El creador y productor del festival adelanta la edición 2022 del encuentro musical que volverá a Córdoba el 12 y 13 de febrero
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“El show de la Mona en el Cosquín Rock va a ser muy especial, una especie de regreso a los escenarios después de mucho tiempo. Es como si volviera a tocar el Indio Solari, porque no está fácil hacer un show para él, por el público, porque si hacés un Sargento Cabral (una suerte de Obras cordobés, pero del cuarteto) quedan cinco mil tipos afuera y lo más probable es que se arme un quilombo bárbaro. Aparte él tiene idea de invitar a varios rockeros y va a terminar siendo una celebración y, por qué no, una reivindicación de la Mona”. José Palazzo, productor y creador del Cosquín Rock, es un tipo entusiasta, pero cuando habla de su criatura más amada –luego de sus dos hijas, por supuesto-, los ojos le brillan. El 12 y 13 de febrero el festival de rock más importante del país volverá al Valle de Punilla tras dos años de pandemia con nueve escenarios y una gran y variada grilla que incluye, entre muchos otros, a Ciro y Los Persas, Divididos, Skay y los Fakires, Las Pelotas, Babasónicos, Fito Páez, Los Auténticos Decadentes, La Vela Puerca, Wos, Zoe Gotusso, Trueno, El Kuelgue, Bándalos Chinos, Eruca Sativa, Miranda!, Julieta Venegas, Juan Ingaramo, la Kermesse Redonda y, la sorpresa del encuentro, la Mona Jiménez. “¿Qué la Mona no tiene rock? Mamita, tiene más rock que todos. Grabó con Fito, con Pity, con Calamaro, tocó con Charly García, con Spinetta, con los Cadillacs. Todos los rockeros que vienen a Córdoba lo primero que me piden es ir a su baile. Cuando le propuse a la Mona tocar en el festival, me dijo: ‘Pero el público rockero me va a putear’. ‘¿Estás loco?’, le contesté. El tipo se puso tan contento, que creo que esto no solo va a ser bueno para el festival, sino que va a ser también una caricia para un artista fundamental de nuestro país”.
A más de veinte años de la primera edición, ¿cuál es hoy el desafío del festival?
Seguir creciendo y abrirse cada vez más a las tendencias de la música, más allá de mantener la esencia rockera. Desde 2019 el festival ha vivido un crossover, y eso hizo que vinieran muchos chicos muy chicos, familias enteras, y se convirtió en un programa que excede el rock and roll. Desde su primer año en la plaza Próspero Molina, cuando era un festival exclusivo de rock, todo se fue ampliando y abrirlo inclusive un poco más creo que es el gran desafío.
¿Y qué tiene de diferente este de 2022?
La realidad es que este Cosquín está pensado como si fueran cinco festivales distintos. Los dos escenarios Norte y Sur están pensados como dos festivales diferentes y si bien uno tiene una cosa más pop, los dos son muy heterogéneos, hay de todo. En el escenario Sur toca Julieta Venegas, La Delio Valdez, Zoe Gotusso, El Kuelgue, Trueno y cierra con música electrónica con dos DJ. Por otro lado, en el escenario Norte ese día están Rata Blanca, Divididos, La Vela Puerca, Airbag, la Mona, para todos los gustos. Y al día siguiente ahí actúan Sueño de Pescado, Eruca Sativa, El Mató, Wos, Ciro, Babasónicos, Skay, Los Deca… Me cago de risa de los haters que dicen que en el Cosquín no hay más rock. Si agarro uno solo de los escenarios principales puedo hacer el festival más rockero de todos. Después sí, tenés un escenario nuevo que se llama Nueva Tinta, en el que están los escritores más jóvenes, del trap y del rap. Está también la carpa en la que Las Pelotas van a hacer un show acústico los dos días y consolidamos nuestros pequeños festivales dentro del festival, que son La Casita del Blues –que logramos que este año un día cierre Memphis y el otro La Mississippi, los Beatles y los Rolling Stones del blues local-, Boomerang –que es una productora chiquita nueva de Córdoba que va a mostrar a sus artistas- y Club Paraguay –unos pibes muy creativos también de acá, que hacen ciclos y fiestas-.
Después de todos estos años, ¿qué creés que te faltó sumarle al festival?
Yo creo que el festival necesita algún presupuesto, marca o no sé qué, que nos permita traer un artista internacional como Metallica, Pearl Jam o Red Hot Chili Peppers, para que una noche la cierre un artista de estas características. Ese es un poco el sueño del festival. Pero estamos muy contentos, en plena pandemia hicimos un Cosquín en Estados Unidos y otro en España. Hicimos el festival en streaming, que estuvo buenísimo y fue el primero de ese tipo, con muchos escenarios distribuidos por el país al mismo tiempo.
¿Cómo ves a nivel música el 2022, luego de dos años de pandemia?
Argentina, con la participación de compañías que ya están fijas acá como Move, Live Nation, más los grandes operadores locales como T4Fun, y la cantidad de festivales que ya existen y que se siguen sumando, sin dudas tendrá un año muy bueno, con muchas opciones para el público. Si ves los artistas internacionales que ya tienen sus fechas y todos los que faltan por confirmar, te das cuenta que va a ser un año superexplosivo. Eso sí, todos vamos a tener que ser inteligentes, porque la gente no va a tener billetera para tanto. Pero bueno, la expectativa está tanto del lado de las productoras como del público, que tiene unas ganas bárbaras de salir y ver shows en vivo.