El tecladista Sebastián Schachtel adelanta cómo la banda prepara su show en la fecha doble que tienen en el festival cordobés. Spoiler: no será acústico como está anunciado
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El encierro para Las Pelotas fue otra usina de contenido para el rock argentino. Editaron Versiones desde casa (2021), una propuesta acústica que los llevó al Gran Rex en septiembre (agregando una segunda función) por el contexto pandémico. Una parada que nunca imaginaron dado el formato de la banda. Sentados, casi en ronda, y con el fuego de sus espíritus, la banda relajó como en la tapa del disco. Les siguió una serie de shows con la misma propuesta por Córdoba y Rosario. Y en diciembre, finalmente, se reencontraron con su energía eléctrica con un show en Obras. La lista para su presentación en las dos jornadas del Cosquín Rock 2022 saldrá de esa última parada y, seguramente, no haya temas de Sumo. En contacto con RS, el tecladista Sebastián Schachtel, igual, no pierde las esperanzas. “Siempre intento meter algunos pero se pone difícil”. Habrá que esperar. Quizás esa versión ambient de “Mañana en el abasto” se haga presente.
La principal certeza es que el show de Las Pelotas en Córdoba será eléctrico como el de Obras, desprendidos ya de la propuesta del Gran Rex. “La idea de la carpa nos parecía interesante. Va a ser la primera vez que no tocamos en los escenarios grandes. Vimos un show de Molotov en ese contexto que nos encantó. Ya que estamos ahí, nos sirve para tocar los dos días porque nos encanta”, explica Schachtel. Si bien se promueve como un espacio acústico, el de la banda de Germán Daffunchio no lo será. “La electricidad que se vive ahí no da mucho para el acústico. Vamos a tener una coda con “Víctimas del cielo” (un tema donde se incluye un arpa tocada por Sonia Álvarez) y, quizás, “Cuántas cosas” con el espíritu del disco que grabamos encerrados en nuestras casas”, cuenta el tecladista que antes estará en Comodoro Rivadavia tocando con La Portuaria.
“Para nosotros es como arrancar el año. El festival nos parece una locura. Conecta con la tradición de los festivales del rock argentino inicial y, además, es como nuestro Woodstock. Sospecho que para Palazzo (organizador del evento) somos cábala. Nunca damos vueltas cuando nos vuelve a invitar, decimos que sí al toque”, explica Schachtel mientras recuerda la vez que le dieron una plaqueta por cumplir 20 años junto al Festival sin haber faltado a ninguna edición.
A Las Pelotas les cabe ver a los chicos acampando, que toquen tantas bandas y ser testigos de la logística que maneja el festival. Una inmensidad de técnica y staff. “Nos hace emocionar cada vez que llegamos ahí. Aunque a veces haya obstáculos que saltear (la lluvia, los embotellamientos), todo se vive como una aventura. Nada cae mal. Para nosotros es un lugar ideal”, explica Schachtel. Las sierras parecen formar parte del imaginario de Las Pelotas y sus compositores.
En las últimas semanas, la curva de casos por Covid-19 comenzó a descender en todo el país. La tercera ola cede mientras el festival de rock argentino más grande del territorio se acerca. Cosquín como salida de la pandemia. Hacer base en el pasto para escuchar música en vivo y olvidarse del ostracismo digital. Sebastián Schachtel cierra: “Para nosotros es tan especial que no tenemos duda que puede funcionar como la salida de algo que se pareció mucho a nuestra peor pesadilla”.