Los 59 números de la mítica publicación fundada en 1984 están digitalizados y disponibles en la web del Archivo Histórico de Revistas Argentinas
- 5 minutos de lectura'
La leyenda de la contracultura argentina era real y continúa en pie: Cerdos & Peces (1984-2004) aterriza completa en Internet como las ruinas de una civilización que se creía olvidada y perdida pero se resiste a desparecer completamente. A esta altura del almanaque, con un clima de época totalmente distinto al que le dio origen y sentido, representa todo un mundo a descubrir para las nuevas generaciones. El Archivo Histórico de Revistas Argentinas (Ahira) acaba de poner a disposición en su sitio los 59 números de la revista que en el imaginario colectivo se volvió una verdadera institución periodística de la diversidad y simbolizaba una esperanza violenta que entraba en comunión con el espíritu rockero de los 80: la vida en democracia se podía reinventar luego de una devastadora dictadura militar. Cuenta Martín Servelli, Doctor en Letras y responsable de subir la Cerdos en Ahira: “El año pasado tomé contacto con la investigadora Rosana di Francesco, quien está realizando su tesis de doctorado sobre Cerdos& Peces, y por su intermedio conocí el trabajo que estaba realizando el grupo de Facebook “Enrique Symns” -el mítico director de la revista-, para reunir toda la colección y digitalizarla. Invité a Rosana a confeccionar el índice y a realizar la presentación, obtuvimos el visto bueno de los miembros del grupo de Facebook para utilizar los archivos y finalmente este mes de marzo terminamos de subir a la página todo el material.”
Hay varias particularidades detrás de esta creación de Gabriel Levinas y Enrique Symns, quien no tenía ningún experiencia como periodista hasta ese momento. El nombre, Cerdos & Peces, proviene del hexagrama 61 –La Verdad Interior- del I-Ching, primero fue un suplemento dentro de la emblemática El Porteño y en 1984 conquistó su independencia para salir a tomar la calle con una potencia inusitada. “Cerdos & Peces refleja como ninguna otra publicación de la época lo que significó la apertura democrática para la conformación de un movimiento cultural underground en la ciudad de Buenos Aires, esto es, la trama subterránea de encuentros, recitales de poesía, revistas subtes, festivales de rock, fiestas y otras formas de sociabilidad que contribuyeron –a su modo– a la reconstitución del lazo social quebrado por el terror de la dictadura”, explica Servelli.
Con una vida oscilante acorde a su espíritu diletante y aventurero (lo que entraba en tensión con la excelencia, vuelo y renovación estilística de sus notas), la Cerdos se publicó de forma discontinua hasta 2004 por varias razones: juicios por obscenidad (fueron pioneros en hablar de géneros disidentes, prácticas sexuales contrahegemónicas e informar sobre lugares donde comprar drogas), amenazas de bomba, conflictos internos, falta de fondos, adecuación a nuevos contextos históricos, batallas feroces (contra la llegada del Papa a la Argentina en los 80, contra Los Redonditos de Ricota por la muerte de Walter Bulacio, etc.) entre otros inconveniente que le dieron una presencia intermitente en los puestos de diarios y revistas. Por épocas escrita únicamente por Enrique Symns (con múltiples seudónimos) y Vera Land, la Cerdos tuvo en su staff a las plumas que luego renovarían el periodismo –y la literatura y la historieta y la poesía– en Argentina: Néstor Perlongher, Ricardo Ragendorfer, Osvaldo Baigorria, Daniel Molina, Damián Tabarosky, Maitena, Mariano del Mazo, Jorge Gumier Maier, María Moreno, María Eugenia Estenssoro, Fabián Polosecki, Mauricio Kurcbard, entre otros. Hasta el Indio Solari llegó a publicar textos, como El beso de Panrayado, que se volverían míticos.
La reacción, visible en redes sociales, fue inmediata. Cuenta Servelli: “La publicación de Cerdos & Peces en Ahira ha tenido una repercusión extraordinaria, que nos habla de la importancia de ampliar cada vez más las zonas temáticas de nuestro proyecto. Es evidente que su mito se ha agigantado con el paso de los años y creo que aún hoy los contenidos que aborda la revista continúan incomodando por su apuesta excesiva, diría casi obscena, a la incorrección moral y política”.
A fines del 2020, Cerdos & Peces tuvo un número final al que llamaron “La aventura del adiós”. Con los periodistas Rodolfo Palacios y Juan Mendoza colaborando con Enrique Symns en la edición se le puso punto final a una de las mayores experiencias (en sentido filosófico, concreto, vitalista y simbólico) periodísticas de la historia argentina. Recuerda Servelli: “En uno de sus primeros números, Enrique Symns llamaba a los lectores a tomar la ciudad: «las fuerzas de la muerte han asesinado la vida en nuestra ciudad, hemos sobrevivido en pequeñas cápsulas, aprendiendo a respirar angustia, tratando de pasar desapercibidos, acostumbrándonos a la mutilación. Ha llegado el tiempo de salir a tomar este mundo que nos pertenece por igual». Con esa postura avasallante y provocativa, que se manifestaba desde las revulsivas tapas hasta los contenidos transgresores por antonomasia, la revista se adueñó de un espacio vacante que convocó inmediatamente a un grupo de inquietos lectores, interpelados por el desafío de cuestionar el funcionamiento de la sociedad en su conjunto. La revista disparaba sus misiles de palabras para atentar contra el orden instituido en los hogares y las calles.” La bajada de la Cerdos, vale la pena recordarlo, era “la revista de este sitio inmundo”, y eso dice mucho de cómo era su forma de dialogar con su presente. Ahora, todo eso, 59 números que son una burbuja en el tiempo pero que tiran dardos venenosos a este momento histórico, vuelven a circular en este mundo.