El trío integrado por Mariano Gabriel Martínez, Luciano Scaglione y Leonardo De Cecco regrabó sus clásicos en medio de la cuarentena en un show en vivo, pero sin público
- 3 minutos de lectura'
Algo impacta de movida en lo nuevo de Attaque 77: la resignificación de un estribillo que repite “yo volveré a las calles” en un disco que se llama Sesiones pandémicas. La canción que escuchamos mil veces cerrando shows del grupo es el track 1 de este souvenir del encierro, y no parece casualidad: salvando las distancias entre el preso por robar de la letra y el escucha en cuarentena casera, volver a las calles fue un deseo que nos atravesaba a todos cuando esto se grabó (octubre de 2020) y que -a los tumbos- se nos terminaría dando. Así, la frase que cantamos durante treinta años desde el lugar de espectadores pasamos a cantarla como protagonistas, y escucharla ahora -es cierto- puede causarnos nuestros buenos war flashbacks, pero también nos da una satisfacción rara para estos tiempos: la del sueño (módico, y a la vez gigante) que sí se cumplió.
Sesiones pandémicas es un disco más o menos en vivo. Es el registro de un streaming pensado “para visitarlos a todos a la vez” en tiempos de locales cerrados y plateas vacías, lo cual implica que la banda tocó cara a cara, en tiempo real, sin retomas y sin margen de error. Pero a la vez el entorno controlado y la ausencia de público borraron muchos factores imposibles (o casi) de manejar, esos que hacen de un recital una entidad imprevisible y de los discos en vivo una foto de algo con pulso y en movimiento. Así las cosas, este trabajo funciona como catarsis, como canal para seguir en contacto con la base de fans, como estrategia para generar manija de shows presenciales (que la banda ya está dando) y como una adaptación al lenguaje que maneja el grupo en 2021, obviamente distinto del que manejaba en la presentación de Dulce navidad en el 89.
Ese lenguaje es el de una banda que toca “Caminando por el Microcentro” (del mencionado debut) con el mismo aplomo con el que toca “María” (de Triángulo de fuerza de 2019, en este caso en medley con “Hacelo por mí). El repaso intenta ser lo más abarcativo posible, con hitazos como “Beatle”, “Arrancacorazones” o “Donde las águilas se atreven” y algunos temas no tan difundidos como “Consejos del abuelo”, pero siempre desde la sobriedad y la experiencia (y ojo, también la diversión: que no se confunda madurez con solemnidad o falta de pasión). Claro que sería estúpido reclamarle a Attaque que sean peligrosos como cuando desayunaban una Quilmes en la vereda en un show grabado sin público en medio de una cuarentena: Sesiones pandémicas es un catálogo escrito desde una adultez sana, por un grupo que sabe que el punk rock es menos un dogma que un idioma y que -por lógica- no va a dejar en el camino jirones de su vida para entretenernos (con todo, algo de eso también nos dan: el tándem “Combate - Armas Blancas - Ángeles Caídos - Cambios” es transpiración y acné, sin que importen las ausencias ni el DNI).
Tampoco hay reformulaciones radicales: las versiones son respetuosas, más allá de varias canciones que se fusionan en popurrís. Así como la vuelta a las calles viene siendo gradual y cuidadosa y no una orgía repentina con quema de barbijos en el Obelisco, Sesiones pandémicas no es ningún cataclismo pero funciona como una linda bisagra que separa el aislamiento que pasó del encuentro por venir.