La película con Frances McDormand es el tercer film independiente de Zhao
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Chloé Zhao se crio en Beijing donde era, según dice, “una chica problemática”. En la escuela, les arrancaba las tapas a los libros y se las ponía a sus manga. En casa, se hacía atracones de cultura occidental, con películas como Terminator y Sister Act y largas horas de MTV. “Quería salir de casa y explorar”, dice Zhao. Así fue como a la temprana edad de 14 años cumplió con su deseo. Para satisfacer su curiosidad, los padres la enviaron a una escuela pupila en Londres. A los tres años, a poco tiempo de graduarse, pidió una cosa más: “Quiero ir a donde está el cartel de Hollywood”, les dijo. Se transfirió a la secundaria L.A. High.
Hoy (después de la universidad en Massachussets, un trabajo como bartender en Manhattan, un posgrado de cine en la NYU y un par de años haciendo películas en Dakota del Sur) Zhao, a los 38 años, está de vuelta en Hollywood, pero en términos muy distintos de aquella primera vez. Este año la verá ingresar en una reducida lista de directores de primera línea, gracias al lanzamiento de su tercera película independiente, Nomadland y, en el otoño del hemisferio norte, The Eternals, de Marvel.
Nomadland emplea el ojo y el oído humanista de Zhao para narrar la historia de una clase marginada de Estados Unidos, formada por trabajadores itinerantes que viven en camionetas y buscan trabajos estacionales para sobrevivir. Con sus imágenes abrumadoras del Oeste americano y retratos complejos de hombres y mujeres a los que la economía global deja atrás (todos interpretados por nómades de la vida real, excepto Frances McDormand y David Strathairn), la película es una competidora seria a los Óscar. Y si te parece que su estilo narrativo íntimo no combinaría bien con los superhéroes del MCU, bueno, pensalo mejor.
“Chloé no solo hace películas notables, pequeñas y personales de una manera notable, pequeña y personal, sino que también piensa en términos grandilocuentes, cósmicos y gigantes, lo cual combina muy bien con lo que queríamos hacer”, dice Kevin Feige, director de los Marvel Studios.
Cuando Zhao fue contratada para The Eternals en 2018, empezó en secreto una producción al estilo guerrilla para Nomadland. Durante el rodaje de cuatro meses, ella y McDormand viajaron en sus propias camionetas a través de cinco estados, entre ellos Dakota del Sur, Arizona y Nevada. Zhao contrataba actores y escribía el guión usando detalles de las vidas de la gente que conocía. McDormand trabajó junto a sus colegas nómades, empacando cajas para Amazon, cosechando remolachas, limpiando baños en un campamento. En su retrato no hay piedad ni manipulación. Como dice McDormand, Zhao “traza una línea clara entre sentimiento y sentimentalismo”.
“Todos atravesamos un apocalipsis personal en algún momento”, dice Zhao sobre los protagonistas de la película. “Somos forzados a luchar y redefinirnos, porque todo lo que nos solía definir ha desaparecido. La capacidad de perseverar, de encontrar una vida nueva, una nueva identidad… eso, para mí, es el espíritu humano”.
Vivir en autos y campamentos no era algo nuevo para Zhao, como tampoco lo era emplear actores no profesionales. Hizo sus dos primeras películas (Songs My Brothers Taught Me, de 2015, y The Rider, de 2017), de manera parecida, por necesidad financiera. Zhao dice que está lista para bajar un cambio cuando termine The Eternals. Pero no estén tan seguros. “Ahora solo quiero estar tranquila un tiempo largo”, dice con una risotada triste. “Pero la idea de moverse constantemente, de ir a ver lo que está del otro lado del horizonte es ancestral. Querer explorar está en nuestra sangre”.