteña en una guía con espíritu clase B
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La educación sentimental de Marcelo Pocavida es un caldo espeso compuesto por películas de terror, cine sobre monstruos imposibles y los más diversos fenómenos paranormales. El imán de la pantalla blanco y negro del viejo Canal 11 y sus ciclos de cine bizarro de la década del 70 formaron al niño Marcelo Oscar Araneo como un devoto de Drácula, Frankestein, la Momia y el Hombre Lobo. El cambio de década multiplicó su pasión por los asesinos seriales y la vida sobrenatural, al mismo tiempo que empezaba a convertirse en un actor clave del punk argentino. Voz rugiente de Los Baraja, Cadáveres y Star Losers, Pocavida es una auténtica leyenda del under porteño. Performances extremas y un magnetismo inagotable −que incluye participaciones en películas de muy bajo presupuesto y una obra no tan difundida como cronista del planeta clase B− parecen conducir directamente a la Guía del Mal de Buenos Aires, una suerte de mapa criminal de la ciudad autónoma con señas propias de un especialista en exhibición de atrocidades.
“Hacía falta que Buenos Aires tuviera una guía referida a hechos de la crónica negra o de la crónica policial, episodios sangrientos que marcaron historia y otros no tan conocidos en la actualidad”, dice Marcelo Pocavida, que escribe desde los días en que seguía a Sumo modelo 82, y ya en tiempos democráticos empezó a publicar crónicas bizarras en Resistencia, pionero fanzine dirigido por Patricia Pietrafesa, con quien también compartió la banda Cadáveres.
“En el desarrollo de los relatos jugué a dos puntas. Intenté hacer gala de ese estilo periodístico de tabloide en el que se mezclan un exacerbado sensacionalismo repleto de adjetivaciones y cuestiones de sentencias morales, pero hecho con mucho sarcasmo”, dice Pocavida y completa la idea punk que propone el libro. “Convengamos que encarar un material de este tipo en un formato más bien recreativo, porque es una guía, también es tocar fibras muy sensibles en estos tiempos tan susceptibles; fue todo un desafío, pero a la vez me gusta juguetear con ello, sin el mero hecho de la provocación por la provocación misma o hacer apología”, aclara.
En la Guía del Mal… desfilan algunos clásicos del mundo criminal porteño: Santos Godino “El Petiso Orejudo”, Carlos Robledo Puch y Yiya Murano suben al podio, pero esta vez retratados por un detective salvaje que conoce de memoria cada fotograma de La masacre de Texas. “Vengo del periodismo marginal, desde el underground de los fanzines, y eso se nota”, dice Marcelo respecto de su estilo gonzo e irreverente al momento de escribir su versión de varias historias conocidas. “Me parece muy atractivo un libro con estas características que hoy están tan en boga, porque se hacen series con el tema y los periodistas de policiales son tan mediáticos como las vedettes. Que aparezca un punk-rocker a escribir de estos temas está bueno, es una regla más que rompe esta guía”.
La cuidada edición independiente contiene un exhaustivo recorrido fotográfico que completa las pesquisas a través de la infografía con todos los lugares en donde sucedieron los hechos que se describen. Tal vez lo mejor del libro sean los mapas menos conocidos, cuando Pocavida se sumerge en las historias no tan transitadas, como las satánicas hermanas de Saavedra o el extraño caso del portero de Erks, momentos donde el libro adquiere un vértigo más atrapante, aunque el autor sostenga que, al fin de cuentas, “la gran protagonista es la ciudad en sí misma”.