La voz de los legendarios horror-punk rockers estrenó su segundo largo con homenajes al western y a Dario Argento
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Glenn Danzig no veía la hora de volver a la “normalidad”. Hace un año y medio, el cantante de la mítica banda punk The Misfits, devenido director de cine de terror, estaba editando su nuevo spaghetti western de vampiros, Death River in the House of Vampires, cuando la pandemia llevó al mundo al aislamiento. Al igual que en su primera película, Verotika (2019), las estrellas de Death River son sus monstruos y su violencia gore. El trailer muestra a Danny Trejo con una sonrisa de colmillos, al personaje del título tirándole plata derretida en la garganta a un vampiro y al propio Danzig hincando los dientes en un cadáver sangriento. ¿Suena como salido de un cómic? Lo es; el músico, que dirige su propia editorial, trabajó con el artista de historietas Simon Bisley en los storyboards de la película, en la que también dirigió, escribió el guion y compuso la banda sonora.
¿De qué se trata Death Rider?
Es un homenaje a los clásicos de vampiros y al spaghetti western. Mezclé los dos géneros. Básicamente el personaje Death River viaja a un santuario de vampiros en el medio del desierto, y después todo se pone loco.
¿Escribiste vos el personaje de Bad Bathory?
Pensé que podía hacerlo yo, así no teníamos que conseguir a nadie y sería más barato. No es un papel grande, así que era fácil y me permitía seguir dirigiendo. En la dirección tenés que estar en todo. La gente se te acerca con vestuario, sets, preguntas de elenco, la preproducción es una locura. El director tiene el peor trabajo.
¿Aprendiste a dirigir con los videos musicales?
Sí, muchas veces dirigía o editaba los videos que nos hacía hacer el productor Rick Rubin. Él quería cosas con más historia, lo que hacía que los videos fueran como pequeñas películas. A los dos nos gusta el productor Val Lewton. Los videos de “Mother” y “Am I Demon” están influenciados por cine mudo alemán y Val Lewton.
Entonces, con Verotika, sabías lo que hacías.
Ya llevaba 30 años dirigiendo. Claro, Verotika tuvo muy poco presupuesto, así que fue un curso acelerado en cómo hacer que algo parezca que costó más de lo que pagamos. Lo bueno de Death River fue que tuve mucho más presupuesto y pudimos tener más actores.
Verotika tuvo muy malas críticas. ¿Te molestó?
Es como cuando hago discos: quiero que la gente los ame o los odie. Tuvimos muchas reseñas buenas y otras de gente que la odió. Pero a Citizen Kane la acribillaron y ahora es un clásico. Decían que era demasiado indulgente, terrible, inmirable. Al principio del Covid, la gente hacía fiestas para mirar Verotika. ¿Qué más se puede pedir?
¿Algunos no entienden lo que buscás?
Hay una escena de un ahorcamiento en Verotika que es un homenaje a Argento. O lo entendés o no. Si no lo entendés, está bien, andá a mirar alguna pelotudez de Chucky.
¿Qué hace que una de vampiros sea buena?
Me gustan las películas de Hammer como Lust for a Vampire y Twins of Evil. George Romero hizo una muy buena, Martin, que rompió muchos mitos, como lo del ajo y toda esa mierda.
¿Qué hace que un western sea bueno?
No me gustan los westerns por sí mismos. Hay muchos buenos, pero también los hay muy malos. Me gusta cuando los italianos reinventan el western y lo hacen mejor. Once Upon a Time in the West, todas las de Clint Eastwood. Sergio Leone es genial.
Con los Misfits, compusiste un par de canciones sobre películas de terror.
Las usaba como disparador, pero las canciones no eran necesariamente sobre lo que decía el título. “Astro Zombies” no trata sobre Astro Zombies sino sobre la dominación del mundo.
¿Cuál es la historia detrás de “Last Caress”?
Es una canción loca. Hacíamos cosas para que la gente se enojara. Como diciendo: “A la mierda con todos. A la mierda vos, vos, vos y vos, y todo el mundo”. No creo que la gente vuelva a ver grupos nuevos así. Ahora los cancelarían de inmediato. Hay una cultura de la cancelación, de lo políticamente correcto, y por eso no podría existir la explosión del punk ahora. Jamás habría ocurrido. No volverá a haber bandas así. Todo el mundo es tan mojigato.
¿Cómo empezaste a hacer cómics?
Después de los recitales, conocía a los fans de Danzig y hablábamos en los buses, o les firmaba cosas. Muchos eran fans de los cómics. Entonces, la escena independiente era de publicaciones de bajo presupuesto, en blanco y negro, así que dije: “Voy a armar una editorial y convocar a los mejores. Y lo voy a hacer a color con papel muy bueno, como DC o Marvel”.
¿Es posible una reunión de Misfits?
No sé. La puerta está abierta.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición web de Rolling Stone Estados Unidos.