Esta performance en un show de 2006 ofrece una perspectiva impactante donde el baterista, por única vez, está en el centro de la acción
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A través de un comunicado compartido en las cuentas de los Rolling Stones en las redes sociales, se confirmó la muerte de Charlie Watts, su baterista.
Tenía 80 años. Estaba internado en el hospital de Londres recuperándose de un procedimiento médico. Por ese motivo, hace semanas, la banda había confirmado que Watts no iba a ser parte de las nuevas fechas en Estados Unidos del No Filter Tour.
Con Mick Jagger y Keith Richards, Watts era el otro miembro de los Rolling Stones en tocar en cada álbum de la banda. También fue parte de todos los shows que los Stones realizaron desde que él se sumó a la banda en enero de 1963, meses después de que empezaran a tocar en clubs de Londres con algunos bateristas temporales como Tony Chapman y Carlo Little.
Durante todo este tiempo, Watts se mantuvo lo más lejos del centro de atención que pudo teniendo en cuenta que era un miembro de la banda de rock más grande del planeta. Él odiaba las producciones de fotos y cuando debía pasar horas y horas en el rodaje de un video, y prefería pasar su tiempo escuchando discos de jazz y mirando partidos de cricket en la televisión.
Pero cuando Martin Scorsese grabó los dos conciertos de los Stones en el Beacon Theatre de New York en octubre y noviembre de 2006, él puso una cámara a seguir a Watts toda la noche. Acá están las imágenes de “Jumpin’ Jack Flash”, donde Watts, por única vez, está en el centro de la acción y sus compañeros son meras figuras de fondo.
El clip demuestra cómo Watts ha cumplido silenciosamente su rol como la columna vertebral de los Rolling Stones por los últimos 58 años. Será muy extraño, y también un poco triste, verlos tocar con otro baterista.
Este artículo fue publicado originalmente en Rolling Stone Estados Unidos.