La orquesta de cumbia ratificó su gran momento en la noche del sábado, en el escenario al aire libre del mítico estadio de avenida del Libertador
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En Obras Sanitarias al aire libre y frente a casi 10.000 personas, el sábado por la noche, La Delio Valdez volvió a Buenos Aires para reencontrarse con el público porteño, recibir sobre los escenarios nuevamente a Ivonne Guzmán y cerrar así, en uno de sus recitales más convocantes hasta el momento, la gira de verano que los llevó por más de diez provincias argentinas. Fue, también, la despedida antes del viaje por Brasil y México, una celebración de dos horas y media que dialogó con sus orígenes, su contexto y sus doce años de carrera, cumbia y autogestión, y el anuncio de su próximo gran paso: el 13 de agosto van a tocar en el Luna Park.
“Esta es una fecha muy particular, muy especial”, dijo Pedro Rodríguez, el cantante y percusionista. “Cierra un ciclo de trabajo arduo, respetando las maternidades y paternidades que fueron sucediendo dentro de la orquesta y luchándole al coronavirus que golpeó un poquito. Pero logramos terminar esta gira y para coronarla queríamos anunciarles que el 13 de agosto de este año se va a estar presentando la Orquesta Delio Valdéz en el Luna Park”. El show en el palacio de los deportes, escenario que ya pisaron el 7 y 8 de diciembre pasado junto a Los Palmeras, será la presentación formal de El tiempo y la serenata, su último álbum, y la muestra del crecimiento marcado y constante de un grupo que se movió desde los márgenes con la independencia cómo bandera.
“Tanto emociona la cumbia que se llenó Obras”, dijo Pedro detrás de los timbales al abrir el show. Y esa emoción, tanto del público como de la orquesta, fue la guía de la noche. Para el tercer tema, “De un tiempo a esta parte”, Ivonne se hizo paso entre llamas y baile sobre el escenario para llegar hasta la pasarela con un vestido de tul al viento. Su regreso se dio después de un período de licencia por maternidad y, aunque su presencia inunda el lugar e imanta todas las miradas, no hace más que completar el espíritu horizontal de la naturaleza que el grupo mantiene desde sus inicios, donde la voz se reparte constantemente entre los diferentes integrantes y los protagonismos individuales se disuelven en un todo.
Para “Hasta el último round”, otro de los temas del último álbum, se escuchó la voz de Salvador Allende en un fragmento del último discurso del chileno antes de ser derrocado. “La historia es nuestra y la hacen los pueblos”, se leyó en las pantallas. Y, si bien hace las veces de declaración de principios, también es una muestra de cómo la Orquesta logra dialogar con toda Latinoamérica desde los barrios de la Argentina. Con su sonido colombiano, sus referencias, sus integrantes e invitados, la conexión popular está siempre presente. Javier Ortega, el Indio Javi, el rapero patagónico con sangre mapuche y chilena que aportó su voz en “De un tiempo a esta parte” da cuenta de ello. “Uno de los sueños más fuertes e importantes que tenemos hace años es el de llegar con nuestro sonido cumbiambero a México y Brasil. Y qué mejor que cumplir ese sueño e ir a llevar ese mensaje con semejante representatividad. Con cuánta confianza salimos”, dijo Pablo Broide, el saxofonista.
Y mientras la lucha, el espíritu combativo y el sentir popular conviven con la cumbia y el baile, también hay un lugar protagónico para el amor. “Por donde pasa la Delio deja amor y alegría”, dijo el Colorado, un amigo de la orquesta que recibieron sobre el escenario junto a su pareja que conoció en un recital de la banda. “La vida es un instante. Son momentos y es ahora. Quiero que vivamos el ahora y la vida juntos y que seas mi compañera. Te quiero preguntar si te querés casar conmigo”. Con la rodilla en el piso y ante la mirada y el aplauso de las 10.000 personas, entre llanto y abrazos, ella dijo que “por supuesto que sí”.
En doce años de recorrido, La Delio Valdéz ya cuenta sobre sus espaldas con shows en el Gran Rex, Obras Sanitarias, múltiples teatros y un recorrido inmenso por diferentes ciudades de todo el país. La construcción de esas bases, desde su sentir cooperativista y su independencia como pilar, son el punto de despegue para sus primeros shows fuera de la Argentina y para, finalmente, aterrizar en uno de los estadios más importantes de la música local. Sin embargo, la orquesta no olvida sus orígenes, comparte el momento con sus colegas mirando hacia el costado y sienta las bases de un crecimiento que es cada vez más grande. Un crecimiento que, demuestran, no se hace en solitario.