Los expertos creen que nuevos brotes de coronavirus podrían estar relacionados con dos festivales multitudinarios al aire libre en los que no se exigió a los asistentes que estén vacunados
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Los funcionarios de salud estadounidenses están investigando los brotes de Covid-19 y su posible vinculación con dos festivales de música al aire libre que se organizaron recientemente en los estados de Michigan y Oregon. La situación genera nuevas preocupaciones sobre la seguridad en relación a los eventos masivos, incluso en el exterior, a medida que la música en vivo regresa y se propaga la variante Delta más transmisible. Las autoridades en Michigan dicen que al menos 96 casos se pueden rastrear hasta el Faster Horses Festival, que se llevó a cabo en Brooklyn, Michigan, del 16 al 18 de julio, mientras que en Oregon están analizando 62 casos relacionados con el Pendleton Whisky Music Fest del 10 de julio en Pendleton, Oregon. En Michigan, una persona considerada un “caso secundario”, infectada por alguien que contrajo Covid en Faster Horses, está hospitalizada. Ningún evento requirió que los asistentes estuvieran vacunados.
“Estos eventos encienden las alarmas”, dice la Dra. Emily Landon, directora médica ejecutiva para la prevención y el control de infecciones del Centro Médico de la Universidad de Chicago. La especialista también señala los numerosos casos presuntamente relacionados con el Festival Verknipt de julio en los Países Bajos, que también se celebró al aire libre. “Creo que descubrimos que sí importa lo que hagas al aire libre”, agrega Landon. “Y aunque las personas están vacunadas, parece que debemos tener más cuidado con los eventos muy concurridos”.
En el festival Pendleton, donde Toby Keith, Cole Swindell y otros artistas actuaron para más de 10.000 fanáticos, el rastreo de contactos confirma que gran parte de la transmisión tuvo lugar en un área donde los asistentes estaban apiñados uno al lado del otro, según Joe Fiumara, el Director de Salud Pública del condado de Umatilla (Oregon). Los organizadores dicen que redujeron la capacidad en el festival para tratar de darles a los fanáticos espacio para dispersarse de manera segura, pero la multitud se apretujó al frente de todos modos. “No todos, pero la mayoría de los casos se rastrearon hasta el área del centro de la fiesta”, dice Fiumara. “Se proporcionó una gran cantidad de espacio, pero la gente estaba bastante cerca”.
Después de detenerse en la primavera estadounidense pasada, el negocio de la música en vivo comenzó a repuntar, incluso cuando la variante Delta forzó cancelaciones o aplazamientos de shows como Foo Fighters y Fall Out Boy, y un nuevo impulso para los requisitos de vacunación y otras medidas de seguridad.
Los eventos al aire libre siguen siendo mucho más seguros que los de interior, coinciden los expertos. Incluso en las áreas al aire libre más concurridas, se reduce enormemente el riesgo de que una sola persona contagiosa transmita Covid a muchas personas. Aún así, según el científico Alex Huffman, profesor asociado de química y bioquímica en la Universidad de Denver, algunos de los beneficios de estar al aire libre disminuyen cuando miles de personas están abarrotadas, especialmente con la variante Delta que es mucho más transmisible. “Si estás afuera y estás abarrotado con alguien”, dice Huffman, “se está acercando a ser como un ambiente interior, donde tenés una exposición muy alta a las personas que están a un metro de vos, o incluso a centímetros de tu cuerpo”.
Las tasas de vacunación son otro factor crucial. Solo 25 de las 96 personas con contagios relacionados con Faster Horses fueron vacunadas, según Chelsea Wuth, oficial asociada de información pública del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Michigan. Las autoridades de Oregon no tienen información específica sobre el estado de vacunación de los casos relacionados con Pendleton, pero aproximadamente el 50 por ciento de las personas en el condado de Umatilla, donde se llevó a cabo ese festival, recibieron al menos una dosis.
“Es una situación desafortunada”, dice el coorganizador de Pendleton, el Dr. Doug Corey, quien también es veterinario. Corey señala que el festival siguió todas las pautas gubernamentales y redujo la capacidad de 20.000 a 12.000 personas. “Esperamos que cualquiera que se haya contagiado de Covid esté mejorando”.
Los organizadores del festival Faster Horses rechazaron una solicitud de entrevista, pero dijeron en un comunicado que “trabajaron en estrecha colaboración con los funcionarios locales para garantizar que se siguieran todas las pautas recomendadas. Alentamos a todos los que asistieron a participar de pruebas periódicas de Covid-19 para que podamos hacer todo lo posible para protegernos unos a otros“.
Landon está más preocupado por las áreas en las que se concentran las personas y los festivales multitudinarios. Incluso los asientos en un estadio son mucho más seguros que esos escenarios, dice, gracias a la mayor distancia entre los fanáticos y la falta de los innumerables contactos cercanos que se producen al atravesar un mar de personas. “Cuando las personas se colocan en una configuración ordenada, mirando en la misma dirección, es realmente diferente”, dice. “Incluso ese par de centímetros de distancia entre los asientos hace una gran diferencia, en comparación con estar en un mar de gente en un espectáculo”.
Landon recomienda que los festivales y conciertos requieran vacunas, y que los fanáticos que insisten en ir a áreas llenas de gente usen una máscara y protección para los ojos también. “Esperar que alguien use un N95 y un protector facial para un festival de música de verano es una gran pregunta”, escribe en un correo electrónico. “Pero si tuviera que ir a uno de estos eventos, eso es lo que haría”.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición web de Rolling Stone Estados Unidos.