En diálogo con Radio con vos, el músico habló de las polémicas declaraciones que hizo en 2016
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“Me costó perdonarme lo que les hice a mis compañeros y lo que le hice a mi familia. Adentro mío hay un niño que es muy creativo para construir, pero también para destruir. A lo largo de mi vida ese niño ha hecho cosas sublimes y ha hecho desastres, por eso mi familia y mis amigos me tuvieron miedo”. Gustavo Cordera acaba de editar el primero de una serie de EP de cuatro canciones, Cuerpo (Libres parte 1) y vuelve al ruedo con un show el próximo sábado, en el Gran Rex. Y por supuesto, volvió a hablar con su habitual desparpajo sobre las polémicas declaraciones que expresó hace cinco años (“Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo”) durante una charla con alumnos de periodismo en 2016 y por las que fue denunciado por el Gobierno nacional en forma conjunta por el Consejo Nacional de las Mujeres de Presidencia de la Nación y el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (Inadi).
“Sobre el episodio en sí, creo que fue perfecto para mí vida. Fue correcto. Fue una bisagra para que empiece a forjarme como ser humano, como hombre. Independientemente de lo que dije, la ingenuidad de decirlo en un contexto inadecuado, el problema no fue el contenido de lo que dije, sino haberlo dicho. Porque el contenido está en los libros de psicología. En ese momento comencé a abrir los ojos, a entender el mundo que se venía, a forjarme interiormente, porque el afuera era tan hostil, tan desagradable para mí. Todo el reconocimiento que había tenido se había transformado en otra cosa. Como el afuera era tan agresivo para mí, no me quedó otra que habitar adentro mío. Es un lugar que venía esquivando desde hacía tiempo y en ese habitarme interiormente me parí. En ese momento morí y volví a nacer. No sé si creen en la reencarnación, pero yo sí. Hay personas que mueren y vuelven a nacer para ir aprendiendo y resolviendo distintas reencarnaciones. En ese momento tuve una reencarnación. Habitó un nuevo ser en mí. Lo que expresé en ese momento lo hice siempre desde la honestidad intelectual y sentimental interior. Yo me experimento en los errores”, dijo el cantante en diálogo con en el programa Y ahora quién podrá ayudarnos, conducido por Ernesto Tenembaum en Radio con Vos (FM 89.9).
“Para mí el error y el equivocarse forman parte de la experiencia humana mas sublime. Creo que ahora estamos encontrándonos, tratando de integrar las partes, los pedazos de nosotros. Estamos en un momento de alienación total donde pedimos nuestro contacto con la alimentación, con la medicina, con nuestro cuerpo, con nuestro sentir. En un momento donde se están instalando pensamientos obligatorios, donde se está promoviendo la pobreza espiritual y material. en escena, se está viendo algo dantesco. Creo que tenemos una gran posibilidad... A las personas que vivieron eso y están siendo condenadas por lo que dicen, por lo que expresan, donde hay una cosa dual de odio para tenernos separados y desconectados, yo propongo el arte, la música el corazón, para que nos volvamos a reiniciar y recomunicar, para salvar a la humanidad, porque lo que está sucediendo es más oscuro de lo que parece. Yo propongo volver a celebrar la libertad, y ejercerla, y celebrar el derecho a equivocarnos una y mil veces mas. Quiero contribuir a eso, con mi presencia, en este plano, en esta tierra”, sostuvo Cordera y propuso escuchar uno de sus nuevos temas, “El baile del error”, ya “que expresa mejor que yo todo lo que siento acerca de esto”.
“Los que se lanzan, los que tropiezan, los que nunca terminan, los que no empiezan. Los que jamás serán invitados, lo escondidos, los ninguneados, los disidentes, los desertores. Ha llegado el momento de prender los motores. Digan presente. Tan nutritivo es errar, tan saludable perder. Por eso el que siempre gana, se pierde”, canta el ex Bersuit.
Luego, Tenembaum le preguntó por la cultura de la cancelación y Cordera retrucó: “Es una operación de ingeniería social ideológica. Quien piensa que un artista tiene que tener el mismo comportamiento que un juez o un empleado de una multinacional, se equivoca, Nosotros albergamos toda la humanidad, en los aspectos mas sublimes y en los mas oscuros. Yo me permito ser lo mas humano que puedo, desde un criminal hasta alguien que puede dar la vida por amor. Cuando uno hace arte integra todos esos mundos, los representa para sanarlos. Porque cuando uno tiene algo adentro está dejando un espacio interior de limpieza, de equilibrio. Entonces los artistas están dando la posibilidad de sanar y de expresar emociones también. Para eso está el arte. No para demostrarle al mundo que sos una gran persona. Ahora, si vos como espectador necesitás que el artista sea un ser inmaculado, me parece que te estás equivocando. La posibilidad de los artistas es que conectan con su humanidad. Eso es lo que yo creo y lo que yo vi con este tiempo. Fue muy lumínico para mí lo que pasó, yo los observaba con detenimiento y eran lo que proyectaban para mí. Me daba cuenta de que hablaban de ellos, no de mí”.
LA NACION