A 27 años de la muerte de Kurt Cobain, una organización lanzó la pieza para generar conciencia sobre la salud mental de los músicos
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Desde la muerte de Kurt Cobain en 1994, en muchas ocasiones, los fanáticos de Nirvana plantearon hipótesis sobre cómo hubiera continuado su obra de estar vivo en la actualidad. Pero además de “You know you’are right”, la meditación escabrosa y desgarradora sobre la confusión que Nirvana registró unos meses antes de su suicidio, y algunos comentarios que les dijo a sus confidentes sobre la posibilidad de colaborar con Michael Stipe de REM o convertirse en solista, Cobain dejó, más que nada, preguntas sin responder.
Ahora, una organización creó una “nueva” canción de Nirvana utilizando inteligencia artificial para aproximarse a la forma de componer del cantante y guitarrista. Los riffs de guitarra varían entre estilos calmos como los de “Come as You Are” y punteos furiosos, como los de “Scoff”. La letra, en tanto, reza “The sun shines on you but I don’t know how” (”El sol se refleja en tí, aunque no se cómo”) y un estribillo con potencial de himno: “I don’t care/I feel as one, drowned in the sun” (”No me importa, me siento como uno solo, ahogado en el sol”), versos con características que evocan el estilo de Cobain.
Pero más allá de las voces -a cargo del líder de Eric Hogan, vocalista de Nevermind, una banda tributo de Nirvana- los creadores de la canción aseguran que casi todo en ella, desde los giros en las frases hasta la ejecución imprudente de la guitarra, es trabajo de las computadoras. Su intención no fue otra que homenajear a Cobain a 27 años de su muerte, y llamar la atención sobre cómo pedir ayuda en casos de depresión.
Titulada “Drowned in the Sun”, esta canción es parte de Lost Tapes of the 27 Club, un proyecto que presenta piezas musicales escritas y en su mayoría interpretadas por máquinas en los estilos de otros músicos que murieron a los 27 años, como Jimi Hendrix, Jim Morrison y Amy Winehouse. Cada pista es el resultado de programas de I.A. que analizan hasta 30 canciones de cada artista y estudian detalladamente las melodías vocales, los cambios de acordes, los riffs y solos de guitarra, los patrones de batería y las letras de las pistas para adivinar cómo sonarían sus “nuevas” composiciones. El proyecto es un trabajo de Over the Bridge, una organización de Toronto, Canadá, que ayuda a miembros de la industria de la música que luchan con enfermedades mentales.
“¿Y si todos estos músicos que amamos hubieran tenido apoyo para tratar su salud mental?”, dice Sean O’Connor, quien está en la junta directiva de Over the Bridge y también trabaja como director creativo de la agencia de publicidad Rethink. “De alguna manera en la industria de la música, [la depresión] se normaliza y romantiza. Su música es vista como un auténtico sufrimiento”.
Para crear las canciones, O’Connor y su staff utilizaron el programa de inteligencia artificial Magenta, que “aprende” a componer al estilo de determinados artistas mediante el análisis de sus obras. Anteriormente, Sony había usado el software para hacer una “nueva” canción de los Beatles, y el grupo de electropop Yacht lo usó para escribir su álbum Chain Tripping (2019).
Para el proyecto Lost Tapes, Magenta analizó las canciones de los artistas como archivos MIDI, que funcionan de manera similar a un pergamino de piano al traducir el tono y el ritmo a un código digital que se puede alimentar a través de un sintetizador para recrear una canción. Después de examinar las opciones de notas, las peculiaridades rítmicas y las preferencias de armonía de cada artista en el archivo MIDI, la computadora crea nueva música que el equipo podría estudiar detenidamente para elegir los mejores momentos.
“Cuantos más archivos MIDI ingreses, mejor”, dice O’Connor. “Así que tomamos de 20 a 30 canciones de cada uno de nuestros artistas como archivos MIDI y las dividimos en el estribillo, el solo, la melodía vocal o la guitarra rítmica y las pasamos de una en una. Si pones canciones completas, [el programa] comienza a confundirse mucho sobre cómo se supone que debe sonar. Pero si solo tienes un montón de riffs, sacará alrededor de cinco minutos de nuevos riffs escritos por I.A., el 90 por ciento de los cuales son realmente malos e imposibles de escuchar. Así que empiezas a escuchar y solo encuentras pequeños momentos que son interesantes”.
O’Connor y su equipo utilizaron un proceso similar para las letras, usando un programa genérico de inteligencia artificial llamado red neuronal artificial. Primero, pudieron ingresar las letras del artista y comenzaron con algunas palabras, para que el programa adivinara la cadencia y el tono de los versos para completarlos. “Fue un montón de prueba y error”, dice O’Connor, y agrega que el equipo examinó “páginas y páginas” de letras en busca de giros de frase que se ajustaran silábicamente a las melodías vocales que producía Magenta.
Una vez que las composiciones estuvieron en su lugar, un estudio de sonido dispuso todas las diferentes partes para reconstruir el estilo del músico. “Gran parte de la instrumentación era MIDI con diferentes efectos agregados”, dice O’Connor sobre las grabaciones terminadas. Luego comenzaron a reclutar cantantes. “Todos los que trajimos, en su mayor parte, eran artistas tributos que trabajaban para estas bandas, por lo que podían hacer las inflexiones y hacer que sonara lo más realista posible”, dice O’Connor.
Eric Hogan, lìder de Nevermind, la banda oriunda de Atlanta que se formó seis años atrás para homenajear a Nirvana comenzó como un grupo formado para una única presentación de Halloween; una excusa para que Hogan y sus amigos puedan ejecutar canciones de Foo Fighters, Stone Temple Pilots y Nirvana. Pero cuando vieron la gran reacción que tuvo su set de canciones de Cobain, decidieron continuar con la banda. Cuando el equipo de Over the Bridge le pidió a Hogan que cantara en “Drowned in the Sun”, el cantante pensó que la idea sonaba increíble (en el sentido más literal de la palabra), además de genial. “Incluso después de la conversación, todavía no me parecía real y posible”, dice el vocalista. “Y luego me enviaron archivos y dinero”.
Cuando escuchó la música por primera vez, se quedó estupefacto. “Yo estaba como, ‘No sé cómo [cantar] esto’”, recuerda. “Tuve que hacer que el tipo al que se le ocurrió la pista de I.A. murmurara y tarareara [la melodía]. Me sentiría raro tratando de asumir lo que haría [Cobain]. Tuvieron que darme un poco la hoja de ruta, y luego, a partir de ahí, estuvo bien”.
O’Connor y su personal dedicaron aproximadamente un año a la investigación y el desarrollo de todas las canciones del proyecto y otros seis meses a terminar las grabaciones. Mientras trabajaban, buscaron fanáticos de los artistas para que ayudaran a controlarse a sí mismos de posibles plagios. Les preocupaba, por ejemplo, que la melodía de The Doors, “The Roads Are Alive”, pudiera sonar demasiado como la canción “Peace Frog” del mismo grupo, pero finalmente determinaron que no era así. “Un ingeniero de audio tomó ‘Peace Frog’ y la tocó para nosotros”, dice O’Connor. “Él nos decía, ‘Esto es lo que se hace en Peace Frog y esto es lo que está haciendo la máquina’. Es diferente. Solo después de eso nos sentimos cómodos con lo que estábamos haciendo“.
Nirvana demostró ser uno de los artistas más difíciles de aproximar a las máquinas. Mientras que un artista como Hendrix a menudo creaba canciones como “Purple Haze” y “Fire” con riffs fácilmente definibles, Cobain solía tocar progresiones de acordes gruesos y punk que confundían a las computadoras. “Tenías la tendencia a obtener una pared de sonido”, dice O’Connor sobre la música inspirada en Nirvana que produjo Magenta. “Hay menos de un hilo común identificable en todas sus canciones para brindarle esta gran parte del catálogo del que la máquina podría aprender y crear algo nuevo”.
“[’Drowned in the Sun’] es lo suficientemente precisa como para darte esa vibra [Nirvana], pero no tan precisa como para que alguien pudiera ser demandado por plagio”, afirma Hogan. “Si miras el último lanzamiento de Nirvana, que fue, ‘You Know You’re Right’, este tiene el mismo tipo de vibra. Kurt simplemente escribiría lo que sea que le apeteciera escribir. Y si le gustaba, entonces era una canción de Nirvana. Puedo escuchar ciertas cosas en el arreglo de [’Drowned in the Sun’] como, ‘OK, esa es una vibra tipo ‘In Utero’ o una más ‘Nevermind’. Realmente entendí lo que la IA hizo aquí”.
Hogan dice que apreció especialmente las letras que la computadora inventó. En su opinión, las palabras de Cobain siempre fueron “una especie de mezcolanza”, pero siente que estas letras son más directas sin perder de vista los mensajes típicos de Cobain. “Esto se sintió como una idea redonda”, dice.
“La canción manifiesta: ‘Soy un bicho raro, pero me gusta’”, cuenta Hogan. “Eso es super Kurt Cobain. El sentimiento es exactamente lo que él habría dicho. ‘El sol brilla sobre ti, pero no sé cómo’, eso es genial. Esencialmente, lo que obtengo de la canción es, ‘Estoy muy mal y vos también’. La diferencia es que yo estoy bien con eso y tú no’”. Cuando Hogan escuchó la música, se ofreció a tocar él mismo guitarra, pero los productores se negaron, optando por una máquina.
Entonces, ¿”Drowned in the Sun” es una especie de creación de Frankenstein, que existe desafiando a Dios y al universo? “No sé si soy el mejor tipo para hablar sobre ética”, dice Hogan riendo. “Quiero decir, viajo por todo el país pretendiendo ser otra persona. Creo que habrá mucha gente que criticará esto y lo verá como, ‘Oh, es la muerte de la música real’”, continúa. “Y estoy totalmente de acuerdo con eso. Usado como herramienta, creo que es bastante bueno. No sé qué va a pasar legalmente en el futuro. Una vez que empiezas a obtener resultados que suenan realmente bien, tal vez empieces a tener un problema con eso”.
La intención de Over the Bridge es simplemente crear conciencia sobre los recursos destinados a la salud mental; la organización tiene una página de Facebook que ofrece apoyo, así como sesiones y talleres de Zoom para acompañar a los artistas y hacer que se sientan menos solos. Según ellos mismos explicaron, no tienen planes de vender las pistas logradas en el proyecto. “A veces, el simple reconocimiento de otra persona que dice: ‘Me siento igual que tú’ es suficiente para que la gente sienta al menos que tiene algún tipo de apoyo “, dice Michael Scriven, un representante de Lemmon Entertainment cuyo director ejecutivo está en la junta directiva de Over the Bridge.
Scriven espera que el proyecto también genere conciencia sobre cuánto trabajo se dedica a la música de IA. “Hay una cantidad desmesurada de manos humanas al principio, en el medio y al final para crear algo como esto”, dice. “Mucha gente puede pensar que [I.A.] reemplazará a los músicos en algún momento, pero en este punto, la cantidad de humanos que se requieren para llegar a un punto en el que una canción se pueda escuchar es en realidad bastante significativa”. Cada canción requirió el trabajo de O’Connor, un técnico de Magenta, un productor musical, un ingeniero de audio y los vocalistas. “No vamos a presionar un botón y reemplazar a estos artistas”, dice O’Connor. “Espero que [la gente de Over the Bridge] profundice más con la I.A.”, dice Hogan. “Hay mucho más en esta categoría que puedes hacer”.