La pionera puertorriqueña del reggaetón Ivy Queen habla de la irremplazable influencia de la leyenda de la salsa.
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Para el especial Íconos e influencias, diez artistas rinden tributo a las mujeres que le dieron forma a su sonido, fueron un ejemplo a seguir y las inspiraron a romper barreras. La puertorriqueña pionera del reggaetón Ivy Queen habla sobre lo que despertó en ella escuchar la voz histórica de la leyenda de la salsa Celia Cruz.
En todas las entrevistas que hice, la persona a la que siempre me refiero como mi mayor influencia es Celia Cruz. Para mí, Celia tenía una voz completamente única, distinta, espectacular. Era una mujer rodeada de hombres, cuando estaba en Fania Records, y cuando hacía su gran entrada, todos los hombres tenían que inclinarse porque mamá había llegado para tomar el control.
El timbre de su voz, nunca habrá algo parecido. Es algo con lo que siempre me he identificado, porque al comienzo de mi carrera no hacía videos y la gente tardaba un tiempo en descubrir que soy una mujer. Mi voz siempre fue áspera y fuerte; después, cuando me veían, la actitud, las trenzas y las uñas, ahí entendían toda la combinación. Pero al principio, pensaban que era un hombre. Y yo decía, “Dios mío, ¿por qué me dicen que sueno como un varón?” Entonces me di cuenta de que es mi marca distintiva. Celia me enseñó que tener una voz singular, particular, es un don.
Con Fania All-Stars hizo un concierto en Africa, lo tengo en DVD. Lo miro todo el tiempo. Me encanta ese momento en el que Celia sube al escenario con esos espectaculares tacones y un tremendo vestido y su peluca, era una bomba. Entonces comienza a cantar “Quimbara”, y todos los hombres agarran los micrófonos y se alinean detrás de ella para hacer los coros. Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, todos al rincón para que Celia tenga su momento. Para mí, esa es la máxima muestra de respeto. Ese DVD le va a quedar a mi hija un día. Quiero que conozca a las mujeres que dieron todo para allanarnos el camino a nosotras que estamos ahora trabajando en la industria de la música.
“Quimbara”, por supuesto, es una de mis canciones favoritas. Tuve que cantarla en un concierto tributo que hicimos para Celia en Miami, y estaba tan nerviosa, no quería equivocarme. Nunca voy a sonar como Celia, ya sé, pero quería que todo fuera impecable, que también se viera de lo más hermoso. Tan pronto como suena esa canción, con solo escuchar el tono de su voz, la percusión, inmediatamente se encienden mis raíces africanas y caribeñas. Esa va a ser mi canción para siempre.
Celia ha sido un ícono que ha superado las barreras del tiempo y de la vida misma. Acaban de hacer una muñeca Barbie de Celia Cruz. Su legado es intocable. Todo el mundo la respeta. Es un ícono. Si hablamos de las mujeres artistas más importantes del mundo, Celia está ahí. Ha tenido un gran impacto, no solo por su voz, sino por por cómo se defendió, cómo luchó por ser quien era, por el color de su piel.
Su influencia se siente a pesar de que ya no está aquí con nosotros. Hay calles con el nombre de Celia Cruz. Su historia habla de la resistencia y el amor, y es realmente hermosa.
INFORME: JULYSSA LOPEZ
Esta nota fue publicada originalmente en la edición estadounidense de Rolling Stone.