La carrera espacial de ‘For All Mankind’, la gran parodia que es ‘Only Murders in the Building’, y más: el crítico Alan Sepinwall escribe sobre lo mejor de la TV y las plataformas de streaming en 2021
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10. El juego del calamar - Netflix
Este drama coreano estuvo en la boca de todos, y se destaca incluso sobre el estándar de series exitosas anteriores de Netflix como La casa de papel, Elite y Lupin. El juego del calamar, una máquina de suspenso puro y una sátira abrasadora del capitalismo tardío, sigue las desavenencias de un grupo de personas económicamente desesperadas, sobre todo el protagonista, el ludópata Gi-hun (Lee Jung-jae), en una competencia pesadillesca y distópica en una isla privada en la que los juegos tradicionales del patio de la escuela se convierten en un asunto de vida o muerte. La serie combina una gran belleza cinematográfica, gracias a un diseño de producción ingenioso y colorido, con un relato tan inhumano, gore y sangriento que podría ser difícil de ver. De cualquier manera, fue uno de los debuts decisivos del año.
9. WandaVision - Disney+
Ha habido muchas series sobre la televisión como medio, pero no esperarías ese concepto de Marvel. Sin embargo, aquí tenemos WandaVision, con un par de Avengers de tercera línea: Elizabeth Olsen como la hechicera Wanda y Paul Bettany como su novio androide recientemente fallecido, Vision, en esta serie inclasificable que semana a semana toma la forma de una sitcom clásica. Olsen, Bettany y la gran Kathryn Hahn dejan todo en este pastiche de The Dick Van Dyke Show y otras series históricas, cuyos viejos clichés la serie usa, con mucha habilidad, para explorar el dolor de Wanda por las tragedias de su vida. Parafraseando a Vision, ¿qué es la buena televisión, si no la perseverancia de la creatividad?
8. The White Lotus - HBO Max
Ambientada y filmada en un exclusivo resort hawaiano, para que el elenco y el equipo pudieran hacer la cuarentena juntos, The White Lotus fue diseñada como una serie a prueba de Covid. Pero también fue oportuna en otros sentidos, con su sátira del comportamiento egoísta y destructivo de los super ricos, un ángulo de la trama que toca un nervio colectivo como ninguna de las series anteriores de Mike White. The White Lotus es una ópera cómica de pequeñas agresiones y reacciones exageradas, con Murray Bartlett como el gerente del complejo invadido por los millonarios (y que logró hacer un chiste con solo repetir el término “habitación ananá”), Jennifer Coolidge atravesando con profundidad dramática la manipulación a la que la somete Tanya, y Jake Lacy y Sydney Sweeney compitiendo para ver quién podría interpretar al personaje más horriblemente privilegiado de la televisión.
7. Maid - Netflix
La premisa de esta miniserie suena agotadora: Alex (Margaret Qualley) escapa de una relación emocionalmente abusiva, y cuando con su hija se queda sin hogar, tienen que trabajar juntas limpiando casas para sobrevivir. La miniserie, inspirada en las memorias de Stephanie Land, no se inmuta ante la dura realidad de la pobreza y el abuso doméstico. Pero también es increíblemente ligera, a veces incluso sorprendentemente alegre, gracias a la actuación estelar encantadora de Qualley. (Además, la madre de Qualley en la vida real, Andie MacDowell, hace uno de los mejores trabajos de su carrera como la madre bipolar de Alex). Muy a menudo este tipo de historia es miserabilismo orgulloso; Maid es otra cosa, y por eso es mucho mejor.
6. Succession - HBO Max
Esta posición en la lista puede terminar siendo demasiado baja si el final de la temporada –emitido al cierre de esta edición– es especialmente bueno (o demasiado alta si Jesse Armstrong y compañía, en el último minuto, chocan la calesita de alguna manera). Por el momento, el sexto lugar nos parece adecuado para una temporada que al nivel macro de la historia parece estar moviéndose en círculos, pero que al nivel micro de cada subtrama nos ha regalado un trabajo fantástico con cada personaje. (La respuesta de Logan al mensaje que había recibido, en uno de los últimos episodios, fue pura genialidad cómica). Puede que eventualmente veamos una línea de rendimientos decrecientes con los Roy, pero todavía falta para llegar hasta ahí. *
5. It’s a Sin - HBO Max
Al igual que Maid, esta miniserie sobre los primeros años de la crisis del sida parte de la premisa de que las historias tristes no tienen por qué ser implacablemente sombrías, y que una buena dosis de humor y liviandad hará que los momentos trágicos golpeen con más fuerza. Russell T. Davies (de Years and Years) vuelve a visitar este período oscuro a través de los ojos de un grupo de jóvenes, en su mayoría gays, que comparten un departamento en Londres a principios de los ochenta. La serie captura la alegría de la comunidad queer de la ciudad, a la que los protagonistas luchan por aferrarse incluso cuando algunos de sus amigos, y ellos mismos, comiezan a morir. Vibrante, esencial, inolvidable.
4. The Underground Railroad - Amazon Prime Video
En un nivel puramente técnico, la adaptación de Barry Jenkins de la novela de realismo mágico de Colson Whitehead sobre la esclavitud estadounidense puede ser lo más asombroso de la historia de la televisión norteamericana. Las imágenes capturadas por Jenkins y el director de fotografía James Laxton son tan hermosas y horribles a la vez que quedarán en la memoria de cualquiera que las mire. El resto de la producción está en un nivel tan alto que involuntariamente empezás a imaginarte que podés oler la época tanto como verla y oírla. Las actuaciones son sensacionales, en particular Thuso Mbedu como Cora, una mujer esclavizada que comienza su odisea a través del país a lo largo de un ferrocarril subterráneo. Sin embargo hay ciertas incoherencias en la trama, y un desequilibrio narrativo entre Cora y Ridgeway (Joel Edgerton), el monstruoso cazador de esclavos que la persigue y que termina teniendo un arco narrativo mayor al de la protagonista. Pero, en sus mejores momentos, Railroad tiene pocos competidores del mismo peso (este año, o cualquier otro año).
3. Only Murders in the Building - Star+
Las mejores parodias son las que entienden el objeto de su sátira tan profundamente que pueden convertirse en su mejor resumen. Como en esta comedia llena de estrellas sobre tres vecinos (Steve Martin, Martin Short y Selena Gomez) de un edificio de Nueva York que escuchan el mismo podcast de crímenes reales y deciden comenzar uno propio cuando sospechan de la muerte de otro vecino. Al principio, Only Murders... se luce como una sátira tierna (y realista) de los fans del género true crime, y como una exhibición de los dones cómicos de sus protagonistas. Pronto, el misterio es tan fascinante como lo sería si la serie no fuera una parodia, y el final cierra el caso de manera más efectiva que la mayoría de los policiales de los últimos años.
2. Reservation Dogs - Star+
No existe un relato de aprendizaje parecido, en toda la historia de la televisión, simplemente porque nunca antes se había reunido a un elenco de actores como los protagonistas de Reservation Dogs. Cuatro adolescentes de ascendencia indígena, interpretados maravillosamente por Devery Jacobs, D’Pharaoh Woon-A-Tai, Lane Factor y Paulina Alexis, intentan varios delitos menores en el área rural de Oklahoma que les permitan juntar dinero y huir de la reserva rumbo a una vida más glamorosa en California. Sin embargo, el peso de la familia, los amigos y la tradición los ata a su propio territorio. Frecuentemente absurda, onírica y conmovedora, esta creación de Sterlin Harjo y Taika Waititi resulta original e inolvidable.
1. For All Mankind - Apple TV+
La era del streaming está repleta de adaptaciones y franquicias saturadas de estrellas. Por eso no es raro que una serie original, con una premisa interesante y un gran nivel de producción, se pierda en el ruido. Roguemos por que ese no sea el caso de For All Mankind. La segunda temporada de esta inesperada epopeya de ciencia ficción, ambientada en una línea temporal alternativa en la que los rusos han puesto al primer ser humano en la Luna y la Guerra Fría se ha convertido en una carrera espacial sin fin, entregó lo mejor, lo más sólido y lo más intensamente gratificante del año televisivo. Cuando la acción se mete en la primera parte de los ochenta, y en la tensión entre las bases lunares rivales, For All Mankind logra lo que muchas series rara vez logran: contar una sucesión de historias aparentemente dispares que van haciendo crecer el suspenso y las resonancias emocionales en el curso de la temporada, hasta que todo se une en un final electrizante y hermoso, cuando tres misiones simultáneas deben decidir el destino de dos mundos. Si todavía no te sentís ahogado al ver un rollo de cinta adhesiva, significa que tenés un atracón espacial por delante.
*Este texto fue publicado en RS Estados Unidos antes del final de temporada de la serie.