Desde Chile, Paola Sagués, directora de Santiago Verde, llena las redes sociales con data sobre marihuana y autocultivo y celebra la cultura cannábica de su tierra
- 3 minutos de lectura'
La chilena Paola Sagués recuerda la primera vez que fumó marihuana. “Miré al suelo y vi una mariposa. Ahí pensé ‘esto no me pegó’, pero cuando miré de nuevo la mariposa salió volando muy lentamente, me sentía como en el video de ‘I’m like a bird’ de Nelly Furtado”, cuenta casi 20 años después de esas primeras caladas a un prensado paraguayo, una calidad muy diferente de lo que fuma ahora: su cosecha personal se puede ver en su cuenta de Instagram, @MuyPaola, uno de los perfiles más populares de la comunidad cannábica en el país trasandino.
”Toda mi vida estuve metida en el rollo de las redes sociales y tenía ganas de hacer algo con el cannabis”, dice Paola. tiene 35 años -siete de ellos los pasó estudiando en Buenos Aires- y se especializó en guiones de cine y TV. Dio sus primeros pasos en el blog Santiago Verde, que nació como un repositorio de fotos de gente que cultivaba marihuana en Chile pero que todavía no se atrevía a mostrar la cara.
En 2015, se modificó la legislación local y empezó a poder recetarse cannabis medicinal. A partir de ese momento se abrió el panorama: para su tesis de la universidad, Paola no tenía dudas, iba a trabajar con la comunidad virtual de Santiago. “Teníamos esta plataforma tan grande, la idea era trabajar contenidos ahí, pero la universidad nos prohibió hablar de cannabis”, explica.
Paola se vio obligada a cambiar el tema de su tesis, pero como ya tenía hecho todo el estudio previo, empezó a trabajar la idea original por su cuenta. Hoy es la directora de Santiago Verde, que al cierre de esta edición tiene 227.000 seguidores en Instagram, y en su Instagram personal, @muypaola, cosecha más de 100.000 seguidores ávidos de fotos, reels, stories y todo lo que tenga que ver con la marihuana: desde un tutorial sobre cómo armar un porro trenzado hasta videos graciosos, consejos para cultivar y lifehacks para fumadores. Comenzó a cultivar marihuana hace cuatro años, cuando pudo justificar su uso medicinal a través de una receta.
Como siempre vivió en departamento, lo hace en indoor, aprendiendo los trucos y sabidurías de otros cultivadores y leyendo La biblia del cultivador, de Jorge Cervantes, el primer libro que se compró relacionado al cannabis.
Desde su visión, Santiago está a años luz de Buenos Aires. “Chile tiene históricamente una tradición cañamera”, asegura y menciona el libro Un viaje fantástico: Breve historia de la marihuana en Chile y el mundo, de Marcelo Ibáñez, que cuenta cómo en las ferias a inicios del siglo XX el país tenía los más altos índices de THC en sus plantas. “En Argentina no está la posibilidad de comprar semillas en un growshop, acá en Santiago hace muchos años que se venden semillas y que hay clubes de cannabis”, dice Paola. Para ella, en el momento en que la Argentina se meta de lleno en la industria de la marihuana va a conquistar la región por su nivel demográfico. “Se van a comer a todo el resto. Son muchos habitantes. A la Expo Cannabis de 2019, en la Rural, ¡fueron más de 50.000 personas!”.