“Creo que es la primera vez que un género nuestro domina nuestras radios más que las canciones internacionales”, dice Busiswa, una de las estrellas del Amapiano
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Este texto fue parte de la edición anual del especial Hot List de Rolling Stone, en la revista de agosto de 2021.
En el festival Afropunk de Año Nuevo de 2019 en Sudáfrica, DJ Moma debía tocar un set de 45 minutos después de Solange Knowles. Sabía exactamente qué hacer. El DJ, nacido como Mohamed Hamad en Sudán y criado entre París y Queens, había viajado mucho a Sudáfrica, sumergiéndose en la escena musical del país. Alrededor de 20.000 fans se reunieron en el Constitution Hill de Johannesburgo, el antiguo centro de detención de Nelson y Winnie Mandela. “Empecé a poner trap. Les encantó. Después afrobeats y les encantó”, dice Moma. “Y después dije: ‘¿Hay algún yano en el lugar?’”.
Moma tiró “Labantwana Ama Uber”, de Semi Tee of Soweto, un hit del emergente subgénero amapiano de house sudafricano. “Yano” es el término que refiere a la gente que lo crea y lo disfruta, lo cual, esa noche, parecía ser todo el mundo. Moma vio cómo un océano de fans se ponía a bailar. “Nunca sentí algo así”, dice.
Incluso durante la pandemia, el amapiano, una música electrónica luminosa y con tintes de jazz que mezcla house local y R&B global, persiste como el género más dominante según artistas y DJ sudafricanos. “Creo que es la primera vez que un género nuestro domina nuestras radios más que las canciones internacionales”, dice Busiswa, una superestrella de house sudafricano que trabajó con Beyoncé. El amapiano ya trascendió sus fronteras. En TikTok, el hashtag #amapiano lleva 450 millones de visitas. Las escuchas globales de la playlist de AmaPianoGrooves en Spotify crecieron un 116 por ciento el último año; en Estados Unidos, el aumento fue del 75 por ciento.
Sudáfrica tiene una historia rica de música house, desde el kwaito, una fusión de melodías africanas, hip-hop, reggae y house estadounidense, hasta el afro house y el gqom, un sonido electrónico oscuro, rápido e intenso. Mientras que música más explícitamente alegre como el soukous congoleño trascendió en los 90, la versión sudafricana del house mantuvo un aspecto más cauto. “Lo único que lo volvía específicamente sudafricano era la melancolía”, dice Moma. “Esta es gente que vivió cosas que nadie puede entender”.
Amapiano empezó a adquirir ímpetu en los townships sudafricanos en 2016. Se difundió a través de WhatsApp, lo que engendró su propia evolución y la aparición de subgéneros. “Es el corazón de la juventud”, dice Busiswa, de 32 años.
La mayor parte del amapiano no se canta en inglés. DJ Maphorisa, el productor sudafricano en gran medida responsable por el éxito “One Dance” de Drake, reconoce que puede ser un obstáculo para su penetración global. Dice que los sudafricanos pueden rechazar el inglés en la música local. Con los ojos puestos más allá de su país, Maphorisa está pensando en incorporar más inglés a su música: “No es necesario usarlo demasiado, siempre que la persona entienda que estás hablando de amor y sufrimiento”.
El amapiano puede tener el movimiento de una ruta sinuosa o vibrar como si manejáramos sobre una calle de tierra. Puede entrar en sets de afrobeats y R&B. Puede vivir en cualquier parte. Los yanos, como DJ Moma, no paran de remixar e innovar. “En estos meses las cosas van a volver a abrir”, dice Moma, “y el amapiano va a ser grande”.
Este artículo fue publicado originalmente en Rolling Stone Estados Unidos.